12
de julio del 2006
"Luchar por
la libertad de los Cinco y la defensa de la Revolución
Cubana, es luchar por nuestra propia libertad"
Afirma en
diálogo con Granma Graciela Ramírez Cruz, coordinadora del
Comité Internacional Justicia y Libertad a los Cinco. Sus
reflexiones acerca de cómo se articula hoy el movimiento de
solidaridad con esta causa y la necesidad de romper el muro de
silencio de los medios dentro de Estados Unidos
DEISY FRANCIS
MEXIDOR
Graciela
Ramírez Cruz es una mujer interminable. Así de sencillo
podría definirse. Decidió hace ya más de 10 años echar su
suerte junto al pueblo cubano, aunque la defensa de este suelo
le viene desde mucho antes. Es una mujer de sueños
realizables, de una sensibilidad exquisita y poseedora de un
cúmulo de valores humanos que la hacen merecedora del cariño
y el respeto de cuantos la conocen.
Nunca deja
proyectos inconclusos y cuando decide participar en uno llega
hasta el final "aunque en ello nos vaya la vida",
confiesa, y nótese cómo prefiere hablar a nombre colectivo.
Es como las
hormigas en su eterna laboriosidad. Con una hermosa historia
personal, marcada por luchas, perdida de seres queridos y
dolores, nunca ha abandonado el optimismo ni la sonrisa.
Hija de la
tierra del Che y de Antonio Machado es la coordinadora del
Comité Internacional Justicia y Libertad a los Cinco, creado
en La Habana en mayo de 2002, y que agrupa a profesionales
extranjeros de diversas nacionalidades residentes en la Isla,
interesados en difundir la verdad sobre este bochornoso
proceso judicial seguido contra cinco hombres "que son un
símbolo de luz", afirma.
¿Puede usted
hacer una caracterización de cómo se aprecia el movimiento
de solidaridad internacional con los Cinco en estos momentos?
Hay que recordar
que cuando comenzaron los primeros comités eran muy poquitos
en el mundo, pero se ha dado un salto realmente importante.
En diciembre de
2005 existen cerca de 300 comités, diseminados a su vez
en 84 países, con una fuerte presencia en América
Latina, Europa y Estados Unidos. Existen comités en África,
Asia y Oceanía. Es decir, en los cinco continentes hay grupos
que trabajan por la libertad de los Cinco.
Esta actitud
asumida por los amigos de Cuba que se sensibilizan con la
causa de los Cinco, es también un respaldo a la causa de esta
Isla, porque luchar por la libertad de los Cinco es exigir el
respeto a Cuba, el respeto a que como nación soberana pueda
defenderse del terrorismo.
Y este
crecimiento no ha sido fácil, no ha sido exento de
complicaciones, porque se ha producido en medio de grandes
dificultades: la campaña desatada contra este país desde la
Unión Europea, la falta de información en los medios de
comunicación masiva de EEUU, los graves problemas que ha
enfrentado la humanidad desde el 2002 a esta fecha, la guerra
terrible y genocida contra Iraq, el acoso constante al pueblo
palestino, el intento por socavar los logros del proceso
bolivariano de Venezuela, el recorte de las libertades civiles
en EE.UU., el recrudecimiento del bloqueo contra Cuba y el
intento desesperado de la administración Bush por destruirla.
Todos estos
problemas, sumamente graves, centran la atención de los
grupos, personas e intelectuales del mundo.
Más allá de
ellos o mejor dicho junto a ellos, la necesidad de poner fin a
la injusta situación que padecen los Cinco Patriotas cubanos
ha sido comprendida por la inmensa mayoría, la gente ha
respondido al llamado del pueblo cubano.
Durante estos
años hemos realizado todo tipo de acciones de denuncia y
solidaridad. La creatividad de nuestros amigos se ha puesto de
manifiesto de las formas más diversas en todas las
manifestaciones culturales: poemas, canciones, obras de teatro
como El Coloquio, de la española Belén Gopegui, documentales
como el de la irlandesa Bernie Dwyer, cuentos de navidad como
el de la francesa Annie Arroyo, pinturas enternecedoras como
las de Paco Bernal y Concha Medina, ambos españoles. Libros
publicados como el del francés Salim Lamrani
y hasta una
"Cantata por los Cinco" de Silvano Aunar del Sur de
Argentina.
Las páginas web
creadas para reflejar la situación de los Cinco se
multiplican, quienes no pueden crear una web informan a
través de boletines que llegan a miles de personas en el
mundo.
