Para que la Covid-19 no entre en casa

Nuestro pueblo ha ido alcanzando percepción de riesgo ante la pandemia global de la Covid-19, y ya nuestras casas no están vacías.

Sin embargo, en ellas hay personas que no pueden dejar de trabajar, porque son necesarios en la producción o en la esfera de los servicios, para justamente sostener ese aconsejado distanciamiento social. Son los que salen y entran todos los días en el hogar, a quienes se suman también los que reciben la misión de hacer las gestiones de compra.

¿Qué hacer para que ellos no se conviertan en posibles transmisores del patógeno?

• Al regresar al hogar no bese ni abrace a sus familiares queridos, una frase puede encerrar la misma ternura que esos gestos.
• Use un solo par de zapatos para salir.
• Quítese los zapatos antes de entrar a la casa y use un solo calzado dentro del hogar.
• Lave las suelas de los zapatos que emplea para salir y pásele un pañito con alcohol o solución clorada al resto de la superficie.
• Cuando llegue a la casa, desinfecte con alcohol las llaves, celular y otros objetos que lleve consigo.
• Cámbiese la ropa y échela a lavar.
• Báñese al llegar a la vivienda.
• Designe a un adulto (no mayor) para salir a las gestiones de compra u otras que sean necesarias, como botar la basura.
• Si fue de compra, desinfecte la jaba u otro medio empleado para ese fin (como los carritos que se usan para guardar las mercancías).
• En cada una de sus salidas, aunque le tome horas, ya sea en su puesto de trabajo, en un mercado, caminando o el carro (aun si es particular), siempre use el nasobuco.
• Sea sistemático con esas medidas.