
foto: José Manuel Correa
Si pudiera tomársele el pulso a la intensidad de un día, la jornada de este jueves en La Cabaña, rompería los termómetros para bien, epílogo adelantado de la saga que podrá grabar la Feria Internacional de Turismo, FITCuba 2016, cuando clausure oficialmente el capítulo 36 de sus ediciones en la tarde-noche de hoy.
La jornada de la víspera comenzó a escribir sus primeras líneas con disímiles presentaciones sobre las oportunidades de varias entidades y organismos para crecer al ritmo de la locomotora turística.
A los atractivos de la actualización de la cartera de oportunidades del sector, se le añadió similar presentación, pero esta vez desde el portafolio de la Comercializadora de Servicios Médicos Cubanos S.A.
El doctor Jorge Alberto Miranda Quintana, presidente de esa entidad, ponderó los logros y fortalezas de nuestro sistema de salud, que lo han hecho acreedor de importantes reconocimientos internacionales. Y remarcó que una amplia gama de países se benefician de los productos y servicios que esta Comercializadora oferta.
Siete son las modalidades —y a la vez oportunidades— de esa carpeta: los servicios médicos asistenciales en Cuba, los académicos y docentes dentro del perfil de salud, los prestados en frontera, de eventos científicos, de salud para el bienestar y calidad de vida, aquellos inherentes a productos ópticos, farmacéuticos y de medicina natural y tradicional, así como los servicios profesionales en el extranjero.
Sobre la entidad que preside, la cual funge como una “gran sombrilla comercial” de otras instituciones, dijo que la principal fortaleza —como la de nuestra medicina en general— radica en la profesionalidad, competencias y valores éticos de sus recursos humanos.
La atención médica en Cuba es una oportunidad sui géneris para los clientes, valoró, por el know-how de los profesionales del sector en lo fundamental, pues “no solo se cura con modernas tecnologías”.
Más adelante, ahondó en las potencialidades de la Comercializadora, la cual dispone de 14 clínicas internacionales y 122 consultorios en hoteles, 13 universidades médicas y 25 facultades, algunas de ellas muy próximas a polos turísticos de grandes perspectivas.
Numerosas son las áreas de cara a hacer del turismo y la salud, más que una oferta, una alianza estratégica.
Previamente, el producto cultural cubano había devenido diana de atenciones de FITCuba 2016, cuya presentación estuvo a cargo de Abel Acosta Damas, viceministro de Cultura del país anfitrión.
Acosta Damas rompió el hielo con una aclaración introductoria: no tenemos necesidad de presentar un producto cultural, porque tenemos toda la cultura nacional a disposición del turismo. Y acto seguido, hizo un recuento de cómo surgió y se formó esta, que no se debió a ningún “descubrimiento”, porque ya existíamos. “Nadie nos descubrió, sino simplemente vinieron”, precisó.
Insistió también en las simientes que marcaron el surgimiento del criollo, la cubanidad y la cubanía. Y ello entendiendo a la cubanidad como amalgama de costumbres, formas de ser, que tienen que ver con el comportamiento y las tradiciones; mientras por cubanía se asume esa acepción que introduce valores y maneras propias de interpretar la libertad y la independencia, entre otros aspectos.
Tras un recorrido por ritmos autóctonos de Cuba, Acosta destacó además cómo la formación cultural se nutrió del background de un pensamiento de figuras ilustres, quienes pusieron a la intelectualidad en la vanguardia y guía hacia la búsqueda de la libertad, ayudando a crear así una identidad, un sentimiento nacional y un sello.
Lo anterior refuerza —dijo— la sinergia ineludible que desemboca en la tríada cultura-historia-cubanía, gracias a aquellos hombres que coadyuvaron a gestar el núcleo que llevó adelante la lucha por la independencia. Así, desde un Martí universal hasta un Fidel extraordinario (próximo a cumplir sus nueve décadas de vida), y un Sindo Garay que guardó para sí el privilegio de ser el único cubano que estrechara las manos de ambos; simbolismos todos de un país, una sociedad y una cultura.
Sobre la alianza entre esta última y el turismo, el vicetitular del Mincult ponderó que el principal propósito es que quienes vengan como turistas se inserten, beban de la cultura cubana y la vivan, conozcan a su gente, no solo a los artistas, que también es importante, sino a las mujeres y hombres de pueblo que son portadores de ese sistema de valores que nos distingue.
Tenemos una cultura autóctona, sólida, que no compila leyendas inventadas para una ocasión, aseveró.
SOBREVOLANDO LA CAPITAL CON OJOS DE GAVIOTA
La Habana sigue dando de qué hablar. Aunque ya no es noticia que está siendo una de las agasajadas en la más importante cita doméstica de la llamada industria del ocio, acapara la atención de quienes saben valorarla como el segundo destino turístico cubano y el primero, si de materia cultural se trata.
Ubicada entre los puntos más populares del Caribe, La Habana posee el principal puerto de entrada al país. De acuerdo con la delegada de turismo en la capital, Xonia Beltrán, por el Aeropuerto Internacional José Martí entra a Cuba el 47 % del total de visitantes, que en el 2015 ascendió a más de un 1 680 000, provenientes fundamentalmente de Estados Unidos, Francia, Italia, México, España, Reino Unido y Alemania.
Con 11 309 cuartos hoteleros, que representan la quinta parte de la planta de la Isla, y casi 2 000 viviendas y 4 700 habitaciones privadas que vienen a complementar el alojamiento, el sitio maravilla constituye un destino eminentemente de ciudad, en el que confluyen eventos, valores y culturas.
Esas cifras distan de la cantidad necesaria para responder a la demanda de un sector en franco ascenso, pero se vislumbra un panorama alentador. La responsable del turismo capitalino insistió en la prioridad que se le concede a la inmediata recuperación hotelera, el incremento de habitaciones particulares y un proceso riguroso de categorización y clasificación de las instalaciones.
Al referirse a formas de gestión no estatales, Beltrán dijo que existen ya 400 restaurantes o paladares habaneras, y que algunas ayudan a rescatar la comida criolla y trabajan estrechamente con agencias de viajes.
Era casi el mediodía en la segunda jornada matutina de FitCuba en La Cabaña, cuando Gaviota emprendió un vuelo especial que desmontó el quehacer de esa institución turística y su pista de despegue fue, por supuesto, La Habana.
En palabras de Frank País Oltuski, vicepresidente de Mercadotecnia del Grupo de Turismo Gaviota S.A., tras la reciente apertura de cuatro hoteles en Matanzas, Villa Clara y Ciego de Ávila, se hallan en explotación 62 instalaciones con 26 752 habitaciones, que significan más de un tercio de la capacidad nacional.
De las 3 800 nuevas habitaciones que tendrá globalmente Gaviota para principios del 2017, unas 1 000 radicarán en Cayo Guillermo y alrededor de 1 495 en el Cayo Las Brujas. Añadió Oltuski que también en Jardines del Rey se engrandece la Marina Gaviota de Cayo Coco, dueña de mejores medios y facilidades para el buceo, la pesca deportiva y la excursión Crucero del Sol.
Por otra parte, la Península de Icacos concluirá en los próximos meses la construcción de un nuevo Iberostar, con más de 800 habitaciones, y se ampliará el Paradisus Varadero. “Situada entre las más modernas del Caribe y reconocida como el más importante puerto turístico de Cuba, la Marina Gaviota Varadero es ya en la práctica una instalación especializada para yatistas”, reconoció el experto en Mercadotecnia.
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