Declaración Política de Jefes de Estado y de Gobierno Petrocaribe

Cuando en el mes de junio del año 2005 por decisión soberana de nuestros Gobiernos asumimos el enorme reto de conformar PETROCARIBE, lo hicimos conscientes de que se trataba del inicio de un proceso que dejaría en el pasado largas décadas de aislamiento impuesto por el dominio colonial de las grandes potencias. Textualmente señalamos que "en el contexto del orden económico internacional injusto, heredado del colonialismo y el imperialismo, e impuesto por los países desarrollados y ricos, la actual coyuntura energética mundial, caracterizada por el enorme despilfarro de las sociedades consumistas, la disminución de las capacidades disponibles de producción y la especulación, que se traducen en el incremento de los precios de los hidrocarburos, afectan negativamente y de manera creciente el desempeño económico, así como la situación social de los países del Caribe. En la mayoría de los casos las exportaciones de estos países se ven aún más afectadas por la caída de los precios de sus productos, principalmente agrícolas, como los casos del azúcar y el banano, entre otros".

De esta situación deriva la necesidad de contar con términos de acceso y formas de suministro energético seguras y, en tales condiciones, que los precios no se conviertan en un fuerte obstáculo para el desarrollo económico-social.

Dos años han transcurrido desde la firma del acuerdo que da nacimiento a esta iniciativa energética y de cooperación social. Tiempo corto si lo juzgamos desde la perspectiva histórica. Pero muy provechoso si examinamos los avances y logros alcanzados en materia energética e iniciativas de carácter social que han beneficiado a los sectores más pobres de nuestras naciones.

A pesar de los tropiezos y las limitaciones, en muchos de los casos impuestos por la lentitud de las dinámicas gubernamentales, el saldo neto de PETROCARIBE es favorable, diríamos altamente positivo. Veamos algunos datos:
" Hasta la fecha se han constituido cinco (05) Empresas Mixtas para el desarrollo de las operaciones previstas en el acuerdo.
" Hemos suscrito once (11) contratos de suministro entre PDVSA y los entes encargados en cada país.
" La cuota global PETROCARIBE alcanza ya setenta y seis mil barriles diarios (76.000 MBD), y el suministro real se sitúa en sesenta y seis mil barriles diarios (66.000 MBD).
" La factura de suministro monta los dos mil trescientos ochenta y siete millones de dólares americanos (2.387, MM USD$) con un ahorro neto global (financiamiento del 40% de la factura) de cuatrocientos treinta y siete millones de dólares americanos (437 MM USD$).
" La instalación de plantas de llenado y distribución de bombonas de GLP en Dominica y San Vicente y las Granadinas reflejan avances significativos que han impactado positivamente la economía familiar de los más humildes.
" La construcción de la infraestructura para el almacenamiento y la distribución de combustible como el sistema de tanques de Dominica (próximo a ser terminado) y la elaboración del estudio de impacto ambiental para la construcción de una Refinería de diez mil barriles diarios (10.000 MBD).
" El desarrollo de los programas sociales en las áreas de vivienda, salud y educación, a partir de la utilización del Fondo Alba Caribe, así como de los fondos de cooperación y del fondo constituido con el 40% de la factura petrolera, constituyen una expresión palpable del componente social del Acuerdo PETROCARIBE en estos dos años.

Este proceso de PETROCARIBE ha marchado de forma paralela al desarrollo de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que está marcando el nuevo rumbo de la integración con justicia social, haciendo posible el intercambio justo, ampliando la solidaridad entre Cuba, Bolivia, Nicaragua, Haití y Venezuela, a través de los programas sociales como la Misión Milagro, y desplegando los nuevos proyectos Grannacionales para la integración productiva de las economías y el comercio entre los países que la integran.

El ALBA ha merecido el reconocimiento de varios países del CARICOM. Es así como en la Declaración suscrita por Antigua y Barbuda, Dominica, y San Vicente y Las Granadinas el día 17 de febrero de 2007, se señala que "en adelante forjaremos un entendimiento abierto y amistoso entre nuestros gobiernos con los Estados signatarios del ALBA y el Tratado de Comercio de los Pueblos, de manera que sus beneficios sociales y las posibilidades de un desarrollo económico sustentable con independencia y soberanía sea igual para todos". Y esto es así porque PETROCARIBE es una expresión de la correcta política del ALBA para el manejo autónomo de los recursos energéticos, imprescindibles para alcanzar la independencia y el desarrollo económico con bienestar social para nuestros pueblos.