Algo sumamente
importante es la preocupación que el caso ha despertado en
parlamentarios de Europa y América Latina, destacándose
Inglaterra, Alemania, España, Italia, Argentina, Venezuela,
Bolivia, Grecia, Turquía. Lo mismo en las asociaciones de
abogados y juristas de diversas latitudes, desde el Gremio
Nacional de Abogados de EE.UU., la Asociación Americana de
Juristas y la Asociación de Juristas Demócratas.
Una infinidad de
juristas y abogados han denunciado la farsa del juicio
celebrado en Miami y las violaciones a sus familias, Ramsey
Clark, ex Fiscal General de EEUU entre ellos.
Diez Premios
Nóbel, junto a intelectuales y artistas han exigido al Fiscal
General de Estados Unidos la libertad de los Cinco.
Pocas veces una
causa ha congregado tantas voces solidarias.
Han sido
postulados al Nobel de la Paz y acaban de recibir el Premio
Internacional Benito Juárez.
¿Cuál es, en
su criterio, la particularidad de este caso en cuanto a la
solidaridad?
La
particularidad de este caso radica justamente en la
solidaridad que despierta en aquellos que tienen la
oportunidad de acercarse y conocerlo en toda su dimensión.
Esta solidaridad
se da en un contexto sumamente adverso en medio de una censura
feroz impuesta por Estados Unidos para ocultar el caso ante el
pueblo norteamericano. La verdad, ha tenido que emitirse
persona a persona, puerta a puerta, de la manera rudimentaria
que cada uno pudiera, llegando al extremo de tener que
sufragar un anuncio pagado en la gran prensa de EE.UU. Pero
por primera vez en ocho años se ha hablado del caso mediante
un artículo publicado en The Washington Post.
Este es un caso
escandaloso de violación a la ley norteamericana, los
derechos de estas personas, el Derecho Internacional y el
Derecho de Familia, afecta hasta los derechos del niño, como
en el caso de la pequeña Ivette González Salanueva.
El escándalo
mayor es que los Cinco cumplirán el 12 de septiembre ocho
años de durísima prisión por luchar contra el terrorismo en
el país que se dice líder de la lucha contra este flagelo y
que ha puesto en vilo la paz mundial con la excusa de
combatirlo.
No hay cinismo
más grande que decir que se lucha contra el terrorismo y a la
vez mantener prisioneros en cárceles de máxima seguridad a
estas personas.
Recuerdo que el
poeta Rafael Alberti nos decía en España en el año 93:
"No se
puede hablar de Derechos Humanos mientras persista el bloqueo
genocida contra Cuba".
Hoy podemos
afirmar: "No admitimos que EE.UU hable de lucha contra el
terrorismo mientras René, Ramón, Gerardo, Fernando y Antonio
continúan presos y se fragua la impunidad de terroristas
confesos como Posada Carriles y sus bandas de
criminales".
¿Cómo aceptar
que EEUU siga enviando jóvenes como Cassey Sheehan a morir en
nombre de esa lucha? Nosotros y cada día más madres
norteamericanas como Cindy, sabemos muy bien que no existe tal
guerra contra el terrorismo, sino una guerra de rapiña por
apoderarse de los recursos naturales de nuestros países.
Es algo
francamente obsceno, más si se tiene en cuenta que se ha
puesto en juego la paz mundial.
Todo esto queda
evidenciado cada vez que se menciona el caso de los Cinco y el
derecho de Cuba a defenderse y vivir en paz.
Los comités en
el mundo están haciendo una labor de denuncia realmente
importante, explicar el caso es adentrarse en la historia de
Cuba y larga lista de agresiones que esta pequeña isla
sitiada y bloqueada ha vivido desde hace cuatro décadas. Es
como si este caso nos diera la oportunidad de poner al desnudo
la política de hostilidad y agresividad de Estados Unidos
hacia Cuba desde el mismo momento en que se declaró el
carácter socialista de la revolución cubana.
Algo tan
maravilloso para el bien de las personas, que es motivo de
respeto y admiración en el mundo, como el reparto equitativo
de la riqueza, el derecho a la salud, la educación y la
cultura se ha convertido a lo largo de estos 47 años en el
blanco de todas las agresiones imaginables.
Otro concepto
que se desbarata con el caso de los cinco es el supuesto
respeto a la libertad, la democracia y los derechos humanos
que esgrime EE.UU. para situarse como gendarme mundial,
certificador de lo bueno y lo malo.
