El guion de los juegos preparatorios del equipo cubano al V Clásico Mundial se repite. En la mañana del lunes, noche en Taipéi de China, volvió a caer por estrecho margen de 3-1 ante la escuadra de la liga profesional de esa Isla, Guardianes de Fubon.
Ahora, además de la falta de productividad, el bateo fue muy pobre frente a un pitcheo poco exigente en cuanto a velocidad, con rectas de Serie Nacional, muy pocas por encima de 90 millas por hora; rompientes que tampoco se mostraron endiablados, aunque sí de exquisito control.
Es cierto que no se roban bases o no se intentan jugadas de corrido y bateo; pero en un juego como el segundo ante los Guardianes, poco se podía hacer debido a la escasez de hombres que llegaron a circulación.
De hecho, la única anotación sobrevino por una máxima en la producción de carreras, la de agredir con el corrido en las bases para alcanzar una almohadilla más. Roel Santos se lanzó desde primera para conquistar la tercera almohadilla, con un jit al izquierdo de Yoelquis Guibert, y después registró con elevado de sacrificio de Erisbel Arruebarruena.
Para la ofensiva es vital, en juegos de preparación como estos, tratar de hacer buenos contactos, y luego proponerse acciones más complejas. En ocasiones, no pocas, hemos visto a nuestros peloteros hacer swines muy grandes, con largos recorridos del bate, lo cual, al parecer, les impide golpear la bola con efectividad.
Por lo menos cuatro de los jugadores que han estado en estos topes, Alfredo Despaigne, Yadir Drake, Roel Santos y Arruebarruena serían titulares en el Clásico Mundial, junto a los que se incorporarán el fin de semana. Esa es la razón por la que se demanda una mejoría con los maderos.
El guion mantuvo el protagonismo del pitcheo, a pesar de que, a diferencia de la anterior salida, el zurdo matancero Naykel Cruz no tuvo los mismos estándares, fundamentalmente como consecuencia de problemas con su control. El abridor, José Ramón Rodríguez, permitió un jonrón para la única tolerada por él, en una presentación de calidad, como fue también la de Franklin Quintana, y aún mejor la del pinareño Liván Moinelo.
Aunque los lanzadores van cumpliendo cabalmente su rol, lo hacen con mucha tensión, o debajo en el marcador o muy cerrado. La más mínima pifia, y errar es de humano, el marcador se les vuelve adverso, como ha sucedido ahora.
En la cita mundialista ese estrés aumenta, por la competencia y por la calidad de los contrarios. De ahí la importancia de que algunos bates de peso en la alineación comiencen a mostrar su potencia.
Todavía hay tiempo para los ajustes. Sabemos que es posible tomarle el pulso a los maderos, y que hay en el equipo hombres muy competitivos que crecen con la misma exigencia del certamen.
Sin embargo, alguna señal desde ahora aportaría más tranquilidad a la afición, que lleva días madrugando junto a sus peloteros, y a la que, por mucho que se le explique que el objetivo ahora es evaluar a los jugadores, más que ganar un partido, no les es fácil entender una derrota.
Por lo pronto, es mejor que estas deudas queden en el actual proceso, en pos de que sean saldadas en la justa que comienza el próximo día 8.
Pero bienvenida esa afición, porque ella inspira y es fuente de energía para que sus ídolos se conviertan, ya en la lid, en los héroes de la familia cubana, cabalgando sobre el viaje de una pelota.








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RAÚL dijo:
1
28 de febrero de 2023
06:07:03
Oscar dijo:
2
28 de febrero de 2023
07:39:58
Hernan dijo:
3
28 de febrero de 2023
09:09:28
GMEM dijo:
4
28 de febrero de 2023
09:18:17
Oscar dijo:
5
28 de febrero de 2023
12:51:56
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