El descontrol abre paso a la corrupción
YUDY CASTRO MORALES
yudy@granma.cip.cu
La operación de alcance nacional que lleva adelante el Ministerio
del Interior, la Fiscalía General de la República y otras
instituciones, con el objetivo de contrarrestar los delitos contra
el ganado mayor, reveló en la provincia de Matanzas un hecho
complejo, cuyas violaciones reafirman hacia dónde nos conducen el
descontrol, la negligencia y la inoperancia de algunos dirigentes,
así como la falta de funcionamiento integral de no pocas
instituciones.
A
juicio de las autoridades, el volumen de relleno utilizado para
perfeccionar el camino y construir el terraplén supera los 400
viajes de camión.
Interesado quizás en la ubicación privilegiada que dio el nombre
de Vista Hermosa a una de las fincas situadas en las afueras de esa
provincia, un cubano —residente en México— decidió, desde el 2008,
sacarle provecho al lugar y explotar todas sus potencialidades. Para
eso no escatimó en la obtención de recursos, robados en su mayoría
al Estado cubano.
Con ellos construyó un terraplén, una caballeriza, una
vaquería... y aunque la envergadura de las inversiones reflejaba a
las claras lo turbio de sus manejos, hasta mediados del 2011 el
sujeto obró de espaldas a la ley sin que alguien percibiera alguna
ilegalidad.
Cinco
trabajadores corruptos de la Empresa Eléctrica de Matanzas sembraron
los postes e hicieron las conexiones eléctricas.
Tras ser detenido por la Policía el conductor de una rastra que
transportaba ganado mayor —procedente de la finca— hacia una
dependencia de la Empresa Integral Matanzas, donde se decidiría su
destino, comenzó el proceso contra este individuo, en el cual aún se
investigan varias de las transgresiones cometidas.
De cualquier forma, hasta el momento de la detención, incluido el
modo "casual" en que fue descubierto, sobrecoge la vulnerabilidad de
los mecanismos de control.
Resulta cuestionable que ningún funcionario de la Agricultura
haya indagado sobre el desempeño de una finca que, a nombre de una
mujer y sin tener trabajadores contratados, resurgió como una
próspera vaquería, capaz de entregar en días alternos entre 70 y 80
litros de leche a la Empresa de Productos Lácteos de Matanzas.
A juzgar por los hechos, sobran análisis en torno al trabajo de
los directivos a todas las instancias, desde la Cooperativa de
Crédito y Servicios 17 de Mayo, a la cual se subordina la finca,
hasta el nivel provincial. Nadie puede dirigir detrás de un buró,
confiando a ciegas en la información que otros ofrecen. Estar ajeno
o pasivo, mientras otros lucran, lacera tanto como los delitos
mismos.
También aflora un cúmulo de interrogantes sobre el seguimiento
que ofrece la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños a sus
afiliados allí. ¿Acaso la "dueña" no participaba en las asambleas de
la Cooperativa? ¿Alguien inquirió por el despegue productivo de
Vista Hermosa?
Probablemente lo asociaron al volumen de insumos y a la
frecuencia con que la Empresa Integral se los suministraba. De hecho
fueron ocupados en el almacén nueve sacos de pienso norgol, 32 con
distintos tipos de alimentos, 44 sacos de sal granulada y 20 de
urea, entre otros. También esta entidad le proporcionó —refiere el
encartado— las máquinas forrajeras y hasta un sistema de riego para
el desarrollo de la actividad agropecuaria. Justo aquí emergen, en
un gran amasijo, demasiadas incongruencias.
Teniendo en cuenta las millonarias sumas que el país invierte en
estos recursos, preocupa que dicho organismo pueda entregarlos a
conveniencia sin verificar después su correcto uso. José Miguel
Rodríguez, delegado de la Agricultura en la provincia, alega que la
finca fue objeto de dos inspecciones, aunque reconoce la
superficialidad de las mismas.
Apenas un calificativo para describir la negligencia de quienes
deben evitar tales descalabros.
