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GÉNESIS
DE LA PELOTA CUBANA “A mí me encontraron en un tajo de caña”.-Modesto Verdura JUAN ANTONIO BORREGO Modesto Verdura supo que iba a ser pitcher en Ojo de Agua, una sitiería del municipio de Taguasco (Sancti Spíritus), cuando en un partido de manigua el lanzador de su equipo no sacaba out y él decidió, por cuenta propia, abandonar la tercera base que tanto le gustaba y subirse en el box.
“La segunda pelota que tiré aquella tarde se le escapó al catcher y le arrancó una lasca a una ceiba que estaba detrás del home”, recuerda ahora el veterano de 75 años, lanzador de Orientales, Las Villas, Azucareros y del equipo Cuba, fundador de nuestras Series Nacionales de Béisbol y vencedor de los Estados Unidos por partida doble en los memorables Juegos Panamericanos de San Pablo, Brasil (1963). “A mí me encontraron en un tajo de caña. Nosotros vivíamos en La Angelina, en Jatibonico, pero nos íbamos con el viejo hasta una colonia del central Florida, primero yo ayudaba en el corte, después me hice machetero, pero como era un muchachón me dejaban regresar un poco antes a calentar la comida. Y allá fueron a buscarme un mediodía para que jugara pelota. “Había que trabajar muy duro, en aquella época teníamos que doblar el ‘lomo’ y luego ir a jugar. Yo fui estibador 35 años en la unidad 415 de Comercio y recuerdo que Arbelio Piña, el chofer, me decía: ‘Dale a practicar que yo busco quien me cargue el camión”. ¿Cómo llegó a los Azucareros? “Mira, el guajiro no sabe caminar en el pueblo, a mí me pasa todavía, y eso fue lo que sentí cuando llegué a los Azucareros, pero enseguida me adapté a aquel equipazo y me sentí dueño del box. Allí conocí a Blandino, que era de Cabaiguán; a Oviedo, de Zaza del Medio; a Aquino Abreu. Dormíamos en literas, andábamos con una bigornia para arreglar los spikes y nos llevábamos como hermanos”. ¿Dicen que usted le tenía miedo a Industriales? “¿Miedo, yo? Yo le ganaba a los Industriales cada vez que quería, pregúntaselo a Pedro Chávez, él sabe que en 27 veces al bate no me conectó de jit. Te cuento algo: una vez en el Latino me echaron maíz en el box y me puse nervioso, empecé a dar vueltas como una gallina, mientras yo veía que ellos se reían y es verdad que aquel día no pude seguir”. ¿Alguna vez le lanzó a Fidel? “En un partido amistoso él llegó preguntando que quién era el pitcher que le iba a lanzar y Oviedo le dijo: ‘Hoy le toca al caballo’. ¿Y quién es el caballo?, preguntó Fidel. Verdura, le dijeron. Él se rió y enseguida respondió: ‘El caballo soy yo’. Me bateó un roletazo y Juan Emilio Pacheco, quien estaba en el short, miró para otro lado porque decía que él no cogía eso, que llevaba candela”. ¿Cómo recuerda su doble victoria frente a Estados Unidos en San Pablo durante los Panamericanos de 1963? “Yo le había ganado el primero y como a los tres días nos tocó enfrentarnos otra vez. El director del equipo se reunió con nosotros, había buenos pitchers, y dijo: ‘Menos Verdura, que ya tiró, ¿quién quiere la bola?’ Y yo le contesté: Menos Verdura no, yo mismo. Ese día la gente se soltó a batear, gané más fácil y apenas tiré la última pelota Fidel me estaba llamando: ‘Hasta en los campos de caña oyeron el juego’, me dijo. Luego un narrador se me acercó y me pidió que me quedara, me ofreció un cheque en blanco y yo le respondí: No jodas, chico, que yo estoy loco por llegar a Cuba”. |
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