ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
De izquierda a derecha el ensayista Aurelio Alonso, el escritor Pedro de la Hoz, Javier Dueñas, director de la Casa Editora Abril y el Historiador de La Habana Eusebio Leal durante la presentación del homenaje a Monseñor Car­los Manuel de Céspedes y al periodista recientemente fallecido Luis Báez. Foto: Juvenal Balán

A la presentación del libro Mon­señor Carlos Manuel de Céspedes se confiesa, en la Casa del ALBA Cul­­tural, le faltaron físicamente el pro­tagonista y uno de sus escritores. Sin embargo, el vacío de las ausencias se llenó con sus perennes legados y el recuerdo vívido de los presentes que, en sencillo homenaje, rememoraron la obra de Monseñor Car­los Manuel de Céspedes García Me­nocal (1936-2014) y del escritor Luis Báez, recientemente desaparecido.

El volumen, de la autoría de Báez y del también periodista Pedro de la Hoz, aúna 11 entrevistas realizadas durante el 2012 a quien fuera vicario episcopal del Arzobispado de La Habana, escritor, miembro de la Real Academia de la Lengua Es­pa­ñola y una de las figuras eclesiásticas más significativas de los últimos 50 años en Cuba, al de­cir del sociólogo y ensayista Aurelio Alonso.

Alonso, que tuvo a su cargo el prólogo de la edición rubricada por la Casa Editora Abril, señaló —du­rante la presentación— el privilegio que representaba rendir tributo a Carlos Manuel de Céspedes a través de sus palabras, pues habían cultivado una vieja amistad desde los años sesenta.

Descendiente del Padre de la Pa­tria, Monseñor Carlos Manuel se de­sem­peñó como rector del Seminario San Carlos y San Ambrosio, director del Secretariado General de la COCC, canciller del Arzobispado, miembro de varios departamentos del Conse­jo Episcopal Latinoamericano y con­sultor del Pontificio Consejo para la Cultura de la Santa Sede.

Sobre su labor, además, Alonso aseguró que tenía una presencia si­lenciosa y positiva en las instituciones eclesiásticas cubanas.

Otro de sus entrañables amigos, el Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal, también lo definió como un hombre bueno, de una increíble con­dición humana y de indiscutible leal­tad a su Patria.

“Siempre presidido por la esperanza, Carlos predicaba con una gran sencillez. Recibió el legado de un pasado que cada vez nos es tan ne­cesario y llenó el vacío de esa presencia de un eclesiástico ilustre que desde los tiempos de Espada quedó en la sociedad cubana”, expresó Leal.

Creo que este es un libro muy bello y de suma importancia, opinó el Historiador, antes de destacar las cualidades profesionales de Luis Báez, uno de sus autores.

Báez era una persona singular, de gran simpatía y periodista sagaz, dijo.

Por su parte, De la Hoz afirmó que antes de su deceso, Carlos Ma­nuel de Céspedes García Menocal revisó y aprobó la transcripción de las respuestas al exhaustivo cuestionario.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.

bryan vega dijo:

1

20 de febrero de 2015

17:21:44


monseñor era un hombre extraordinario , lo conocí personalmente. gracias a la vida por haberme dado esta oportunidad.