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Majagua: hasta la última gota de petróleo

Aferrados a la eficiencia, los petroleros avileños no renuncian a la explotación de su cuenca

Reverbera a punto del mediodía en el campo petrolero de Cristales. Casi no se oye el rugir de los motores de las pipas que trasladan el crudo hacia los centros colectores. Enmudecieron los winches, los compresores y no se ven las torres perforadoras empinadas hacia el cielo, como si buscaran afianzarse para hincar la tierra.

El submundo de Cristales, el legendario yacimiento que durante 55 años fue cuna y razón de ser de generaciones de petroleros, hoy no es el mismo.

Foto: Ortelio GonzálezDesde los talleres de la empresa también se asegura la extracción de petróleo.

Sin dejar de mirar al futuro, Marcial de Jesús vuelve la vista atrás y recuerda las 190 145 toneladas que llegaron a extraer en un año, resultado apreciable en tanto el crudo de la región, muy ligero, sobresale por su calidad.

"Las cifras actuales son muy inferiores, pero el plan lo tenemos a un 102 % de cumplimiento y al finalizar diciembre, llegaremos a las toneladas comprometidas en el programa", asegura.

De acuerdo con precisiones de Adalberto Guerrero Zubiaurre, jefe del campo de Cristales, existen pozos que todos los días entregan hasta 30 toneladas; otros, como el C-68, no llegan a esa cifra; sin embargo, su aporte ha sido muy valioso en el transcurso de los años.

EL PETRÓLEO NO ES UN RÍO

Escurridizo, causante de guerras, capaz de mover el mundo, el petróleo gusta de imponer su ley y sus enigmas. Lo asegura José Luis Iparraguirre, ingeniero geólogo con más de cuatro décadas vinculadas a gatos hidráulicos, barrenas, bombas extractoras... : "El petróleo no es un río, permanece confinado en trampas en el interior de la tierra, hay que salir a buscarlo con mucho cuidado e inteligencia, porque lo encuentras en el lugar donde no se formó, y si cuando llegas a él no lo pinchas bien, no sale a la superficie".

Son tropiezos lógicos del oficio. Sin embargo, los trabajadores de la Empresa de Perforación y Extracción de Petróleo (EPEP) de Majagua se enfrentan a una pelea mayor: la declinación de los pozos.

De los aproximadamente 600 que llegó a tener la entidad en el centro y el oriente del país, hoy permanecen activos poco más de un centenar. No obstante, sin pecar de soñador y lleno de sabiduría, Iparraguirre asegura que aunque el petróleo no es un río, volverá a brotar desde las profundidades. Sustenta su apreciación en estudios realizados y en una sapiencia que no deja lugar a dudas.

"Mientras seamos rentables, sacaremos hasta la última gota de petróleo —dice Guerrero—, estamos lejos de llegar al punto de equilibrio o de obtener pérdidas y hoy por cada tonelada que enviemos a la refinería de Cabaiguán es divisa que le ahorramos al país."

Los datos de geoquímica demuestran que el petróleo obtenido en la Cuenca Central procede de rocas madres situadas a mayores profundidades y sus yacimientos son reductos de otros más profundos y de mayores dimensiones.

ALTERNATIVAS EN LA RETAGUARDIA

Si algo siempre distinguió a la EPEP de Majagua fue el quehacer de sus innovadores y el equipamiento técnico de sus talleres, convertidos hoy en la retaguardia segura que permite, incluso, mejorar la prestación de servicios a otras empresas.

Liorisbel Trujillo Jiménez, al frente de la innovación tecnológica, precisa que el plan de generalización de los resultados del presente año incluye la inyección de agua de capa en los yacimientos de Cristales y Pina; desarrollo de medidas geólogo-técnicas para mantener e incrementar la producción de petróleo y de gas, la reparación de 12 unidades de bombeo y de 240 tubos de acero de nueve metros de longitud, empleados en la perforación. "Cada metro cuesta 175 dólares en el mercado internacional", dice.

Con la paciencia del más dedicado de los orfebres, el tornero Ángel Suárez Díaz trabajaba en hacerle roscas al llamado pin (cabeza del tubo de acero). Las roscas son especiales, de gran precisión y fortaleza. "Imagínense —dice a modo de comentario—, deben resistir hasta 150 toneladas de peso porque si se me va una de ella y no logras pescarla y sacarla a la superficie, puede hasta echarse a perder un pozo".

A juzgar por el empeño de los trabajadores y los criterios de los especialistas, volverá el tiempo de bonanza, pero ello solo será posible si se reinicia la perforación, actividad detenida desde hace años por la lógica prioridad que el país le ha dado a otros yacimientos más promisorios. (O.G y J.A.B)

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