(15 de diciembre de 2004)
Volviste, como también prometiste,
para compartir tus luchas bolivarianas con nosotros
Querido
hermano Hugo Chávez, Presidente de la República Bolivariana de
Venezuela;
Queridos miembros de la numerosa y
prestigiosa delegación del Gobierno venezolano que lo acompaña;
Queridos participantes en este acto;
Queridos invitados:
Para saber quién es Hugo Chávez hay
que recordar lo que dijo en el discurso pronunciado en el Aula Magna
de la Universidad de La Habana el 14 de diciembre de 1994, hace hoy
exactamente diez años.
He seleccionado unos cuantos de sus párrafos.
Aunque puedan parecer numerosos, verán cuánta riqueza de contenido
y sentido revolucionario encierran.
Al referirse al hecho de que yo lo
esperase en el aeropuerto, expresó con increíble modestia:
"Cuando recibí la inmensa y agradable sorpresa de ser esperado
en el aeropuerto internacional José Martí por él mismo en
persona, le dije: `Yo no merezco este honor, aspiro a merecerlo algún
día en los meses y en los años por venir'. Lo mismo les digo a
todos ustedes, queridos compatriotas cubano-latinoamericanos: Algún
día esperamos venir a Cuba en condiciones de extender los brazos y
en condiciones de mutuamente alimentarnos en un proyecto
revolucionario latinoamericano, imbuidos, como estamos, desde siglos
hace, en la idea de un continente hispanoamericano, latinoamericano
y caribeño, integrado como una sola nación que somos.
"En ese camino andamos, y como
Aquiles Nazoa dijo de José Martí, nos sentimos de todos los
tiempos y de todos los lugares, y andamos como el viento tras esa
semilla que aquí cayó un día y aquí, en terreno fértil, retoñó
y se levanta como lo que siempre hemos dicho —y no lo digo ahora
aquí en Cuba, porque esté en Cuba y porque, como dicen en mi
tierra, en el llano venezolano, me sienta guapo y apoyado, sino que
lo decíamos en el mismo ejército venezolano antes de ser soldados
insurrectos; lo decíamos en los salones, en las escuelas militares
de Venezuela—: Cuba es un bastión de la dignidad latinoamericana
y como tal hay que verla."
"Sin duda están ocurriendo
cosas interesantes en la América Latina y en el Caribe; sin duda
que ese insigne poeta y escritor nuestro, de esta América Nuestra,
don Pablo Neruda, tiene profunda razón cuando escribió que Bolívar
despierta cada cien años, cuando despierta el pueblo.
"Sin duda que estamos en una era
de despertares, de resurrecciones de pueblos, de fuerzas y de
esperanzas; sin duda, Presidente, que esa ola que usted anuncia o
que anunció y sigue anunciando en esa entrevista a la que me he
referido antes, Un grano de maíz, se siente y se palpa por toda la
América Latina."
"Nosotros
tuvimos la osadía de fundar un movimiento dentro de las filas del
ejército nacional de Venezuela, hastiados de tanta corrupción, y
nos juramos dedicarle la vida a la construcción de un movimiento
revolucionario y a la lucha revolucionaria en Venezuela, ahora, en
el ámbito latinoamericano.
"Eso comenzamos a hacerlo el año
bicentenario del nacimiento de Bolívar. Pero veamos que este próximo
año es el centenario de la muerte de José Martí, veamos que este
año que viene es el bicentenario del nacimiento del mariscal
Antonio José de Sucre, veamos que este año que viene es el
bicentenario de la rebelión y muerte del zambo José Leonardo
Chirinos en las costas de Coro, en Venezuela, tierra, por cierto, de
los ascendientes del prócer Antonio Maceo.
"El tiempo nos llama y nos
impulsa; es, sin duda, tiempo de recorrer de nuevo caminos de
esperanza y de lucha. En eso andamos nosotros, ahora dedicados al
trabajo revolucionario en tres direcciones fundamentales que voy a
permitirme resumir ante ustedes para invitarlos al intercambio, para
invitarlos a extender lazos de unión y de trabajo, de construcción
concreta.
"En primer lugar, estamos empeñados
en levantar una bandera ideológica pertinente y propicia a nuestra
tierra venezolana, a nuestra tierra latinoamericana: la bandera
bolivariana.