El intento por
destruir los logros de la Revolución cubana a lo largo de
todos estos años lo demuestra claramente. El último paquete
de medidas impulsado por Bush en días pasados asignando
millones de dólares a quienes pretenden retrotraer a Cuba a
la colonia que fue, es otra prueba de la falta de respeto a la
decisión de todo un pueblo que desde hace años decidió
caminar libre y soberano.
Durante estos
años se han efectuado centenares de acciones de denuncia y
solidaridad. Suman más de 100 000 las firmas exigiendo a Bush
la libertad de los Cinco. Miles de ellas siguen enviándose al
Fiscal General de EEUU, ha crecido el reclamo para que
organismos internacionales como la Comisión de Derechos
Humanos de Ginebra intervenga en este caso.
Acciones
importantes dirigidas al Congreso estadounidense están
llevándose a cabo en estos momentos por parlamentarios de
Alemania, donde 12 de ellos se han dirigido recientemente a
sus pares norteamericanos para que exijan al gobierno la
libertad inmediata de los Cinco.
Todos los días
nos llega información de distintas acciones realizadas en
todo el mundo. Para nosotros no hay acción pequeña o grande,
todas son importantes, todas entrañan un enorme respeto y un
gran amor hacia ellos. Lamentablemente, muchas de esas
actividades a veces se ignoran, pues no todos tienen los
medios para darlas a conocer.
El movimiento de
solidaridad se encuentra en un momento de auge y maduración,
incluso en lo que significa la concepción de estos cinco
intelectuales cubanos encarcelados en Estados Unidos, de lo
que representan para cada persona solidaria del mundo, de lo
que encarnan ellos para el pueblo cubano y lo que constituye
en ese sentido exigir la libertad de los Cinco.
El 2005 nos
trajo dos grandes satisfacciones: en mayo 27, el
pronunciamiento del grupo de detenciones arbitrarias de la ONU
que exige al gobierno de EE.UU. poner fin a esta situación.
El 9 de agosto el fallo de los tres jueces de la Corte de
Apelaciones de Atlanta que por unanimidad revocó las condenas
y ordenó un nuevo juicio en otra sede.
¿Qué faltaría
en su opinión independientemente de este crecimiento y esos
logros?
Hay algunos
aspectos en los que se pudiera trabajar mejor: Incentivar la
denuncia sobre las violaciones al derecho de visita familiar.
Algo sumamente grave, que pocas veces hemos presenciado en
prisioneros políticos y que se ejerce con total impunidad
hacia las esposas y niños de los Cinco. Los casos de René y
Gerardo son altamente preocupantes. Deben denunciarse con
mayor contundencia y hacer conocer la sostenida violación a
la que son sometidos tanto ellos como sus familias.
También,
mejorar la presencia de los grupos que trabajan por los Cinco
en los Foros y Encuentros Internacionales, incentivar todo
tipo de creación cultural alrededor de esta causa, coordinar
una reunión internacional para poder intercambiar
experiencias, elaborar una estrategia de trabajo común,
conocernos, abrazarnos y ver quiénes son los que en el
planeta están defendiendo a los Cinco patriotas cubanos.
Además,
extender el reclamo por la libertad de los Cinco a todos los
sectores sociales en cada país, partiendo de la base que para
estar de acuerdo en exigir su libertad solo es necesario ser
una persona honesta y oponerse a toda forma de terrorismo y
utilizar mejor las herramientas comunicacionales,
especialmente radios y TV para difundir la verdad.
El 2006 nos
brinda la posibilidad de poder solidificar todo lo que ya se
ha construido e intentar avanzar un pasito más en la
organización de estos comités y en el conocimiento para
mejorar nuestra labor por los Cinco, este es un movimiento
extraordinario que hay que aprovechar en sus potencialidades.
Es un movimiento
que crece, pese al silencio de los medios masivos de
comunicación en el mundo.
Estamos enviando
un llamado a realizar acciones en todo el mundo del 12 de
septiembre al 6 de octubre. Nos parece sumamente importante
alzar la voz en estas fechas por el significado que conllevan:
El 12 de
septiembre se cumplirán ocho años de injusta cárcel y un
año y tres días del virtual secuestro en que se encuentran
los Cinco luego del fallo de Atlanta.
