No
sabría deslindar si Marcos de Moraes es un detective literario o un
indagador de las marcas identitarias de su país, Brasil,
geográficamente vasto y culturalmente diverso y desmesurado.
Lo
cierto es que mientras se desempeña como jurado en la categoría
Literatura Brasileña del Premio Casa 2011, y aprovechando que la
estancia para las lecturas de los originales en concurso transcurre
en la ciudad de Cienfuegos, Marcos se ha dedicado a averiguar quién
es un tal Pereira Alves, brasileño que residió nada menos que en
Cumanayagua, al al pie del Escambray, hacia 1938, y que mantuvo
correspondencia con el gran Mario de Andrade y llegó a publicar una
reseña de la obra de este en el diario cienfueguero El Comercio.
Con esta operación en marcha (agradece cualquier pista o
información al respecto), Marcos de Moraes es fiel a su pasión: la
memorialística, es decir, el estudio de los relatos testimoniales,
autobiográficos, cartas, cuadernos de apuntes y diarios íntimos de
los escritores brasileños. En el caso de Mario de Andrade, Marcos
puede ser considerado el experto mayor. Obtuvo uno de los dos
Premios Jabuti (el más prestigioso galardón anual del ámbito
editorial brasileño) en el rubro de ensayo y biografía por el libro
Correspondencia entre Mario de Andrade y Manuel Bandeira
(2000), y la publicación de Orgullo de jamás aconsejar: la
epistografía de Mario de Andrade (2007), se ha convertido pronto
en una referencia obligatoria para el conocimiento de uno de los
fundadores de la modernidad literaria en el país sudamericano.
"El estudio de la correspondencia de Andrade —explica Moraes— nos
permite aproximarnos a la manera en que aquel contaba a Brasil a los
demás. Raramente una carta suya contiene elementos circunstanciales
o baladíes. Andrade escribía y esperaba recibir cartas en las que se
cruzaran reflexiones conceptuales, históricas y culturales. He
llegado a la conclusión de que Andrade perseguía confrontar a sus
corresponsales con la necesidad de la construcción de las
identidades de Brasil y de otros países de la región. No es casual
que la inmensa mayoría de sus destinatarios fueran hombres y mujeres
de la cultura de países de América Latina".