"Pero en ese trabajo ideológico
de revisión de la historia y de las ideas que nacieron en Venezuela
y en este continente hace doscientos años, en ese sumergirnos en la
historia buscando nuestras raíces, hemos diseñado y hemos lanzado
a la opinión pública nacional e internacional la idea de aquel Simón
Bolívar que llamaba, por ejemplo, a esa unidad latinoamericana para
poder oponer una nación desarrollada como contrapeso a la pretensión
del norte que ya se perfilaba con sus garras sobre nuestra tierra
latinoamericana; la idea de aquel Bolívar que desde su tumba casi,
ya en Santa Marta, dijo: `Los militares deben empuñar su espada
para defender las garantías sociales'; la idea de aquel Bolívar
que dijo que el mejor sistema de gobierno es el que le proporciona
mayor suma de felicidad a su pueblo, mayor suma de estabilidad política
y seguridad social.
"Esa raíz profunda, esa raíz
bolivariana, que está unida por el tiempo, por la historia misma a
la raíz robinsoniana, tomando como inspiración el nombre de Samuel
Robinson o Simón Rodríguez, a quien conocemos muy poco los
latinoamericanos porque nos dijeron desde pequeños: `El maestro de
Bolívar', y allí se quedó, como estigmatizado por la historia, el
loco estrafalario que murió anciano, deambulando como el viento por
los pueblos de la América Latina.
"Simón Rodríguez llamaba a los
americanos meridionales a hacer dos revoluciones: la política y la
revolución económica. Aquel Simón Rodríguez que llamaba a la
construcción de un modelo de economía social y un modelo de economía
popular, que dejó para todos los tiempos de América Latina, como
un reto para nosotros, aquello de que la América Latina no podía
seguir imitando servilmente, sino que tenía que ser original y
llamaba a inventar o errar. Ese viejo loco, para los burgueses de la
época, que andaba recogiendo niños ya anciano y abandonado, y que
decía: `Los niños son las piedras del futuro edificio republicano,
¡vengan acá para pulir las piedras para que ese edificio sea sólido
y luminoso!'"
"Nosotros, como militares,
andamos tras esa búsqueda, y hoy nos vamos más afianzados en la
convicción y en la necesidad de que el ejército de Venezuela tiene
que ser de nuevo lo que fue: un ejército del pueblo, un ejército
para defender eso que Bolívar llamó las garantías sociales."
"Sería una primera vertiente de
trabajo bien adecuada, Comandante: el próximo año del centenario
de la muerte de José Martí, estrechar ese trabajo ideológico, ese
binomio de Bolívar y Martí, como forma de levantar la emoción y
el orgullo de los latinoamericanos.
"La otra vertiente de nuestro
trabajo, para la cual también necesitamos estrechar nexos con los
pueblos de nuestra América, es el trabajo organizativo.
"En la cárcel recibíamos
muchos documentos de cómo el pueblo cubano se fue organizando después
del triunfo de la Revolución, y estamos empeñados en organizar en
Venezuela un inmenso movimiento social: el Movimiento Bolivariano
Revolucionario 200; y más allá, estamos convocando para este próximo
año a la creación del Frente Nacional Bolivariano, y estamos
llamando a los estudiantes, a los campesinos, a los aborígenes, a
los militares que estamos en la calle, a los intelectuales, a los
obreros, a los pescadores, a los soñadores, a todos, a conformar
ese frente, un gran frente social que enfrente el reto de la
transformación de Venezuela.
"En Venezuela nadie sabe lo que
puede ocurrir en cualquier momento. Nosotros, por ejemplo, que
estamos entrando en un año electoral, 1995, dentro de un año, en
diciembre, habrá en Venezuela otro proceso electoral, ilegal e ilegítimo,
signado por una abstención —ustedes no lo van a creer— del 90
por ciento en promedio; es decir, el 90 por ciento de los
venezolanos no va a las urnas electorales, no cree en mensajes de
políticos, no cree en casi ningún partido político.