El 21 de
septiembre se cumplen 30 años del brutal asesinato del
diplomático chileno Orlando Letelier y su secretaria
norteamericana Ronny Mofitt a manos de los grupos terroristas
de Miami.
El 6 de octubre
se cumplen 30 años del estallido del avión de Cubana de
Aviación en pleno vuelo, en Barbados. Crimen impune que
tronchó la vida de 73 personas incluida una mujer embarazada,
por el cual exigimos la extradición a Venezuela de Luis
Posada Carriles y Orlando Bosh, autores deleznables del mismo.
Este llamado ha
tenido eco en todo el mundo, múltiples serán las acciones
previstas, desde pases de películas, coloquios, debates,
actos de denuncia, presentaciones de libros, festivales de
música, colectas de firmas, mesas en las calles, tribunales
éticos, entre otros. Los comités nos mantendremos realizando
todo tipo de acciones de denuncia de cara a llamar la
atención de la prensa en el mundo.
En este proceso
de dar a conocer la verdad sobre este caso, ha sido importante
el contacto persona a persona como una válida experiencia que
da al traste contra esa misma barrera impuesta en los medios.
En tal sentido, podría decirnos ¿cuántas personas integran
hoy la lista de correos del Comité
Muchísimas.
Enviamos información a 36 agencias alternativas de
información, que incluyen boletines, web, radios y canales de
TV por cable.
Tenemos una
lista de parlamentarios de América Latina y Europa con los
cuales sostenemos buenas relaciones de respeto y amistad.
Nuestras listas
la integran religiosos de las más diversas congregaciones,
políticos, personalidades, intelectuales, en general tenemos
cerca de 5000 direcciones que a su vez reproducen la
información a sus grupos de amigos, algunos como la Red
Virtin, en Colombia, a 3000 personas, otros como el
comunicador Alfredo Vitoria, a toda la red de Venezuela, o el
digital de Resumen Latinoamericano que llega a 70 000
suscriptores.
Es difícil
saber con exactitud el número de personas a los que llega el
mensaje.
Le damos
prioridad en nuestro trabajo sobre todo a las organizaciones
de derechos humanos en Europa, América Latina y dentro de
Estados Unidos que bregan por los derechos civiles.
Hemos logrado
contactar las sedes de Amnistía Internacional, y las
comisiones de derechos humanos de la ONU.
Pensamos que es
fundamental la insistencia respecto al caso de los Cinco,
justamente por la falta de información de los medios,
producto de esa misma política de Estados Unidos contra Cuba.
No debemos
olvidar ni por un segundo que el gobierno norteamericano en
contubernio con los sectores terroristas de Miami intentará
dilatar lo más posible el cautiverio de los Cinco. Una de las
maneras de intentar quebrar nuestra lucha es justamente
imponer el silencio. Nuestro gran desafío es romperlo y hacer
que llegue la verdad, sin cansarnos jamás.
¿Qué tareas
específicas desarrolla el Comité Internacional Justicia y
Libertad a los Cinco?
Desde que se
creó, el 19 de mayo de 2002, nuestra misión específica ha
sido divulgar este hecho vergonzoso para la conciencia y la
justicia universal.
Divulgar las
razones que los llevaron a cumplir el sagrado deber de
defender a su patria arriesgando sus propias vidas, dejando
absolutamente todo, sus hogares, sus familias, sus seres más
queridos y exigir su libertad.
Al difundir este
caso nos adentramos en el conocimiento de la historia de
agresiones y terrorismo de Estados Unidos contra Cuba a lo
largo de 47 años.
La otra tarea es
crear los vínculos necesarios entre las personas receptoras
del mensaje y lograr que quienes lo reciban hagan una acción
por pequeña que sea sumándose a esta batalla
¿Cómo
considera que son los vínculos ya logrados?
En el 99 % de
los casos da un resultado muy positivo. Son excelentes los
vínculos con las personas receptoras del mensaje. En nuestra
experiencia de cuatro años de trabajo sistemático por la
liberación de los Cinco no hemos tenido una sola respuesta
adversa, altisonante u ofensiva.
Al revés, en
este intercambio persona a persona casi siempre nos preguntan:
qué fue lo que ocurrió, dónde están, cómo es posible que
semejante injusticia ocurra dentro de una país que se supone
defensor de la democracia y de los derechos humanos y que no
se diga absolutamente nada, cómo es posible que les impidan a
las esposas que los visiten en prisión o que a una niña se
le niegue el contacto con su padre?, es decir la gente
responde asombrada y solidaria cuando se les explica las
razones por las que están encarcelados los Cinco.
