TOKIO.-Cuba crece ante el reto. Lo ha hecho su obra libertaria y emancipadora. Desde Céspedes hasta Marti, desde Martí hasta Fidel y Raúl, el legado germina en un pueblo al que le brotan seres humanos excepcionales: científicos, médicos, ingenieros, maestros, investigadores, obreros y oficiales. Mujeres y jóvenes cargan con esa historia llena de compromiso y punto de partida para nuevas victorias.
Le nace a esa Patria un hondo sentimiento por honrarla. Por empinada que sea la cima y escabroso el sendero, o más rápido, más alto o más fuerte, el adversario, ellos y ellas le ponen todo el corazón.
Palpitando, en la pista, en el colchón de lucha, en la canoa o en el ring de boxeo, en la tierra más bella que ojos humanos han visto no se durmió en 15 días, porque pueblo y atletas soñaron y vivieron una de las más extraordinarias actuaciones de la Mayor de las Antillas en los Juegos Olímpicos.
En Tokio-2020 se cumplió.
El lugar 14 es un privilegio que en 125 años solo lo han tenido otros 36 países, y fue tan arduo conquistarlo que por tercera vez, en todo ese tiempo, exigió siete preseas doradas a ese escaño, cuando el promedio en todas las citas anteriores era de 2,31 triunfos.
Se logró en unos Juegos que se negaron a morir, por la esperanza para la humanidad y porque tenía mucho que enseñar en el área de competencia: es récord que 93 naciones (por primera vez por encima de 90) se incluyan en el cuadro de medallas, y lo es también que 65 (Río de Janeiro-2016 y Atlanta-1997, tenían el tope en 57) hayan subido a lo más alto del podio.
Es extraordinaria la hazaña. Es una delegación pequeña, pero bien preparada, que venció el caro objetivo de estar entre los primeros 20 y, además, ocupó sitio en la quincena de vanguardia, coto sagrado para las mismas 36 nacionalidades, una minoría poderosa. Se pudo, por la efectividad medallista del 22,05 %, es decir, de cada cuatro atletas uno puso a su bandera en el mástil de premiaciones.
Es la hora de disfrutar la alegría, de recibir en el barrio a sus héroes, pero ya estamos rumbo a París-2024, analizando las lecciones de Tokio-2020: la cantidad de lesionados en el atletismo, los procesos del primer combate en judo y lucha libre, y la jerarquización de la prioridad en pos de un resultado como el logrado.
La inconformidad nos ha hecho grande, por eso Cuba resiste, lucha por su desarrollo y el bienestar, y cual campeona olímpica vence igual que sus atletas.
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Angela DURRUTHY-BEDAT dijo:
1
8 de agosto de 2021
09:39:27
Felicidades a la delegacion en especial para los campeones. Ahora les toca prepararse para Paris 2024 y sobre todo en los deportes colectivos como el voleibol, el béisbol o el balancesto. Seria lindo que esos deportes vuelvan a brillar!!!!!