A 50 años de su muerte

Piti Fajardo en la historia

Omar Fernández Cañizares

Justo hoy se cumplen 50 años de la desaparición física del comandante Manuel Fajardo Rivero. Piti Fajardo, como le conocíamos, fungía entonces como jefe de Operaciones en las montañas del Escambray, donde cumplía el mandato de la naciente Revolución cubana con el fin de aprehender a los bandidos contrarrevolucionarios pagados por el imperialismo norteamericano.

De su vida mucho se recuerda. Siempre evoco su carácter alegre, simpático y la capacidad de comunicación. Partió de su natal Manzanillo al terminar el bachillerato y se instaló en La Habana, donde estudió Medicina. Fue en esta época cuando hicimos amistad. Desde los primeros años de la carrera se le vio interesado en la especialidad de cirugía, la cual practicó en el Hospital Calixto García y en el de Emergencias. El amor por la profesión le llegó de su madre, la doctora Francisca Rivero Arocha (Panchita), quien también prestó innumerables servicios a la Revolución.

Al terminar sus estudios comenzó a trabajar en la Clínica La Caridad, del doctor René Vallejo; allí, en Manzanillo, adquirió gran experiencia en el campo de la cirugía.

Durante su estancia en la capital, Piti Fajardo participó junto a nosotros en las diferentes manifestaciones que organizaba la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) contra la tiranía; ejemplo de ello fue el golpe del 10 de marzo de 1952. Al producirse el desembarco del yate Granma por Las Coloradas, Fajardo y su amigo el doctor Vallejo se ponen en contacto con Celia Sánchez para colaborar en lo que fuera necesario.

Más adelante, se les comunica que pueden continuar trabajando en la clínica para no levantar sospechas. Desde entonces, este lugar sirvió de centro para que las ciudades de Oriente enviaran medicamentos para la guerrilla, y desde allí hacia la Sierra, también fue un punto de salida de algunos compañeros para continuar viaje hacia la Sierra y constituyó, además, un importante sitio para tratar, operar y curar a muchos heridos de la naciente guerrilla del Ejército Rebelde.

Cuando ya no pudo realizar este tipo de trabajo, se incorporó al Ejército Rebelde y formó parte de la Columna 12 Simón Bolívar donde fue médico y, a la vez, segundo jefe. Aquí volvimos a encontrarnos, entonces yo comenzaba a trabajar como médico de la Columna 32 José Antonio Echeverría. Su apoyo constituyó nuevo motivo de alegría, y la utilidad doble: como médico y guerrillero. Así, ayudamos a salvar las vidas de otros compañeros. Piti fue muy querido por el campesinado, nunca dejó de ofrecer consultas médicas en los pueblos o caseríos por los que pasaba.

Después del triunfo revolucionario participó en la construcción de la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos en medio de la Sierra Maestra, en el Caney de Las Mercedes, junto a varios oficiales y soldados del Ejército Rebelde.

En los primeros meses del año 60 se incrementaron los actos de sabotaje, la piratería y la quema de casas en las montañas del Escambray. Entonces el Comandante en Jefe Fidel nombró a Piti Fajardo, jefe de Operaciones y le encomendó combatir hasta eliminar toda banda contrarrevolucionaria del lugar. El 29 de noviembre de 1960, Fajardo dejó su Puesto de Mando y se dirigió hacia una reunión en Trinidad. Es allí, justo en el entronque entre la carretera de Trinidad y la de Topes de Collantes, donde cayó herido de gravedad y murió instantes después.

Hoy lo recordamos como excepcional revolucionario, guerrillero, médico y ser humano. Ejemplo a seguir para las generaciones presentes y futuras.

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Cultura | Deportes | Cuba en el mundo |
| Comentarios | Opinión Gráfica | Ciencia y Tecnología | Consulta Médica | Cartas| Especiales |

SubirSubir