Países Bajos volvió a ser más alto que Cuba

Taichunhg.–Hoy, desde bien temprano, Cuba está en modo Clásico Mundial, y lo estará hasta muy entrada la noche, porque al madrugón de las seis de la mañana, le seguirá, el de las 11, casi acabándose el jueves, pues habrá un segundo partido en el mismo día, que, además, será el tercero para la familia Cuba de beisbol. Primero será Italia, y después Panamá, en una jornada a la que se llega con más tensión, justamente por el revés ante la selección neerlandesa.

Si al revés le sumamos que el plantel italiano, dirigido por el extraclase que fue Mike Piazza en las Grandes Ligas detrás de home, posee oficio y jugadores instalados en el máximo escalón del beisbol estadounidense, entonces el reto se multiplica. Crece, además, porque Panamá entró por la puerta ancha al desbancar por 12-5 a los anfitriones de Taipéi de China, en desafío de 27 jits entre los dos conjuntos.

Del primer choque de Cuba habría que decir que, fue tan pálido el gasto ofensivo, que en ningún otro en estas lides la Mayor de las Antillas había quedado con saldo de tres incogibles. De esos cohetes, dos lo pegaron jugadores que no estaban en el proyecto de alineación, y que encontraron espacio por las lesiones a última hora de Alfredo Despaigne y Andy Ibáñez.

Uno de los sucedáneos fue Yoelquis Guibert, de excelentes presentaciones en los juegos de preparación. Él, quien tuvo la inmensa misión de ocupar el lugar de Alfredo Despaigne, capitán del equipo, nos dijo que «no puedo decir que me siento feliz por este debut, porque, aunque tuve un buen rendimiento, el equipo no ganó, y ese era el objetivo».

¿Pero no reconforta un tubey, un boleto y dos anotadas? Le preguntamos, sin embargo, insistió en que «el tema era vencer», aunque tampoco dejó de reconocer que «todo eso en un clásico, y sustituyendo a Despaigne, ayuda a pasar el mal momento inicial de la derrota. Yo soy de los que creo que saldremos adelante, tras este tropiezo, hay mucho equipo para eso».

Yadil Mujica reemplazó al ligamayorista pinero Andy Ibáñez, que al decir del doctor Francisco Montesinos, aun cuando no tiene fractura en uno de sus dedos, no podrá agarrar un bate hasta dentro de tres días. El matancero fue el que impulsó la primera del juego y del V Clásico Mundial, con un doblete al derecho, y también remolcó la segunda de su plantilla, con roletazo por la segunda base.

Es decir, los sustitutos además de dos de los tres imparables, anotaron las dos y también las remolcaron.

«Salí a hacer lo que sé, le conecté bien a la pelota y traje la primera; luego busqué chocar la bola para mi mano, con el objetivo de impulsar la que estaba en tercera. Estamos empezando ahora, y tenemos mucha potencialidad para revertir lo sucedido», dijo el yumurino.

El cienfueguero Yoan Moncada, jugador de los Medias Blancas de Chicago, en la MLB, expresó que fue un juego peleado, en el que no bateamos y no llegaron las carreras. «Hay que ir a buscar cada juego en lo adelante y tratar de lograr el triunfo».

«A mí me pasa como a mis compañeros, estuve bien, me sentí confiado en el trabajo que habíamos hecho antes de llegar aquí, pero caímos», aseguró Yariel Rodríguez, de certera labor en la lomita, en calidad de abridor. Sobre el cambio de rol, de relevista a iniciador del choque, «solo digo que los entrenadores me vieron las condiciones en pos de encarar la apertura. Me concentré en los rivales y así logré avanzar el juego, estoy listo para la tarea que me den, y pienso que vamos a seguir adelante. El de Países Bajos fue un partido tenso, pero no me parece que nos saque de competencia».

Wladimir Balentien es de esos oponentes que conquista el corazón de los que le adveran en el béisbol. «Me siento feliz porque los aficionados me piden que esté un año más. También lo estoy porque la fanaticada cubana es especial, he sentido el cariño de esa gente y es emocionante. Sí, somos muy amigos, con Despaigne y Moinelo jugué en Japón, compartimos momentos muy buenos. No, para nada somos enemigos, solo que cuando entramos al campo, uno defiende un uniforme y a eso hay que ponerle toda la bomba. Cuba jugó un gran partido, con tremendo pitcheo, pero tuvimos la suerte de hacer las carreras. Ojalá clasifiquemos los dos para la segunda vuelta y también a semifinales».

–¿Países Bajos le tiene tomada la medida a Cuba en pelota?

–No creo en nada de eso, simplemente cada vez que nos enfrentamos hay un buen beisbol, y por algo se decide el partido. Ahora estamos mejor nosotros, pero no siempre fue así. Yo creo que cada vez que salimos le regalamos a los aficionados una bonita pelota.

Después de pulsar el impacto en los jugadores tras el debut en el Intercontinental Beisbol Estadio, conversamos con el director Armando Johnson. Nos dijo que abriría frente a Italia con el zurdo guantanamero un partido que ya vimos, aunque cuando redactábamos estas líneas estaba por celebrarse.

Tanto para ese duelo como para el de Panamá, a las 11 de la noche, el mentor expuso la posibilidad de hacer movimientos a la ofensiva, con una posible entrada en la receptoría de Ariel Martínez, en lugar de Lorenzo Quintana. Dijo, además, que no cree que la responsabilidad con el equipo le esté pesando a los peloteros de Grandes Ligas que integran la nómina cubana. «Son hombres muy curtidos en la pelota que aún no han podido entrar en una forma que haga explotar sus potencialidades. Jugamos el día 8 este partido versus Países Bajos, es decir a menos de cinco días de su incorporación al grupo», afirmó.

Otro hándicap, según Johnson, es que ellos han jugado muy poco, incluso no cubrieron todos los partidos de entrenamiento con sus equipos de la pelota estadounidense. Pero el director cree que «podrán tributarle todo su talento al conjunto en este certamen».

Por el momento se necesitan esos dos triunfos y buscar en el último programa preliminar la victoria ante Taipéi de China. Hay que buscar ante Italia, en la tarde noche de aquí, seis de la mañana en Cuba, un triunfo que mantenga viva las esperanzas de avanzar a la segunda ronda, y en la misma noche cubana del propio jueves en la Mayor de las Antillas, Panamá será un reto, pues ya doblegó a Taipéi de China con soltura, al desbancarla por amplio marcador de 12-5.

Entiéndase ganar los tres seguidos, lo cual podría provocar un empate, incluso un triple empate para dilucidar el o los clasificados. O tal vez no sea necesario. Lo que está claro es que no es tarea fácil, por lo que apuntábamos de los italianos, y miren como Panamá les aguó la fiesta a los dueños de casa ayer. Por lo pronto, ganar es requisito indispensable.