"Este año nosotros aspiramos,
con el Movimiento Bolivariano, con el Frente Nacional Bolivariano,
polarizar a Venezuela. Los que van al proceso electoral —donde hay
gente honesta también que respetamos, pero en lo que no creemos es
en el proceso electoral—, ese es un polo; y el otro polo que
nosotros vamos a alimentar, a empujar y a reforzar es la solicitud
en la calle, con el pueblo, del llamado a elecciones para una
Asamblea Nacional Constituyente, para redefinir las bases
fundamentales de la república que se vinieron abajo; las bases jurídicas,
las bases políticas, las bases económicas, las bases morales
incluso, de Venezuela están en el suelo, y eso no se va a arreglar
con pequeños parches.
"Bolívar lo decía: `Las
gangrenas políticas no se curan con paliativos', y en Venezuela hay
una gangrena absoluta y total."
"Un mango madura cuando está
verde, pero un mango podrido jamás va a madurar; de un mango
podrido hay que rescatar su semilla y sembrarla para que nazca una
nueva planta. Eso pasa en Venezuela hoy. Este sistema no tiene
manera de recuperarse a sí mismo."
"Nosotros no desechamos la vía
de las armas en Venezuela, nosotros seguimos teniendo, y lo dicen
las encuestas del mismo gobierno, más del 80 por ciento de opinión
favorable en los militares venezolanos, en el ejército, en la
marina, en la fuerza aérea y en la Guardia Nacional."
"A pesar de todo eso, ahí
tenemos una fuerza y, además de todo eso, tenemos un altísimo
porcentaje de los venezolanos, especialmente, queridos amigos, ese
60 por ciento de venezolanos tampoco lo van a creer ustedes en
pobreza crítica.
"Increíble, pero es cierto: en
Venezuela se esfumaron 200 mil millones de dólares en 20 años. ¿Y
dónde están? me preguntaba el Presidente Castro. En las cuentas en
el exterior de casi todos los que han pasado por el poder en
Venezuela, civiles y militares que se enriquecieron al amparo del
poder.
"En esa inmensa mayoría de
venezolanos, nosotros tenemos un tremendo impacto positivo y ustedes
comprenderán que, al tener esas dos fuerzas, estamos dispuestos a
dar el todo por el todo por el cambio necesario en Venezuela. Por
eso decimos que no desechamos la vía de utilizar las armas del
pueblo que están en los cuarteles para buscar el camino si este
sistema político decide, como parece haber decidido, atornillarse
de nuevo y buscar recursos para manipular y engañar.
"Nosotros estamos pidiendo Constituyente, y el año que viene
ya les dije vamos a empujar esta salida como recurso estratégico de
corto plazo.
"Es un proyecto de largo plazo, es un proyecto de un horizonte
de 20 a 40 años, un modelo económico soberano; no queremos seguir
siendo una economía colonial, un modelo económico
complementario."
"Es un proyecto que nosotros hemos lanzado ya al mundo
venezolano con el nombre de Proyecto Nacional `Simón Bolívar',
pero con los brazos extendidos al continente latinoamericano y
caribeño. Un proyecto en el cual no es aventurado pensar, desde el
punto de vista político, en una asociación de Estados
latinoamericanos. ¿Por qué no pensar en eso, que fue el sueño
original de nuestros libertadores? ¿Por qué seguir fragmentados?
Hasta allí, en el área política, llega la pretensión de ese
proyecto que no es nuestro ni es original, tiene 200 años, al
menos.
"Cuántas experiencias positivas en el área cultural, en el área
económica en esta economía de guerra en la que vive Cuba prácticamente,
en el área deportiva, en el área de la salud, de la atención a la
gente, de la atención al hombre, que es el primer objeto de la
patria, el sujeto de la patria.
"En esa área o en esa tercera vertiente, en el proyecto político
transformador de largo plazo, extendemos la mano a la experiencia, a
los hombres y mujeres de Cuba que tienen años pensando y haciendo
por ese proyecto continental."
"El siglo que viene, para nosotros, es el siglo de la
esperanza; es nuestro siglo, es el siglo de la resurrección del sueño
bolivariano, del sueño de Martí, del sueño latinoamericano.
"Queridos amigos, ustedes me han honrado con sentarse esta
noche a oír estas ideas de un soldado, de un latinoamericano
entregado de lleno y para siempre a la causa de la revolución de
esta América nuestra" (Aplausos).
Había un pensamiento político y económico revolucionario
perfectamente estructurado, coherente, una estrategia y una táctica.
