
Cuando hay pitcheo no hay bateo. La vieja sentencia beisbolera se posó en Okinawa, en la noche del pasado martes, sobre el partido entre el equipo de más títulos (22) de la pelota profesional japonesa, Gigantes de Yomiuri, y la selección cubana que se prepara de cara al V Clásico Mundial. El total de jits para las dos escuadras fue de 11, cuatro de ellos de los visitantes.
Tanto fue el dominio de los lanzadores de ambas plantillas, que ninguno de los imparables fueron impulsores de las dos únicas carreras del duelo, anotadas por el elenco nipón. Así es la pelota, redonda y se guarda en caja cuadrada.
El primer registro de los Gigantes llegó por jit, robo de segunda y un lanzamiento wild. Sí, el hombre anotó desde la intermedia, y así lo hizo también el del octavo episodio, tras dos inatrapables y otro envío escapado.
Pasar por experiencias como la del juego ante Yomiuri, aun cuando no se cuente todavía con el equipo completo y, en consecuencia, con más recursos ofensivos, es muy positivo. En el Clásico Mundial, desafíos de estas características pueden darse con frecuencia, por la calidad encima de los montículos y, además, por el nivel de las selecciones que concursan. Fortificar la defensa y ser muy certero en el control y en los comandos de pitcheo, si bien no dan carreras, las evitan. El resto, para definir el partido, sería encontrar las soluciones desde el ataque.
Solo dos cubanos pudieron pegar incogibles en ese choque, Erisbel Arruebarruena, y el hombre que mejor lo ha hecho con el madero en los encuentros preparatorios, Dayán García, con siete jits en 15 turnos. Ellos lograron dos cada uno.
Siete serpentineros desfilaron por la lomita local y tres lo hicieron en la cubana. Aunque no hubo transmisión televisiva, pudimos, mediante una página de las redes sociales, ver la apertura de Yariel Rodríguez, no tan rápido como lo estuvo en la liga japonesa, pero sí efectivo en los momentos en los que no se puede flaquear. El camagüeyano aceptó dos indiscutibles en igual cantidad de entradas, y ponchó a tres. El matancero Yoanni Yera, en tres capítulos le conectaron una trilogía de jits, y fue el autor del wild con el que sus adversarios registraron la primera y decisiva anotación. Marlon Vega cerró los últimos tres episodios, con dos cohetes permitidos y le pisaron home una vez.
Anoche, sin darnos tiempo a reflejarlo, por la diferencia de 14 horas, la afición disfrutó del juego ante los Halcones de Fukuoka, conjunto en el que los batazos de Alfredo Despaigne y Yurisbel Gracial han hecho historia, así como las curvas y rectas del zurdo pinareño Liván Moinelo. La designación del mayabequense Elián Leyva, uno de los mejores lanzadores de la Liga Arco, en México, para abrir, nos dio la oportunidad de ver a uno de los pitchers que debe aportar mucho a la causa antillana en la venidera cita mundialista.
Esa fue la última presentación de la familia beisbolera cubana en tierras niponas, pues mañana viajará hacia la sede del grupo A del Clásico Mundial, en Taichung, donde también tendrá otros topes y se le incorporará el resto de la nómina.








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Raudel Tamayo dijo:
1
23 de febrero de 2023
05:21:47
Ramón dijo:
2
23 de febrero de 2023
21:52:31
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