
La tercera edición del Festival Orizzonti Italia-Cuba, ventana al cine peninsular más reciente y también al del pasado, trae a las salas 23 y 12 y Acapulco, del 19 al 23 de junio, un grupo de propuestas, entre las cuales destacan las copias restauradas de cinco películas del inolvidable actor Marcello Mastroianni, tres de estas al servicio del realizador Vittorio de Sica.
Orizzonti transcurre en el contexto del centenario de Mastroianni (1924-1996) y del medio siglo de la muerte de De Sica (1901-1974).
Típico de la década de los años 60 del pasado siglo, fundamentalmente en Italia, el cine de sketches o de episodios halla en Ayer, hoy y mañana (Vittorio de Sica, 1963), una pieza nada desdeñable dentro de un modelo como este, que abrió la puerta a lo bueno, lo regular y lo peor.
El director italiano convoca a un equipazo de guionistas, compuesto por Eduardo de Filippo, Alberto Moravia, Cezare Zavattini, Bella Billa, Lorenza Zanuso e Isabella Quarantotti, para armar tres relatos breves centrados en los universos de tres mujeres pertenecientes a diferentes estamentos de la escalera social italiana: Adelina de Nápoles, la paridora y pícara mujer de pueblo; Ana de Milán, la aristócrata voluble y casquivana; y Mara de Roma, la prostituta de buenos sentimientos.
La principal fortaleza del laureado largometraje (Oscar al mejor filme extranjero, Bafta al mejor actor internacional para Mastroianni, y tres premios David di Donatello), es la claridad con que estas historias cortas son concebidas en el papel, el pulso con que las encauza la dirección a través de la puesta en pantalla, y el modo de defenderlas de Sophia Loren, en tres personajes con riqueza caracterológica e infinitud de matices que ella sabe añadir en su asunción.
Esta es su película, aunque a su lado, por supuesto, destaque, como siempre, la presencia de Marcello, ese eterno Marcello adorado por todos los amantes del cine, quien filmaría junto a la actriz otras dos películas para De Sica. El enyunte Mastroianni-Loren (un regalo visual y espiritual para tantos espectadores del planeta) le daría buen rédito a De Sica, sobre todo mediante una comedia tan vista e igualmente laureada como Matrimonio a la italiana (1964), merecedora de cuatro premios David di Donatello y el Globo de Oro al mejor filme extranjero.
Tras esta cinta, inspirada en la obra Filumena Marturano, de Eduardo de Filippo, el triángulo de Sica–Loren–Mastroianni alcanzaría su último enlace, por conducto de Los girasoles (1970), título recordable por la temperatura histriónica del dúo protagónico, la hermosa partitura de Henri Mancini, la composición fotográfica de Giuseppe Rotunno y el quehacer de la Loren, distinguida con el David di Donatello a la mejor actriz. Los guionistas (Cesare Zavattini, Tonino Guerra, Giorgi Mdivani) vuelven la vista a los tiempos de la pre y la posguerra, para situar, en tan complicado contexto, esta sugerente variación del tema ancestral de la partida del amante a un viaje y la duda del retorno.
Es el de Los girasoles uno de los guiones menos ortodoxos de Zavattini para De Sica: aquí no existe linealidad en la narración; hay mudas espaciales y analepsis… Pero el filme está lejos de incorporar aquella energía efervescente, visible en los trabajos del célebre dueto formado por el guionista y el director –dos emblemas del neorrealismo italiano–, desde Los niños nos miran (1944) y El limpiabotas (1946).
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Telesforo (Deutschland) dijo:
1
19 de junio de 2024
08:23:48
Julio Martínez Molina Respondió:
19 de junio de 2024
14:33:51
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