Bastante antes de lo que entonces podía pensarse, el proceso
bolivariano derrotaría a la oligarquía en limpia lid prácticamente
sin recursos, y la convocatoria a la Asamblea Constituyente de que
nos habló Chávez se llevó a cabo. Una revolución profunda se
iniciaba en la gloriosa patria de Bolívar.
Como pudieron apreciar, en aquel discurso él declaró con toda
franqueza: nosotros no desechamos la vía de las armas en Venezuela.
En las largas horas de conversaciones e intercambios que sostuvimos
durante su visita, este importante tema fue uno de los puntos
abordados.
El líder bolivariano prefería la conquista del poder sin
derramamientos de sangre. Tenía, sin embargo, gran preocupación de
que la oligarquía, por su parte, acudiera al recurso del golpe de
estado con la complicidad del alto mando militar para detener el
movimiento desatado por los oficiales rebeldes el 4 de febrero de
1992.
Recuerdo que me dijo: Nuestra línea es evitar situaciones graves y
derramamientos de sangre; nuestra perspectiva es crear alianzas de
fuerzas sociales y políticas, porque podríamos en 1998 lanzar una
vigorosa campaña con una importante fuerza electoral, el apoyo de
la población y amplios sectores de las Fuerzas Armadas, para llegar
al poder por esa vía tradicional. Creo que esa es nuestra mejor
estrategia.
No olvido el lacónico pero sincero comentario que le hice: Ese es
un buen camino.
Tal como él dijo, ocurrió: en 1998 el movimiento bolivariano, una
alianza de fuerzas patrióticas y de izquierda creada y dirigida por
él, con el apoyo del pueblo, la simpatía y la solidaridad de la
mayoría de los militares, en especial de los oficiales jóvenes, en
las elecciones de ese año obtiene una contundente victoria. Toda
una lección para los revolucionarios de que no hay dogmas ni
caminos únicos. La propia Revolución Cubana fue también una
prueba de ello.
Hace mucho tiempo albergo igualmente la más profunda convicción de
que, cuando la crisis llega, los líderes surgen. Así surgió Bolívar
cuando la ocupación de España por Napoleón y la imposición de un
rey extranjero crearon las condiciones propicias para la
independencia de las colonias españolas en este hemisferio. Así
surgió Martí, cuando llegó la hora propicia para el estallido de
la Revolución independentista en Cuba. Así surgió Chávez, cuando
la terrible situación social y humana en Venezuela y América
Latina determinaba que el momento de luchar por la segunda y
verdadera independencia había llegado.
La batalla ahora es más dura y difícil. Un imperio hegemónico, en
un mundo globalizado, la única superpotencia que prevaleció después
de la guerra fría y el prolongado conflicto entre dos concepciones
políticas, económicas y sociales radicalmente diferentes,
constituye un enorme obstáculo para lo único que hoy podría
preservar, no solo los más elementales derechos del ser humano,
sino incluso su propia supervivencia.
Hoy la crisis que atraviesa el mundo no es ni puede ser de un solo
país, de un subcontinente o de un continente; es también global.
Por ello, tal sistema imperial y el orden económico que ha impuesto
al mundo son insostenibles. Los pueblos decididos a luchar, no solo
por su independencia, sino también por la supervivencia, no pueden
ser jamás vencidos, incluso si se trata de un solo pueblo.
Es imposible ignorar lo que ha ocurrido en Cuba durante casi medio
siglo y los enormes avances sociales, culturales y humanos
alcanzados por nuestro país a pesar del bloqueo económico más
prolongado que se conoce en la historia. Imposible ignorar lo
ocurrido en Vietnam. Imposible ignorar lo que está hoy ocurriendo
en Iraq.
Lo que ocurre hoy en Venezuela es otro impresionante ejemplo. Ni
golpe de estado, ni golpe petrolero, ni referendo revocatorio con el
apoyo de la casi totalidad de los medios masivos, pudieron impedir
una victoria aplastante del movimiento bolivariano que alcanzó casi
un 50 por ciento más de votos a favor del NO el 15 de agosto, y
otro colosal triunfo en 23 de las 25 gobernaciones regionales, un
hecho sin precedentes que el mundo contempla con asombro y simpatía.
