Estrabismo congénito
JOSÉ A. DE LA OSA
El estrabismo es la pérdida del paralelismo de los ojos en la mirada al frente, indica la doctora Delma Leyva Martínez, especialista de primer grado en Oftalmología del Hospital Pediátrico Pedro Borrás, de esta capital, y Profesora Asistente de la especialidad en la Universidad Médica de La Habana. Ello se debe a la desviación de uno o ambos ojos de su posición normal. Sin embargo, los movimientos oculares pueden ser normales, aunque la desviación se mantiene independientemente de hacia donde mire el niño.
Profesora Delma Leyva Martínez.
No es un trastorno exclusivamente congénito (de nacimiento), pero es el más frecuente en la clínica de los oftalmólogos pediatras, asegura mi entrevistada.
También se presenta el estrabismo asociado a los defectos refractivos, cuando el empleo de espejuelos es parte integrante del tratamiento porque corrigen en alguna medida este trastorno; el que se vincula con otras enfermedades, fundamentalmente como secuela de un padecimiento de meningitis o por traumatismos cráneo-encefálicos, o asociados con enfermedades del ojo, sobre todo de retina y nervio óptico, y también a otras afecciones sistémicas.
La mayoría de los casos de estrabismo congénito en los niños tienen una causa desconocida.
—De acuerdo con su práctica médica, y según estadísticas, ¿cuál es su frecuencia en Cuba?
—Se estima que el estrabismo aparece entre un 3 y un 5% del total de los nacimientos que ocurren cada año en nuestro país. El pasado 2004 nacieron 127 062 niñas y niños.
—Ciñéndonos en adelante al estrabismo congénito, tema de nuestra consulta, ¿es posible diagnosticarlo en los primeros días después del nacimiento?
—En general se diagnostica en los bebés a partir del segundo mes de nacidos, porque antes pueden existir desviaciones oculares transitorias que son fisiológicas (normales) para la edad del pequeño. Ahora bien, si los ojos se mantienen permanentemente desviados debe sospecharse un estrabismo. Como nota curiosa te diría que es infrecuente que los médicos detecten un estrabismo que no haya sido observado previamente por la madre o algún miembro de la familia.
—¿Afecta por lo general a uno o a los dos ojos?
—Ambos ojos pueden estar desviados. Pero lo usual es que ese extravío se manifieste de forma alterna: a veces en el ojo izquierdo y otras en el derecho.
—¿Antecedentes familiares de esta enfermedad constituyen un factor de riesgo en la aparición de un estrabismo congénito?
—Sí, aunque no están esclarecidas aún por la ciencia las causas que lo originan.
—¿Podría señalar qué exámenes se requieren para llegar al diagnóstico?
—Es un proceder oftalmológico simple: la desviación ocular se detecta con el auxilio de una fuente de luz que nos ayuda a determinar si los ojos se encuentran o no en paralelismo. En general el diagnóstico de certeza lo realiza el oftalmólogo, pero están en capacidad de hacerlo también los pediatras y los especialistas en Medicina General Integral.
—¿El tratamiento comporta siempre la corrección quirúrgica del estrabismo?
—Habitualmente la terapéutica del estrabismo congénito incluye la corrección quirúrgica. Es importante que las familias conozcan que mientras más precozmente se practique la intervención, a partir de los seis meses de edad, se obtendrán los mejores resultados visuales para el paciente.
—¿Puede quedar alguna secuela como consecuencia de la operación?
—No.
—¿Existe algún otro trastorno visual que pueda "simular" un estrabismo?
—Sí. Por ejemplo, un puente nasal muy ancho, o la presencia de un pliegue de piel en el ángulo interno de los párpados. Por ello, ante cualquier duda médica el paciente debe ser remitido a un especialista en Oftalmología Pediátrica.
—Si valora como importante algún comentario final...
—Quisiera subrayar que el estrabismo congénito no es únicamente un problema estético, sino que puede interrumpir el desarrollo de la visión en el niño. Ello se debe a que esta dolencia impide el adecuado desarrollo de la visión y de la integración de las imágenes en el cerebro, y tiende, por tanto, a convertirse en una causa de disminución marcada de la agudeza visual. De ahí la importancia de un diagnóstico rápido y un tratamiento correcto.