Hoy, en la patria nueva, en la Patria verdaderamente
libre, los científicos, los investigadores, tienen todas las
oportunidades, sobre todo, la gran oportunidad de que cada una de las
cosas que realicen, cada uno de los esfuerzos que hagan, van a
beneficiar directamente a su pueblo y a su patria. Hoy tienen la
satisfacción de saber que hay un gobierno revolucionario que busca la
verdad, que necesita de los científicos, que necesita de los
investigadores; porque es el minuto en que todas las inteligencias
tienen que ponerse a trabajar, en que todos los conocimientos no son
suficientes para la obra que se realiza y son necesarios más
conocimientos: y así, el científico, como el artista, tiene hoy el
escenario ideal donde su inteligencia y su talento pueden encontrar
desarrollo pleno en busca de la verdad y del bien, porque ha entrado la
patria por el sendero de la verdad, porque ha entrado la patria por el
sendero de la justicia, por el camino donde no se persigue la
inteligencia sino que se le estimula y se le premia: ha entrado la
Patria por el camino en que es necesario que todos nos pongamos a
estudiar y nos pongamos a investigar... [... ]
[... ] ojalá que en los años venideros crezca la
sociedad espeleológica y crezcan nuestras instituciones científicas;
ojalá que legiones de cubanos se sumen. Hoy todavía es un círculo
reducido el círculo de los investigadores, porque las circunstancias le
dificultaron el camino a la inteligencia.
El futuro de nuestra Patria tiene que ser necesariamente
un futuro de hombres de ciencia, tiene que ser un futuro de hombres de
pensamiento, porque precisamente es lo que más estamos sembrando; lo que
más estamos sembrando son oportunidades a la inteligencia; ya que una
parte considerabilísima de nuestro pueblo no tenía acceso a la cultura,
ni a la ciencia, una parte mayoritaria de nuestro pueblo. Era una
riqueza de la cual no podía nada esperarse porque no tenían la
oportunidad. Y así, siendo la mitad de nuestra población rural,
solamente el 5% de los niños campesinos llegaban hasta el 5to grado.
¡Cuántas inteligencias se habrán desperdiciado en ese
olvido! ¡Cuántas inteligencias se habrán perdido! Inteligencias que hoy
se incorporarán a la vida de su país; inteligencias que hoy se
incorporarán a la cultura y a la ciencia, porque para eso estamos
convirtiendo las fortalezas en escuelas; para eso estamos construyendo
ciudades escolares; para eso estamos llenando la Isla de maestros, para
que en el futuro la Patria pueda contar con una pléyade brillante de
hombres de pensamiento, de investigadores y de científicos.
Ustedes, que han sido los pioneros, verán cómo algún día
no lejano, empiezan a cosecharse los primeros frutos de la semilla que
hoy estamos sembrando para que deje de ser la cultura, deje de ser la
universidad, lugar donde solo tiene acceso una parte de nuestro pueblo,
para que todo nuestro pueblo tenga acceso a ella. Por eso, nosotros
consideramos que el mejor sistema es aquel que le brinda la oportunidad
de ir a la universidad, no al privilegio sino a la inteligencia. Y así
pensamos organizar las escuelitas en los campos y así pensamos organizar
los centros secundarios de enseñanza rural y así pensamos organizar las
ciudades escolares, de manera que los niños más inteligentes, los más
inteligentes de cada escuela, tengan oportunidad de llegar a las
universidades y tengan oportunidad de escalar los lugares más destacados
de nuestra cultura [... ]
Lo que esperamos de ustedes es que continúen trabajando,
porque Cuba necesita de ustedes mucho; Cuba necesita mucho de los
hombres de pensamiento, sobre todo de los hombres de pensamiento claro,
no solo hombres que hayan acumulado conocimientos; hombres que pongan
sus conocimientos del lado del bien, del lado de la justicia, del lado
de la Patria, porque vivimos en estos momentos en que el papel del
pensamiento es excepcional, porque solo el pensamiento puede guiar a los
pueblos en los instantes de grandes transformaciones y en los momentos
en que se emprenden grandes empresas como esta que está llevando
adelante nuestro pueblo.
Y entre los hombres de pensamiento hay que librar la
batalla, entre los hombres de pensamiento hay que formar la legión que
brinde los recursos de su inteligencia a la Revolución en esta hora,
porque hombres hay que han acumulado pensamientos, pero no los emplean
sino en beneficio de sus propios intereses, no los emplean sino
egoístamente, y necesitamos hombres de pensamiento que lo empleen en
bien de los demás.