Ahora el ICAIC se alista para estrenar, a partir del jueves 7 de
octubre, en las principales salas de todo el país, el documental que
el realizador argentino dedicó a su compatriota Ernesto Guevara.
Tras doce años de búsquedas y hallazgos, Bauer pudo al fin
terminar el año pasado esta película coproducida por el ICAIC, el
Centro de Estudios Che Guevara, el Instituto Nacional de Cine y
Audiovisuales de Argentina y la Universidad Nacional de San Martín,
y el ente público Televisión Española y Golem Distribución, del país
ibérico.
Al hablar entonces del documental, Bauer dijo: "Sabía que era un
reto sintetizar la idea en los 130 minutos que dura la proyección,
pero tenía que intentar transmitir el concepto de un hombre que
estudia, que realiza una reflexión teórica profunda y al mismo
tiempo se entrega a la acción y predica con el ejemplo".
Un indicador de la efectividad de la propuesta de Bauer pudiera
ser la reciente conquista del Premio al Mejor Documental en el
Festival de Cine de Montreal, reconocimiento que otorga el propio
público.
Dentro de la filmografía del cineasta argentino, la película
ocupa un lugar muy especial, pero al mismo tiempo resulta congruente
con una actitud estética y una toma de partido. En algún momento,
Bauer se definió:
"Me interesa un cine vinculado con la memoria, esto tiene que ver
con una búsqueda de la identidad que, en definitiva, es una
construcción. Soy de los que piensan que no podemos avanzar ni como
individuos ni como sociedad si no somos capaces de evaluar nuestro
pasado. No con ánimo de fijarnos en la nostalgia ni en el regodeo de
una herida; sino para proponer una mirada sobre el pasado, con
voluntad de avanzar hacia el futuro".
Haber nacido en 1959 fue para él una significativa circunstancia:
"Es el año del triunfo de la Revolución cubana, es decir, de la
apertura de un tiempo diferente en mi país y en América Latina".
Después de egresar en 1982 del Centro Experimental del Instituto
Nacional de Cinematografía, trabajó como cámara a las órdenes del
chileno Miguel Littin y la norteamericana Estela Bravo.
En el cine documental cuenta con realizaciones importantes como
Cortázar (1994) y Evita, la tumba sin paz (1997), que
marcó un récord de audiencia por la televisión argentina.
Con su largometraje Iluminados por el fuego (2005), sobre
la guerra de las Malvinas, conquistó el Goya al Mejor Filme
Extranjero de Habla Hispana en el 2006, el Premio Especial del
Jurado del Festival de San Sebastián, el Premio al Mejor Filme de
Ficción del festival de Cine Tribeca de Nueva York y el Coral de
Guión en el Festival de La Habana.