En esta III Cumbre de PETROCARIBE, debemos reafirmar que la consolidación de nuestra integración energética es tan solo un instrumento de la gran alianza política estratégica que necesitamos seguir construyendo entre todos. La utilización de la palanca energética debe permitirnos el avance hacia formas superiores de integración económica, social y política, para transformar al Caribe y a toda América Latina en un gran bloque en el escenario del mundo pluripolar que está en proceso de configuración.

La seguridad energética alcanzada con un suministro confiable y oportuno, el aumento de la capacidad de almacenamiento y la estabilidad económica que implica el esquema de financiamiento que asegura un precio justo y accesible a los recursos energéticos, con el consecuente impacto positivo en la estructura de costo - precio de los productos de consumo masivo de la población, así como el aumento de la capacidad financiera de los Estados mediante el ahorro generado por el financiamiento del 40% de la factura energética, se convierten en fortalezas que deben aprovecharse en función de alcanzar nuevos objetivos.

La fase de consolidación en la cual entra PETROCARIBE a partir de esta III Cumbre debe trascender el ámbito energético para ubicarse en los espacios de la integración productiva y el desarrollo social, a través de:
a) La creación de empresas mixtas para la inversión productiva que nos permitan desarrollar nuestras capacidades de manera conjunta y ampliar los mercados.
b) El establecimiento de acuerdos de compra de productos (cupos de productos) por parte de los países de mayor desarrollo relativo a los países de menor desarrollo, en los rubros de: producción de pollo, pesca, azúcar, bananos, entre otros.
c) La construcción de infraestructura hotelera para la explotación conjunta de la actividad turística.
d) La eliminación de todo tipo de barreras y limitaciones por parte de los países de mayor desarrollo relativo a las exportaciones de productos y bienes generados en los países de menor desarrollo relativo.
e) Articulación de la instrumentación de los programas sociales comunes para optimizar su impacto y el logro de los objetivos propuestos.
f) Desarrollo conjunto del transporte aéreo y marítimo en tanto que requisito indispensable para la integración real. Esto pudiera lograrse a corto plazo, mediante la modalidad del uso conjunto de la capacidad financiera lograda con el ahorro generado con el 40% de la factura energética.

El cumplimiento de estos objetivos es fundamental para el relanzamiento del acuerdo histórico de PETROCARIBE y su convergencia con las iniciativas de integración en curso. Significaría, además, la correcta utilización-como nunca antes-de los recursos energéticos en función del bienestar social de nuestros pueblos. En este sentido nos complace la presencia de Nicaragua y Haití, en esta Cumbre, naciones hermanas que mantienen importantes convenios energéticos bilaterales con Venezuela y están avanzando en la superación de los graves problemas derivados de sus escasas fuentes de energías.

El mundo se aproxima de forma segura a una crisis energética de gran dimensión. La sustitución de las fuentes de energía fósil por otras alternativas luce todavía muy cuesta arriba por los elevados costos de producción. Todo parece indicar que el petróleo seguirá siendo un producto muy apetecible por las grandes potencias que lo necesitarán cada vez en mayor cuantía, para sostener sus economías consumistas.

De allí que no tengamos tiempo que perder. O lo hacemos ahora o no lo haremos nunca. O utilizamos el petróleo para impulsar ahora el desarrollo diversificado y conjunto de nuestras naciones, o estaremos condenados a perecer víctima de las grandes potencias.
PETROCARIBE continuará siendo la oportunidad para alcanzar este gran objetivo. Con la satisfacción de haber avanzado en estos dos años y confiados en que el contenido de esta declaración se cumplirá para su consolidación y el bienestar social de nuestros pueblos, la suscribimos en Caracas a los once días del mes de agosto del año 2007.

Por Antigua y Barbuda
Baldwin Spencer
Primer Ministro

Por Belice
Said Musa
Primer Ministro

Por la República de Cuba
Carlos Lage Dávila
Vicepresidente del Consejo de Estado

Por la Mancomunidad de Dominica
Roosevelt Skerrit
Primer Ministro

Por la República Dominicana
Miguel Mejías
Secretario de Estado

Por Grenada
Gregory Bowen
Vice Primer Ministro

Por la República Cooperativa de Guyana
Samuel Hinds
Primer Ministro

Por la República de Haití
René Préval
Presidente de la República

Por Jamaica
Phillip Paulwell
Ministro de Industria Tecnología, Energía y Comercio de Jamaica

Por la República de Nicaragua
Daniel Ortega Saavedra
Presidente de la República

Por San Vicente y las Granadinas
Ralph Gonsalves
Primer Ministro

Por la Federación de San Cristóbal y Nieves
Denzil Douglas
Primer Ministro

Por la República de Surinam
Gregory Rusland
Ministro de Recursos Naturales

Por la República Bolivariana de Venezuela
Hugo Chávez Frías
Presidente de la República

 

 

 

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