ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
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Foto: Martirena

Bajo una fachada de falso progresismo, algunos «eruditos» intentan demeritar el anteproyecto de Código de las Familias, actualmente en consulta. No basan su análisis en posiciones homofóbicas sino en razonamientos «técnicos». Son «juristas expertos» que no tienen otra tribuna que no sean las redes sociales y, desde ese púlpito, entonan un discurso de raigambre reaccionaria.

Critican el contenido de la responsabilidad parental, especialmente el acápite que establece que los padres deben «inculcarles [a sus hijos] el amor a la Patria y el respeto a sus símbolos». Para un leguleyo al servicio de la contrarrevolución, esto no puede indicar otra cosa que el culto a Fidel y la obediencia ciega al «dictatorial» Partido único. Pero lo cierto es que los símbolos patrios están muy bien definidos en el segundo artículo de la Constitución (no hay que leer mucho): son la Bandera de la estrella solitaria, el Himno de Bayamo y el Escudo de la palma real. Para colmo, en este anteproyecto no se menciona ni una sola vez la palabra socialismo.

En esa línea de burda tergiversación, han llegado a cuestionar la privación de la responsabilidad parental por «incumplir grave y reiteradamente los deberes establecidos en este código». No dicen que esta causal de privación existe en la ley vigente, específicamente en su artículo 95. Uno pudiera preguntarse, no solo si de verdad leyeron el anteproyecto, sino también si es que conocen las normas que están ahora mismo y desde hace décadas en vigor.

Algo similar ocurre con el papel del notario ante los acuerdos tomados por los padres. No es una «atribución desmesurada» del Estado ni una «invasión inusitada» a la privacidad de la familia, sino que es una potestad que le asiste a este funcionario público, al menos, desde 1994, cuando se aprobara un Decreto-Ley que regula el divorcio notarial y este control de legalidad. Aunque, para ser justos con los leguleyos de Facebook, Derecho Notarial es de las asignaturas más difíciles de la carrera.

Entre lo peor y más bajo del repertorio de «valoraciones jurídicas» que se han expuesto por estos días se encuentra la «matriz Peter Pan»: el Estado opresor asumirá la patria potestad. Vergüenza debiera sentir cualquier graduado de Derecho al repetir lo mismo que dice cualquier youtuber diletante. Debieran entregar su título, estudiar más o, al menos, guardar prudente silencio.

Para fortuna nuestra, por cada leguleyo mendaz que aparece por los oscuros rincones de internet, existe gente brillante como Yamila González Ferrer o Leonardo Pérez Gallardo, profesores y especialistas de primer nivel, de cuya ética y conocimiento nadie medianamente honesto dudaría siquiera, y que han estado, junto a otros colegas, implicados en profundidad en esta norma que hoy se somete a consulta.

Una cosa es cierta: hacer estos «razonamientos técnicos» tan disparatados solo pueden responder a la ignorancia o al dolo*. Es el mejor ejemplo de la ausencia total de principios de los adversarios del socialismo en Cuba: con tal de llevarle la contraria al Gobierno se alían con los sectores más conservadores y reaccionarios.

Desesperados por su ambición de poder, se atreven a manipular y tergiversar sin atisbo de remordimiento, sembrando la duda y dando discursos falsamente eruditos, que en el fondo no tienen asidero alguno en la ciencia o en la ética.

*Dolo significa mala intención, en caso de que ciertos «juristas» no lo recuerden.

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alexander dijo:

1

19 de febrero de 2022

10:20:52


Con todo respeto Michel, a mi también me llamó la atención lo del amor a la Patria. Yo no soy jurista, pero en varias ocasiones nosotros mismos hemos asociado la Patria con revolución y socialismo. Aunque no es menos cierto que también hay personas que no son socialistas, pero sí patriotas. Por lo demás, creo que los criterios personales, siempre que se lea el anteproyecto, no deben ser atacados. Más bien debería explicarse mejor o cambiar la redacción de ese documento. No se puede demeritar una opinión, simplemente porque va en contra de lo que queremos. Ahora mismo estoy pensando en (porque si algo tenemos en Cuba son religiones) los Testigos de Jehová o la comunidad Amish, que es mínima, pero existe. Para los que tergiversan con Dolo (palabrita que acabo de aprender) creo que en las mismas reuniones que se hacen o publicaciones se les puede contestar.

Manuel Leal Respondió:


20 de febrero de 2022

19:30:25

Con todo respeto, me parece que el objetivo del artículo no es "atacar" a nadie como dice usted sino desenmascarar a aquellos que mienten, tergiversan y manipulan a conveniencia el proyecto del Código de familias.

Tito dijo:

2

20 de febrero de 2022

07:53:16


El asunto es que a algunos no les interesa lo que diga el código, los ciega el odio a la revolución. El código de las familias no es un instrumento político, si no social, para todos, revolucionarios y no revolucionarios. Algunos no lo entienden y repiten lo que oyen sin leer ni analizar el código.

Con criterio propio dijo:

3

20 de febrero de 2022

08:49:14


Cuánta razón y necesidad de que en nuestras Asambleas de consulta de este Código de las Familias siempre estén presentes juristas que "no leguleyos" abran los ojos de la población ante semejantes individuos dañinos por demás que se confabulan con el fundamentalismo para herir de muerte un documento que de seguro será aprobado por el pueblo, porque su contenido llama el amor, porque exhorta a la solidaridad familiar y ciudadana, porque clama por relaciones entre personas basada en el afecto. No nos dejemos provocar y mucho menos embaucar por estos individuos, que se graduarían en la carrera, pero no se han graduado de la justicia y la verdad. Aprendan la seriedad del derecho y su contenido antes de caer en tecnicismos inexistentes. Cumplan con honor su carrera y apliquen con la verdad sus conocimientos.

Yahima dijo:

4

20 de febrero de 2022

20:00:20


¡Excelentes palabras! Como abogada me parece un anteproyecto progresista, que le otorga respaldo jurídico a cuestiones que en la sociedad cubana existen y que hoy no tienen sustento legal. A todos los abogados nos toca asesorar, capacitar y defender nuestro proyecto de Código de las Familias

Marta G. Cartaya dijo:

5

22 de febrero de 2022

11:11:11


Excelente artículo, desemascarando a aquellos que mienten, tergiversan y manipulan a conveniencia el proyecto del Código de familias.