Tampoco a los funcionarios del Centro de Control Pecuario les
pareció de interés el modo en que fueron adquiridas las 35 reses de
la finca, ni los movimientos de rebaño llevados a cabo, ni el origen
de los equinos encontrados, la mayoría sin marca al fuego. Según las
informaciones obtenidas durante la investigación, un comprador de la
Empresa Integral Matanzas efectuaba las operaciones de compra y
venta de ganado para la finca, pero, ¿nadie chequeaba su trabajo?
¿Habrá que esperar siempre porque un tercero, en este caso la
Policía Nacional Revolucionaria o la Fiscalía, detecte las
deficiencias que le compete a la Agricultura solucionar?
Otras
manos sucias
La finca Vista Hermosa abarca poco más de 13 hectáreas y
pertenece desde 1994 a la hermana del sujeto. No obstante, la
titularidad de las tierras, obtenidas por la mujer en herencia,
constó solo en papeles, pues el dominio y los recursos siempre
estuvieron en manos del cubano-mexicano, quien fue procesado por
conducta antisocial en el 2001 y falsificación de documentos
públicos en el 2005.
Desde la entrada, la propiedad luce ostentosa. El terraplén —de
unos 500 metros aproximadamente— que conduce hasta las instalaciones
del lugar denota los recursos invertidos. A juicio de las
autoridades, el volumen de relleno utilizado para perfeccionar el
camino supera los 400 viajes de camión, y otra cifra similar fue
empleada en el traslado de abono orgánico para el mejoramiento del
suelo.
Aunque el acusado posee los comprobantes del petróleo comprado
como pago al trabajo, unido a otras sumas exorbitantes, ¿cuántos
materiales dirigidos a disímiles objetivos económicos no llegaron al
destino previsto? ¿Quién sabe cuánto retraso implicó eso en una
obra?
El cercado perimetral perfectamente concebido también apunta
hacia el fraude. Para esta actividad —dijo el individuo— compró unos
2 000 postes de madera a un particular y usó más de una veintena de
rollos de alambre de púas, importados desde México. También alega
haber traído al país equipamientos de dudosa procedencia: llavines,
arreos, monturas... y hasta un equipo de ordeño mecanizado, acciones
que no aparecen registradas por las autoridades.
Y si algo alarma sobremanera en la finca es la electrificación:
desde alumbrado público, postes de hormigón, hasta un banco de
transformadores de alto voltaje. Cinco trabajadores corruptos de la
Empresa Eléctrica de Matanzas le facilitaron los insumos, los mismos
que sembraron los postes con el empleo de la maquinaria y
combustible estatales, hicieron las conexiones eléctricas, para lo
cual dispusieron de unos 400 metros de cable y podaron los arbustos.
Según sus declaraciones, prácticamente todas las labores
realizadas ocurrieron sin muchos contratiempos, porque desde sus
respectivos puestos tenían acceso a los medios. Entonces, vuelve a
incidir el endeble control sobre el cuidado de tan valiosos
recursos.
Además, aparece entre las desmedidas violaciones el empleo de 16
carriles de vías para la construcción de un almacén y la vaquería.
Ni el principal encartado, ni el jefe de mecanización del CAI Juan
Ávila, quien le facilitó los raíles de un ramal próximo a su
domicilio, repararon en el daño a la economía, especialmente hoy
cuando el país realiza ingentes esfuerzos por rescatar el
ferrocarril.
Cabos
sueltos
Si bien los siete trabajadores coinciden en que el "patrón" les
comentó en una oportunidad sobre los trámites para legalizar su
contratación, en ningún documento aparecen registrados como tales.
Elemento por el cual nunca se preocuparon, como tampoco lo hicieron
ante la advertencia del dueño sobre la cifra que debían decir como
sueldo. Apenas unos 225 pesos al mes, cuando en realidad cuatro de
ellos percibían 1 200, además de ropa, calzado, celulares y en
varios casos motos o bicicletas como medio de transporte.
Los tres custodios cobraban un salario mensual de 600 pesos,
entretanto los implicados obtuvieron exagerados montos por sus
"servicios". Demasiado dinero mal habido, cuyo origen es otro cabo
suelto que pretende atar la investigación, conscientes las
autoridades de la severidad con que será enfrentada cada
manifestación de corrupción. |