REFLEXIONES DEL COMPAÑERO FIDEL
¿Quién quiere entrar en el basurero?
Por casualidad me enteré de que la OEA existía, al leer hoy un
cable de Internet con el artículo de Georgina Saldierna, publicado
en La Jornada, titulado "Descarta Insulza que Cuba pueda ser
reaceptada de inmediato en la OEA". Nadie se acordaba de ella. Véase
el carácter antediluviano del argumento.
"El secretario general de la Organización de Estados Americanos
(OEA), José Miguel Insulza, descartó ayer que Cuba se pueda
reincorporar de inmediato al organismo multilateral, entre otras
razones porque no hay consenso sobre el tema entre sus miembros."
"Por su lado, Insulza consideró que un requisito que tendría que
cumplir Cuba para su plena reincorporación a la OEA es atender las
normas de la organización, entre las cuales se incluye la Carta
Democrática Interamericana y la Convención de Derechos Humanos."
Si no es suficiente para divertirse, vea el artículo de Antonio
Caño, de El País el 21 de febrero de 2008, "El aislamiento de
la isla sólo sirve para perpetuar la agonía del régimen".
"Una de las voces más autorizadas del exilio cubano, el
empresario Carlos Saladrigas, confía en que la dimisión de Fidel
Castro puede ser ‘la puerta que abre definitivamente al cambio’ y
pide a la comunidad cubana de Miami y al Gobierno de Estados Unidos
que actúen con ‘prudencia’ y con ‘voluntad conciliadora’, con el fin
de no desaprovechar esta oportunidad.
"Saladrigas, que preside una pequeña organización llamada Grupo
de Estudios Cubanos, integrada en un colectivo de otras asociaciones
políticas y de derechos humanos conocido como Consenso Cubano, ha
gastado en los últimos años millones de su fortuna particular para
poner en marcha un embrión de alternativa moderada y centrista a los
viejos dirigentes radicales que dominaban la comunidad cubana en
Estados Unidos. En el páramo de liderazgo en que quedó Miami tras la
muerte de Jorge Mas Canosa, Saladrigas es una voz respetada entre
los círculos intelectuales, y escuchada por los medios de
comunicación y los diplomáticos extranjeros.
"En una conversación telefónica desde la República Dominicana,
Saladrigas declaró: ‘seguir aislando a Cuba sólo sirve para
perpetuar la agonía del régimen.’
"‘Este es un momento de gran esperanza, tanto para los cubanos
del exilio como para los disidentes en el interior.
"‘El exilio debe ayudar estimulando los pasos que se vayan dando
en Cuba, no rechazándolos. Las transiciones se hacen paso a paso.
"‘Hay que conseguir que el régimen le pierda el miedo al exilio;
cuanto menos miedo tenga, más rápido va a ir todo.’ El cambio, en su
opinión, es imparable."
"En Florida vive un millón de cubanos con recursos suficientes
como para revitalizar la maquinaria económica de la isla en muy poco
tiempo si se dan las condiciones adecuadas, que deben de ser creadas
tanto por Estados Unidos como por Cuba. El primero, levantando las
restricciones a los ciudadanos norteamericanos para invertir en la
isla, y el segundo, legalizando la propiedad privada y la actividad
económica extranjera.
"Una vez que se den esas condiciones, en opinión de Saladrigas,
las reformas políticas serán automáticas. La medida más urgente
sería la liberación de los presos políticos. Cumplido eso, y abierta
la puerta a la inversión, el exilio podría convertirse en el mayor
fondo de ayuda que ninguna transición política ha conocido en la
historia, afirma."
Carlos Saladrigas me suena en el oído como nombre y apellido que
escuché muchas veces cuando, como colegial de 18 años, concluía mis
estudios en el quinto y último curso de Bachillerato. Era el
candidato escogido por Batista al terminar el último año de su
mandato constitucional. Antes había sido su Primer Ministro. Estaba
finalizando la segunda guerra mundial.
¡Qué barato nos quiere comprar el nuevo Carlos Saladrigas! Con el
dinero de Miami, "el mayor fondo de ayuda que ninguna transición ha
conocido en la historia", algo que Estados Unidos no ha podido
lograr con todo el dinero del mundo.
La realidad es otra y esta no se oculta a los que observan con
realismo los acontecimientos que tienen lugar en Cuba.
Un artículo de David Brooks, publicado hace menos de 12 horas en
el diario La Jornada, de México, bajo el título "Estados
Unidos relegado a simple espectador de la transición política en
Cuba", utiliza argumentos dignos de subrayarse.