A su vez es muy
hermoso, porque nos piden mucha información sobre Cuba. Sobre
la Revolución cubana. Es una labor no solo multiplicadora,
sino también profundizadota y casi interminable, por ejemplo
hay artistas que se han comunicado con nosotros que empiezan a
plantearnos qué se hace en Cuba desde el plano cultural y
desde su postura muy personal contribuyen con esta causa.
Abogados que se
han contactado y han planteado su interés en mantener una
relación fluida con la Unión de Juristas. Plásticos que nos
envían sus obras como la que nos llegó de Chile, una hermosa
pintura hecha en acrílico sobre tela, donde quien lo envía,
que reside a 1100 kilómetros de Santiago de Chile, nos manda
una carta junto su esposa en la que nos dice que envía esa
tela para que contribuya a la campaña por la liberación de
los Cinco intelectuales cubanos.
Es decir, este
artista plástico con esa obra enviada y con su carta, ha
manifestado su acción, sumándose así al proyecto por la
liberación de los Cinco.
Desde Puerto
Rico, hemos recibido la contribución de una narradora y
cuentista para niños quien sensibilizada a su vez por otros
amigos desde Estados Unidos escribió un cuento con la
historia de la niña Ivette, separada arbitrariamente de su
padre René González, al negársele la visa de entrada a
Estados Unidos a su mamá Olga Salanueva, la que en reiterada
ocasiones ha solicitado el permiso para ir a visitarlo y se le
niega arbitrariamente.
Ese cuento
infantil se ha convertido en un pequeño libro traducido a
varios idiomas y desde el cual niños de todo el mundo están
manifestando su solidaridad con Ivette y exigiendo el reclamo
de que pueda visitar a su papá acompañada de su mamá.
¿Cómo se
articula el Comité Internacional Justicia y Libertad a los
Cinco?
Cada uno de los
miembros del Comité luego del juicio efectuado en Miami y
ante las sentencias desmedidas contra Fernando González,
Antonio Guerrero, René González, Ramón Labañino y Gerardo
Hernández decidió acompañar al pueblo cubano y hacer un
poquito más, no solo asistir a las marchas, tribunas y
convocatorias que se realizan desde junio de 2001 en Cuba,
sino contribuir desde el lugar de cada uno de nosotros como
extranjeros, como profesionales que vivimos aquí a esta gran
batalla nacional e internacional por lograr la libertad de los
Cinco.
Con la creación
de este comité hemos querido a su vez, devolverle a Cuba un
poquito de lo mucho que le ha dado a cada uno de nuestros
países de origen durante estos últimos 47 años.
Nosotros
entendemos que es un deber moral hacer el mayor esfuerzo
posible por dar a conocer y divulgar esta enorme injusticia y
trabajar seriamente por la libertad de este quinteto de
gigantes como les llama Fidel, que ya son un símbolo de Cuba
y de lo que es esta Isla representa para miles de personas en
el mundo.
Así nace el
Comité, gestado primero por las acciones en solitario de cada
uno, en el 2002 nos reunimos y lo constituimos para enviar
este mensaje de solidaridad como residentes extranjeros en
Cuba y testigos de lo que aquí ocurre, desde nuestra mirada y
distintas concepciones, desde la experiencia enriquecedora de
cada uno de sus miembros, sumarnos a la exigencia de que estos
cinco muchachos retornen libres cuanto antes a su querida
patria.
Ese mensaje a su
vez se multiplica a través de cada uno de sus integrantes,
así llegan a Guatemala, Perú, Nicaragua, Colombia, Puerto
Rico, República Dominicana, Uruguay, Paraguay, El Salvador,
Palestina, Sudán, Argentina, España e Italia.
En la actualidad
estamos trabajando en un boletín informativo con un diseño
liviano para que pueda llegar a miles de personas en el mundo.
Preparando las jornadas de denuncia de septiembre a octubre,
concluyendo un libro que refleje la solidaridad en torno al
caso y una exposición de obras plásticas de diferentes
artistas del mundo entre los que se encuentran varios
plásticos cubanos, españoles, chilenos y de origen árabe.
Seguimos con la
colecta de firmas dirigidas al Fiscal General y el envío de
cartas a los distintos grupos de trabajo de derechos humanos
de la ONU, así como mantener informadas a las distintas
secciones de Amnistía Internacional sobre esta causa.
