Osvaldo Antonio Castell Valdés, destacado combatiente del
Directorio Revolucionario y asaltante al Palacio Presidencial, fue
sepultado ayer en la Necrópolis de Colón, en la capital, a los 78
años de edad.
El Comandante Faure Chomón, familiares, amigos y compañeros de
lucha acudieron a darle el último adiós a Castell Valdés, quien
nació el 28 de febrero de 1932 y desde muy joven se sumó al combate
contra la tiranía de Fulgencio Batista.
El 10 de marzo de 1952, Castell Valdés se incorporó a la
Universidad de La Habana, donde participó en las actividades
organizadas por José Antonio Echeverría, que incluyeron acciones
armadas, por lo que fue elegido para el comando de los asaltantes al
Palacio Presidencial.
Después pasó al exilio en los Estados Unidos, donde se enroló en
la expedición armada del Directorio Revolucionario, encabezada por
Faure Chomón, para constituir un frente guerrillero en el Escambray
y posteriormente fortalecer la lucha en la capital cubana.
Tras triunfar la Revolución, desempeñó diferentes
responsabilidades en las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el
Ministerio del Interior.
Por su relevante trayectoria, Castell recibió reconocimientos
como la Orden Camilo Cienfuegos y las medallas conmemorativas
Aniversario 50 de las FAR, XXX aniversario del Asalto al Cuartel
Moncada, de la Clandestinidad y Combatiente del Ejército Rebelde,
entre otras.
Guillermo Jiménez, compañero suyo en la lucha contra Batista,
recordó cómo "Tony" estuvo comprometido con el movimiento
estudiantil en Cárdenas y en la capital.
Elogió su arrojo junto a José Antonio Echeverría en la
organización de manifestaciones y actividades conspirativas, en las
cuales siempre sobresalió, por lo cual fue fichado por los sicarios
del tirano y tuvo que pasar a la clandestinidad.
Víctor Dreke, de la Dirección Nacional de la Asociación de
Combatientes de la Revolución Cubana, afirmó que "Tony" siempre
cumplió cabalmente con las tareas encomendadas.