Profanadores de la Naturaleza

Cuenca del Toa al desnudo

JORGE LUIS MERENCIO CAUTÍN

Definida por el destacado científico cubano Antonio Núñez Jiménez como "una impresionante fábrica de agua pura", la Cuenca del Toa constituye una de las regiones más importantes de nuestro país y del Caribe insular por su diversidad biológica, la variedad de sus paisajes, la unicidad de los ecosistemas, el elevado endemismo (tanto en la flora como en la fauna) y por representar el refugio y centro de especiación más antiguo de Cuba.

Foto del autorImágenes como esta son frecuentes en la Cuenca del Toa, accidente geográfico extendido por 1 061 km² del mencionado municipio baracoense y de San Antonio del Sur, Yateras y Moa.

Sin embargo, una explícita voluntad política de conservar estos valores no ha podido impedir que pobladores de la zona, en especial productores, persistan en la realización de prácticas violatorias de la Ley y dañinas del ecosistema, como la tumba y la quema ilícitas (agravadas por realizarse en sitios de rigurosa pendiente) y la siembra de cultivos temporales, en vez de árboles frutales y maderables, en la faja hidrorreguladora del Toa.

LOS QUE AMAN Y LOS QUE DESHACEN

Para lograr la preservación de esa zona el Gobierno cubano no solo renunció a la construcción del Complejo Hidroenergético Toa-Duaba, que había comenzado a levantarse a mediados de los años 90 del pasado siglo, próximo a Baracoa, para suministrar energía al Oriente del país; sino que, además, emprendió otras numerosas acciones como la conservación y mejoramiento de los suelos y la protección de sus bosques, únicos vírgenes que quedan en Cuba.

Otras medidas tuvieron que ver con la constitución de fincas forestales, la reforestación, montaje del sistema ecológico en la despulpadora de café de Palenque, aprovechamiento de los residuales sólidos de la industria cafetalera en la producción de humus de lombriz, materia orgánica y compost; rectificación de cárcavas (incluyendo una gigante en Los Guaros, Vía Mulata) y la creación de un sistema de información ambiental.

A pesar de ello, Granma constató en un recorrido por parte de la Cuenca correspondiente a Baracoa, que la magnitud de las violaciones, con el consiguiente de-sequilibrio medioambiental, alcanzan un matiz preocupante. Solo en el tramo entre Quiviján y Alto de Limbano, en plena Vía Mulata, apreciamos más de veinte espacios de lomas peladas, reflejo de tumbas y quemas viejas o nuevas.

Son prácticas ilícitas a las que se debe poner fin, por el daño que ocasionan al suelo y a la diversidad biológica, reconoce el Máster en Ciencias Ricardo Suárez Bustamante, delegado del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) en Baracoa y secretario del Consejo Específico de la Cuenca del Toa.

Sostiene Suárez Bustamante que el número de hechos supera al apreciable desde la carretera, y también al que reportan las estadísticas oficiales, pues algunos campesinos talan y queman en la parte no visible de las lomas, para evadir la actuación de inspectores del Servicio Estatal Forestal y del Cuerpo de Guardabosques.

En esta zona las precipitaciones promedian 3 500 milímetros al año. La lluvia abundante arrastra fácilmente la capa vegetal de los suelos talados y quemados, los que en poco tiempo se convierten en inservibles. Los productores deben interiorizar esta realidad para así preservar un recurso natural que demora millones de años en formarse, argumenta Ricardo.

Ceney Daissón Osoria, jefe del Cuerpo de Guardabosques en el municipio de Baracoa, aseguró que durante el pasado año sus subordinados impusieron 36 multas por la práctica de esas actividades ilegales, y que hasta los primeros días de abril del 2011 las penalidades ascendían a 25, lo cual corrobora que esas violaciones, lejos de decrecer, aumentan a pesar de existir acuerdos del Consejo Provincial de Cuencas Hidrográficas para evitarlas.

Informó Ceney que en ese último periodo han sido aplicadas, además, tres multas a productores por sembrar a favor de la pendiente, otra práctica inapropiada que conduce al deterioro acelerado del suelo.

La siembra de cultivos temporales en la faja hidrorreguladora también fue un hecho confirmado por Granma. Algunos productores de la zona talan los bosques en galería para cultivar boniato, maíz, frijol, plátano burro y tomate, fundamentalmente.

"Con esas prácticas incentivan que el río, en sus crecidas, erosione las orillas y ensanche su sección transversal (ancho), la mayoría de las veces con taludes proclives a los deslizamientos de tierra", asevera Bustamante.

Comenta el delegado del CITMA en Baracoa que las fajas hidrorreguladoras deben protegerse con plantaciones permanentes maderables o frutales, nunca con cultivos agrícolas temporales. "En el caso de un torrente caudaloso como el Toa está indicada la existencia de una faja protectora de 30 metros hacia ambas orillas. Sin embargo, varios productores violan esas exigencias, poniendo incluso en peligro su vida y la de su familia, en caso de grandes avenidas".

"En nuestro Planeta ya son pocos los lugares virginales, donde el hombre aún no ha profanado la naturaleza, ni contaminado las aguas, la tierra y la atmósfera. Una excepción es la Cuenca del Toa, en el Oriente de Cuba¼ ", escribió Núñez Jiménez en noviembre de 1997, para la mesa redonda internacional Río Toa S.O.S., celebrada en Baracoa.

Ojalá que el freno a la tala y la quema ilícitas y a otras acciones violatorias de la Ley realizadas por algunos productores, conlleven a preservar para las generaciones futuras las enormes riquezas naturales de esa zona enaltecida por el científico cubano.

 

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