La batalla, además, se desarrolló dentro de las mismas normas y
reglas que el imperio ha impuesto para debilitar y dividir a los
pueblos e imponer su podrida y desprestigiada democracia
representativa.
En aras del tiempo, no hablo sobre otros temas muy actuales e
importantes, incluido nuestro Ejercicio Estratégico Bastión 2004,
expresión de la resuelta decisión del pueblo cubano de luchar,
como lo ha hecho durante 46 años de creación y de combate.
Permítaseme tan solo expresarles que un día histórico tan simbólico
y trascendente como este, en que se cumplen diez años del primer
encuentro de Chávez con nuestro pueblo, el Consejo de Estado de la
República de Cuba ha decidido otorgarle una segunda condecoración
(Aplausos). Ya recibió la Orden "José Martí", nuestro Héroe
Nacional, inspirador de los combatientes que en el centenario de su
nacimiento quisieron tomar el cielo por asalto e iniciaron la lucha
por la definitiva independencia de Cuba.
Martí, admirador de Bolívar, bolivariano hasta la médula,
compartió con este, hasta la muerte, su sueño de liberación y unión
de los países de nuestra América: "...ya estoy todos los días
en peligro de dar mi vida por mi país y por mi deber —puesto que
lo entiendo y tengo ánimos con que realizarlo— de impedir a
tiempo con la independencia de Cuba, que se extiendan por las
Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre
nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es
para eso", escribió horas antes de su muerte en combate. Para
nosotros, José Martí fue como un Sucre: al servicio de la libertad
alcanzó con su pensamiento lo que el gran mariscal de Ayacucho
alcanzó con su gloriosa espada. Sentimos el orgullo de pensar que
en 1959, 63 años después de su muerte, llevando los combatientes
como estandarte sus ideas, emerge victoriosa la Revolución Cubana.
Hoy añadimos a la Orden "José Martí", entregada al
Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, la Orden
"Carlos Manuel de Céspedes", Padre de la Patria
(Aplausos), iniciador de la primera guerra por la independencia el
10 de octubre de 1868, que siendo dueño de tierras y una industria
azucarera, liberó a los esclavos que en ambas laboraban el mismo día
que se alzó en armas contra el coloniaje español.
De la gran patria de Bolívar, dijo Céspedes un día:
"Venezuela, que abrió a la América española el camino de la
independencia y lo recorrió gloriosamente hasta cerrar su marcha en
Ayacucho, es nuestra ilustre maestra de libertad..."
Como colofón de este histórico acto, al cumplirse precisamente el
décimo aniversario de la primera visita de Chávez a Cuba, y de su
discurso en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, ambos
gobiernos firmarán esta noche una Declaración Conjunta sobre el
ALBA, concepción bolivariana de la integración económica, y un
acuerdo bilateral para comenzar su aplicación, que harán historia.
Hugo: tú dijiste hace diez años que no merecías los honores que
estabas recibiendo de quienes adivinamos en ti las cualidades de un
gran revolucionario, cuando fueron llegando noticias de tu historia,
tu conducta y tus ideas mientras guardabas prisión en la cárcel de
Yare.
Tu capacidad organizativa, tu magisterio con los oficiales jóvenes,
tu hidalguía y firmeza en la adversidad, te hacían acreedor de
aquellos y otros muchos honores.
Prometiste volver un día con propósitos y sueños realizados.
Volviste y volviste gigante, ya no solo como líder del proceso
revolucionario victorioso de tu pueblo, sino también como una
personalidad internacional relevante, querida, admirada y respetada
por muchos millones de personas en el mundo, y de modo especial por
nuestro pueblo (Aplausos).
Hoy nos parecen pocos los merecidos honores de que hablaste y las
dos condecoraciones que te hemos otorgado. Lo que más nos conmueve
es que volviste, como también prometiste, para compartir tus luchas
bolivarianas y martianas con nosotros.
¡Vivan Bolívar y Martí! (Exclamaciones de: "¡Viva!")
¡Viva la República Bolivariana de Venezuela! (Exclamaciones de:
"¡Viva!")
¡Viva Cuba! (Exclamaciones de: "¡Viva!")
¡Que perduren para siempre nuestros lazos de hermandad y
solidaridad!
(Ovación)
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