Cuenta Frei Betto que al regreso de su primer viaje a la isla
llevaba consigo, como una carga sumamente preciada, los 28 volúmenes
de las Obras Completas de José Martí, obsequiadas por Fidel.
En el puesto aduanero de la Terminal aérea de Sao Paulo, el
oficial de turno le preguntó por el contenido de esa voluminosa y
pesada caja. "Aquí está José Martí". El hombre lo miró con
perplejidad: "¿Cómo? ¿Un hombre ahí... " El religioso aclaró: "No es
José Martí. Son sus armas". "¿Usted está loco? ¿Pasar armas? ¿Quién
es ese José?¿Dónde vive?".
Entonces Betto explicó: "Lamentablemente Martí no vive. Murió a
fines del siglo XIX luchando por la libertad de su patria y de toda
la patria grande. Pero escribió todo esto en pocos años y nos enseña
muchas cosas para hoy y mañana".
El aduanero quedó intrigado: "Si es así como usted dice, ¿pudiera
quedarme con uno de esos libros?". Betto le dijo que eso era
complicado pues descompletaría la colección, pero recordó que había
llevado también uno de los volúmenes de las Obras Escogidas y lo
regaló al agente, que agradeció el gesto.
Frei Betto es la sexta personalidad en ser honrado con el Premio
Internacional José Martí. Antes lo fueron la dominicana Celsa Albert
Batista, el pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín, el sociólogo
mexicano Pablo González Casanova, el comandante venezolano Hugo
Chávez (al ser mencionado su nombre los delegados a la Conferencia
le tributaron una larguísima ovación e hicieron votos por el pleno
restablecimiento de su salud), y el politólogo argentino Atilio
Borón.