Sí, porque el circo no solo reúne destreza técnica, pasión, amor
y fuerza, sino también en los últimos tiempos ha sumado otros
"adjetivos" que lo han hecho más llamativo, elegante y cercano al
espectador actual. El diseño de vestuarios, el concepto a la hora de
entregar la variedad, la utilización de recursos tecnológicos, el
acercamiento a otras artes, la danza en primer lugar, la música
seleccionada¼ , multiplicándose entonces
el resto, lo que siempre tuvo, esa capacidad de asombrar al público
con el hecho artístico.
Valga lo anterior para destacar algunas actuaciones de la primera
entrega de las competencias de Circuba 2012. La segunda función de
la noche del jueves, a pesar de que resultó demasiado larga, y con
una selección de programas que pudo haber sido más atractiva
(variada), pues se reunieron números de la misma especialidad (en
particular telas aéreas y malabares) aunque con sus diferencias
lógicas, tuvo también cosas muy buenas. Quedaron en la memoria, en
primer lugar, la destreza, fuerza y aplomo de la niña Jiang Xueyan,
de la troupe Fuyong (China) en su extraordinario equilibrio
en pulsadas. Ella volvió a demostrar su clase, pues ya había
obtenido, el pasado Circuba, el Premio de actuación femenina. Por
supuesto, el grupo (fuera de serie) Ovalerys (Cuba), volvió a dejar
boquiabierto al público con su número de acrobacia en cuerdas. La
colombiana Carolina Ramírez, de la compañía Fundación Escuela de
Artes y Nuevo Circo, ofreció un toque de originalidad, mezclada con
buen gusto y tecnología, en su personal decir en gimnasia en telas
aéreas, para demostrar que siempre se puede decir de manera novedosa
y con un concepto-historia de la mano: en su caso la vida silvestre,
o Salvaje, como tituló su quehacer.
Marcus Penagos, del circo Atayde Hnos. (México) despertó
admiración en los espectadores con su variedad en hulahoop —ágil,
estética, rítmica—, mientras que la contorsionista Andrea Narváez,
también de México, entregó certeras "palabras" con su cuerpo. En los
malabares, dejaron una agradable estela: Jorge Perezoff (Cuba)
extraordinario, y Michel Cárdenas (Argentina), pues con su carisma
se llevó al auditorio en sus bolsillos, así como el brasileño Brian
Dresdner.
Los payasos Cantaleta (Cuba) y el brasileño Alan Pagnota
insuflaron la nota de alegría y risas, con buen tino, siendo muy
aclamados por los más pequeños. Hubo mucho más de artistas de
Venezuela, Canadá y Cuba, enseñando las nuevas rutas, luchando tras
los galardones y demostrando que Circuba, más allá de pequeños
detalles que lo pueden nublar, es una realidad que sigue creciendo.