Hay nombres muy
importantes nucleados alrededor de esta causa, premios Nobel,
organizaciones, religiosos, dispuestos a levantar su voz para
que se haga justicia.
En los años que
llevo trabajando en el ámbito de la solidaridad y los
derechos humanos, pocas veces nos enfrentamos a un caso donde
de una forma tan completa se aprecien las necesidades de una
nación, en este caso de un pequeño país tan hostigado de
contar con hombres como los Cinco, quienes tuvieron que hacer
este sacrificio extremo no solo para evitar más muerte y
dolor al pueblo cubano, sino para prevenir al propio pueblo
norteamericano y la comunidad internacional.
Para mi lo más
importante es explicar por qué ellos tuvieron que ir allá.
Si uno sabe las razones por la cuales fueron a cumplir esas
misiones, está argumentando la historia de Cuba a los largo
de 47 años.
Además, está
dejando al desnudo el rol que han cumplido las distintas
administraciones de Estados Unidos y, especialmente, los
grupos terroristas cubano americanos de la Florida, que con
total tolerancia, consentimiento, aval y apoyo del Gobierno
estadounidense intentan imponer su carácter fascista y la
política exterior de EEUU hacia Cuba, contradiciendo lo que
anhela en su gran mayoría el pueblo norteamericano y muchos
de sus representantes en el Congreso".
¿Cómo se ve
Graciela Ramírez Cruz?
Como una persona
sencilla que cree en las ideas y que puede cambiarse el futuro
de la humanidad con el esfuerzo y el trabajo constante de
todos,
fiel a la
conciencia heredada de sus padres, que trabaja desde que
tenía 15 años por el respeto a nuestros pueblos, la justicia
y la solidaridad, con una experiencia personal muy
gratificante con distintas organizaciones de Argentina y
España.
Una enamorada de
la vida, la paz y la amistad, a la que le encanta la historia,
la música, las letras, los niños y que siente en su mejilla
lo que le duele al otro.
Un eslabón más
de esta cadena que formamos las personas solidarias de todo el
mundo.
En su condición
entonces de trabajadora por la paz y la solidaridad, ¿existe
algún mensaje especial para esos hombres y mujeres del mundo,
respecto al caso de los Cinco cubanos prisioneros políticos
en Estados Unidos?
Un llamado a
unirnos a no cansarnos jamás, a recrear cada nuevo día de
lucha para lograr la libertad de estos hombres extraordinarios
que son ejemplo no solo de Cuba sino de la humanidad.
Mi preocupación
fundamental ha sido y es el respeto entre los seres humanos y
la necesidad de que convivamos en paz. De lograr ese otro
mundo, urgente posible y solidario que necesitamos todos. Ese
mundo que se asoma desde el ALBA.
Ningún país es
más grande que otro por su dimensión o por su riqueza
intrínseca, sino por lo que sus hombres y mujeres son capaces
de hacer por el mejoramiento humano. Mi asombro constante es
verificar en los años que llevo residiendo en Cuba, cómo un
país pequeñísimo, con pocos recursos, sitiado, ha podido
hacer tanto por el hombre, tanto por la humanidad, tanto por
los niños, tanto por los ancianos, tanto por las mujeres, en
47años de gobierno.
Yo me emociono,
no puedo evitarlo, cuando veo la obra que ustedes han
construido, cuando veo a los médicos cubanos en Pakistán,
cuando veo a los pobres de nuestra América, los olvidados de
la tierra, recuperando su vista, a los maestros alfabetizando
en Bolivia o la sangre derramado por tantos cubanos anónimos
contra el apartheid en Sudáfrica.
Mi mensaje es
muy simple: luchar por la libertad de los Cinco y la defensa
de la Revolución Cubana, es luchar por nuestra propia
libertad, es luchar por el derecho soberano de nuestros
pueblos a una existencia digna y vivir en paz.
Necesitamos que
este faro de esperanza en el que se ha convertido la pequeña
Cuba nos siga iluminando a todos
Amamos a Cuba
justamente por todo eso. Porque siendo tan pequeña y
hostigada, con todo en contra, con un vecino poderoso
transformado en ogro, ha llegado tan lejos. Amar a Cuba y a
Fidel, su ética y su obra extraordinaria, se sintetiza en
este amor que sentimos por sus Cinco heroicos hijos y sus
queridas familias. Esta batalla nos hace mejores seres
humanos. Y la vamos a ganar.
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