TOKIO.— Cuba entera estará pendiente desde las cinco de la mañana de este martes 7 de marzo del estreno de su equipo en el CM2017, frente a Japón, justamente en el estadio más emblemático de ese país, el Tokio Dome, casa del conjunto local Gigantes de Yomiuri, también el principal icono de la pelota aquí.
Para poder ver con más elementos el partido, a nuestro juicio el más importante de todo los que jugará la selección nacional, independientemente de cualquiera sea el resultado y si una victoria decidiera o no, debemos focalizar la atención en varios jugadores que están llamados a ser los máximos responsables del éxito en la novena adversaria.
El primero de todos, el abridor Ayumu Ichikawa, pues finalmente el mentor Hiroki Kokubo, no echó mano a su hombre más avezado, Tomoyuki Sugano. Pero la designación del estratega no minimiza la calidad. Ichikawa es también un lanzador derecho, tiene 28 años y un metro y 85 centímetros de estatura.
Ha jugado tres temporadas en el béisbol profesional de su país con el Chiba Lotte Marines y en ese periodo acumula 36 victorias y 25 fracasos, que lo presentan como serpentinero muy efectivo. Exhibe 2.96 carreras limpias por juego de nueve entradas (PCL) y en 500 entradas ha regalado 93 boletos o lo que es lo mismo, transfiere a uno por partido. En esa cantidad de episodios ponchó a 341 (seis por encuentro).
Su última temporada ha sido la mejor, pues terminó con balance de 14 éxitos frente a cinco derrotas; 2,16 de PCL; otorgó solo 22 bases por bolas en 162 innings, impresionante control que lo llevó a promediar una transferencia cada siete capítulos.
No perdamos de vista en el choque al segunda base Tetsuto Yamada, de las Golondrinas de Yakult, quien en cuatro temporadas aquí ha despachado 108 cuadrangulares, ni Yoshitomo Tsutsugo, del Yokohama DeNa Bay Star, firmante de en la pasada campaña 44 pelotas que cayeron fuera del parque en 133 juegos e impulsó 110 carreras. Tampoco al ligamayorista Norichika Aoki, de los Astros de Houston, quien con 283 en la contienda del 2016 en la pelota estadounidense le aporta versatilidad al ataque de los llamados Samurai.
La clave de Cuba pasa porque el abridor Noelvis Entenza economice su labor en la lomita y sea capaz de avanza el desafío hasta una cuarta o quinta entrada; que los relevistas cumplan con su trabajo, tanto el intermedio como los cerradores, y lo más importante, que la ofensiva produzca, sobre todo los hombres de más responsabilidad. Solo tres aristas, pero si una fallara la posibilidad de triunfo se reduce en más de un 50 %.
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