"Nueva York, 20 de febrero.—No cesa de asombrar cómo uno de los
países más pequeños del mundo obliga a que los líderes políticos,
empresariales, mediáticos y académicos del país más poderoso del
mundo tengan que responder ante sus decisiones de hacer o no hacer,
cambiar o no, o simplemente dejar todo en misterio.
"Durante las últimas 24 horas el presidente George W. Bush, los
altos funcionarios de su Departamento de Estado, su Consejo de
Seguridad Nacional, legisladores federales, los precandidatos
presidenciales y otras figuras políticas de primer nivel, analistas
políticos y los principales centros de política exterior, todos los
principales medios impresos y electrónicos, agrupaciones de derechos
humanos, y más, han respondido a la decisión de Fidel Castro de no
postularse por otro período.
"Mientras se procede con una transición política en Cuba, nadie
aquí espera algún cambio durante los pocos meses que quedan de la
presidencia de George W. Bush, el décimo presidente estadounidense
que prometió imponer cambios en la isla, sólo para acabar su período
con Fidel Castro aún definiendo la política de su propio país y
desafiando al superpoder.
"Y una vez más, Washington y todos los expertos fueron reducidos
a simples espectadores y tuvieron que reconocer que la transición es
la determinada por Cuba, y no el resultado de la política que
Washington ha promovido durante medio siglo."
"Julia Sweig, experta en la relación bilateral y directora del
programa de América Latina para el Council on Foreign
Relations, subrayó¼ que se debería haber levantado el embargo y
otras restricciones que sólo han limitado a la política exterior
estadounidense justo en este tipo de coyuntura.
"El ex coronel Lawrence Wilkerson —mano derecha del general Colin
Powell y ahora copresidente de la Iniciativa de política EU-Cuba del
New America Foundation—, consideró una vez más que esta
coyuntura ofrece una oportunidad para cambiar la postura
estadounidense, aunque admitió que ‘nuestra política hacia Cuba es
un fracaso’ y no habrá ningún cambio bajo esta presidencia. Los
precandidatos y otros deberían iniciar una evaluación de esta
política, incluyendo cosas obvias como levantar la prohibición de
viajes y algunos aspectos del embargo, para que el próximo ocupante
de la Casa Blanca pueda implementar algunos cambios.
"El New York Times hace eco de estas perspectivas en su
editorial de hoy, indicando que el gobierno de Bush ha hecho todo lo
posible ‘para asegurar que no tiene la oportunidad de influir en los
eventos’ en Cuba. ‘En nombre de apretar el fracasado embargo, ha
hecho mucho más difícil para académicos, artistas y gente religiosa
viajar a Cuba y difundir la buena palabra sobre la democracia.’
El Times propone dejar a un lado los intereses de Miami, aun si
es particularmente difícil en un año electoral para abrir
comunicación directa con Cuba y ‘los sucesores del señor Castro’.
"Con el anuncio de Castro desde La Habana, la dinámica política
dentro de Estados Unidos también puede cambiar. Los tres principales
precandidatos se pronunciaron sobre el asunto ayer, con el
republicano John McCain y la demócrata Hillary Clinton repitiendo la
retórica de siempre de que Cuba tiene que demostrar cambios antes de
que Washington considere un cambio de su política.
"El demócrata Barack Obama —quien en 2003 como candidato al
Senado abogó por levantar el embargo— ha condicionado su posición
ahora, pero es el único que ha favorecido aflojar las restricciones
a viajes y el envío de fondos a la isla, y ayer dijo que si hay
muestras de un cambio hacia la democratización en la isla, ‘Estados
Unidos debe estar preparado para dar pasos hacia la normalización de
las relaciones y suavizar el embargo’."
"‘Hemos tenido una mala política durante 50 años, por razones que
no tienen nada que ver con Cuba’, declaró el representante federal
Charles Rangel, presidente de uno de los comités más influyentes del
Congreso, reportó el Wall Street Journal. Varios legisladores
más perciben este momento como una apertura posible para promover
cambios en la política bilateral.
"El sector empresarial, que desde hace años ha manifestado su
oposición al embargo, también podría ver esta como una oportunidad
para redoblar esfuerzos para cambiar la política estadounidense, con
el apoyo bipartidista de legisladores y gobernadores que ven el
mercado cubano como algo más atractivo que mantener una posición
ideológica alineada con un presidente y su gobierno cada vez más
desprestigiado en Washington.
"Al parecer, la transición en Cuba podría provocar una transición
dentro de Estados Unidos. Pero tal vez Washington y Miami son más
renuentes al cambio que La Habana."
Como pueden apreciar los lectores, he trabajado poco mientras
espero la decisión trascendente del 24.
Ahora sí estaré varios días sin usar la pluma.

Fidel Castro Ruz
Febrero 22 de 2008
5 y 56 p.m.