La familia del taekwondo está de plácemes por estos días, pues el próximo lunes se cumplirán 24 años de la llegada a nuestro país de este arte marcial devenido deporte de combate.

Ángel Valodia Matos, el único campeón olímpico.

El taekwondo apareció en enero de 1987 de la mano del maestro y tercer dan ecuatoriano Fernando Jaramillo, quien transmitió sus conocimientos a un grupo de cintas negras de kárate-do. El objetivo era entrenarlos —a ritmo acelerado— en aras de debutar en los Juegos Panamericanos de Indianápolis, Estados Unidos, entre el 8 y el 23 de agosto de ese año.

Como era lógico, los antillanos no alcanzaron sitios de honor, ocupando dos cuartos lugares individuales y el puesto 13 por países. La meta era entonces prepararse para la cita continental de La Habana’91.

Con menos de cuatro años de existencia en nuestro país, el taekwondo tuvo su primer éxito internacional en septiembre de 1990 durante el Panamericano de la disciplina, donde quebró todos los pronósticos tras conseguir dos preseas doradas (Ilse Guilarte y Nelson Sáenz) y otras tantas de bronce (Marcial Basanta y Bárbaro Durrutí).

Un año después la alegría fue mayor, pues Cuba logró el primer escaño por naciones en los Juegos Panamericanos de La Habana’91, con tres títulos, dos subcampeonatos y un bronce, desplazando a potencias como México, Estados Unidos y Canadá.

Yanelis Labrada, plata mundial y olímpica.

Sonallis Mayán, en la Copa del Mundo de Río de Janeiro’96, ganó el título en más de 70 kg para convertirse en la primera cubana campeona en estas lides. La ubicación por países (4to. lugar) tuvo un matiz especial, no solo por ser la primera participación en certámenes de esta índole, sino que a diferencia del resto de los elencos Cuba solo compitió con cinco atletas.

Las federaciones mundiales y panamericanas le otorgaron la sede a nuestro país del décimo torneo continental, del 10 al 12 de octubre de 1996. Allí los nuestros fueron terceros, a pesar de que la mitad de ellos debutaba en eventos internacionales. Cuba ubicó por segunda ocasión la mayor cantidad de competidores en el podio de estas lides, con 10 (3-3-4), pues en los Juegos de Mar del Plata’95 había subido a 13 (4-4-5).

En esa misma lid, el estelar Nelson Sáenz capturó su quinto título panamericano, Urbia Meléndez recibió mención como la más destacada, y un jovencito de 19 años llamado Ángel Valodia Matos descolló también con la de oro.

El debut antillano en campeonatos del orbe ocurrió en Hong Kong’97, con solo dos atletas, Alfredo Escobar (83 kg) y Nelson Sáenz (más de 83), plata y bronce.

Sydney’00 fue escenario del estreno del taekwondo en Juegos Olímpicos, tras haber intervenido como exhibición en Seúl’88. En la cita australiana el holguinero Ángel Valodia hizo historia con su medalla de oro —única hasta el momento—, mientras Urbia Meléndez obtuvo el subtítulo.

Otras actuaciones destacadas resultaron las de Gesler Viera (oro Mundial’07) y Daynellis Montejo (bronce olímpico en el 2008).

Taimí Castellanos enseñó madurez en el 2009 e igualó la actuación de Yanelis Labrada en el 2003 con su sorpresiva plata en Copenhague, Dinamarca, donde solo tuvo cuatro días para acoplarse a los nuevos petos electrónicos.

En el recién finalizado 2010, jóvenes como José Ángel Cobas demostraron su calidad, pues a pesar de estar lesionado en la tibia derecha desde su primer combate en el Campeonato Mundial Juvenil, en México, se convirtió en el primer taekwondoca cubano en subir al podio en eventos de la Federación Mundial de Taekwondo (WTF, por sus siglas en inglés).

Ese año vieron la luz los Primeros Juegos Olímpicos de la Juventud, en los cuales la matancera Yuleimi Abreu se adjudicó el bronce, mostrando su arsenal técnico.

El dúo conformado por Taimí Castellanos y Robelis Despaigne volvió a hacer de las suyas en julio pasado, esta vez en el certamen del orbe para universitarios. Taimí se llevó la plata, y el espigado muchacho de 2,03 metros de estatura el metal áureo, lo que constituyó el primer título de un cubano en estos certámenes, pues hasta el momento la mejor actuación correspondía a Roberto Abreu, con su plata en Guadalajara’92.