NOTICIAS VIERNES 14

La clínica y su método…: un libro oportuno

LISANDRA FARIÑAS ACOSTA

El insuperable valor del método clínico, el respeto y la prioridad que merece, son ideas esenciales que trae a debate en el marco de la Vigésimo Tercera Feria Internacional del Libro una oportuna publicación de la Editorial Ciencias Médicas: La clínica y su método. Reflexiones sobre dos épocas.

No pudo haberse reeditado en mejor ocasión, justo cuando el sistema nacional de salud pública cubana ha reiterado el llamado a la defensa del método clínico como base de la atención integral a los pacientes.

Publicado en Cuba 12 años después de su primera edición, en España, este libro, del eminente médico y profesor Luis Rodríguez Rivera, ya fallecido, constituye un legado para los clínicos de hoy, al poner en sus manos valiosas reflexiones sobre los aspectos históricos más trascendentales de la clínica y su método científico.

El doctor Francisco Rojas Ochoa, a cargo de la presentación realizada en la sede de la Asociación de las Naciones Unidas en Cuba, resaltó la vigencia y actualidad de este material para el clínico contemporáneo, ese profesional atrapado en dos épocas, marcadas por el antes y después de la revolución científico-técnica.

"No porque sea muy antiguo el método clínico ha perdido importancia. Ahora tiene incluso más valor, porque si los médicos no lo dominan, son arrastrados a la mala costumbre de entregarse a los aparatos y la llamada tecnología de punta. Los aparatos no piensan, dan un resultado que el médico tiene que interpretar", comentó a Granma el doctor Rojas Ochoa.

"Muchas veces llegan dos resultados de análisis de laboratorio contradictorios. ¿Cómo lo interpreta, qué decisión toma? Dependerá del buen método clínico o del raciocinio del especialista. Es la clínica la que gobierna el pensamiento. El método clínico, bien aplicado, es lo que logra la empatía entre doctor y paciente. Escuchar al enfermo, interrogarlo, examinarlo, aconsejarlo, prescribirlo, tiene ya un efecto terapéutico, tranquilizador y genera confianza", subrayó a este diario el especialista.

Con la colaboración de la Organización Panamericana de la Salud, quién financió la impresión, vuelve a editarse felizmente este material, de formato pequeño pero rico en enseñanzas, y sustentado en aleccionadoras máximas como aquella que reza: no hay enfermedades sino enfermos.

En el prólogo a la primera edición, del doctor Luis Carlos Silva queda claro: "… El clínico tiene que ser capaz de reconocer el carácter único, singular, irrepetible incluso de cada ser humano que atiende".

Idea refrendada por la doctora Lizette Elena Leiva en el prólogo a la segunda edición: "…La correcta utilización del método clínico permitirá establecer un diagnóstico, emitir un pronóstico y lograr un adecuado enfoque terapéutico para cada paciente".

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