El atributo de este galardón, el más importante que concede la
organización a los creadores extranjeros en el campo de las artes
visuales, fue recibido ayer en su nombre por Juliana Isabel Marino,
embajadora de Argentina en La Habana, en presencia de Miguel Barnet,
presidente de la UNEAC.
Lesbia Vent Dumois, presidenta de la Asociación de Artistas
Plásticos, entregó el alto galardón, consistente en una obra de René
Francisco Rodríguez, uno de los pintores cubanos de mayor pegada en
los últimos tiempos.
Al evocar la figura de Ferrari, Lesbia destacó su vinculación con
los problemas políticos y sociales de la época que le ha tocado
vivir, desde la lucha de los obreros azucareros de Tucumán, en su
natal Argentina, hasta su alineamiento al lado de Vietnam y otras
causas justas.
Nacido en Buenos Aires en 1920, Ferrari comenzó a trabajar sobre
cerámica en 1954, cuando se desplazó a Italia para tratar los
problemas de salud de una de sus hijas. Un año después, ya creaba
sus obras con otros muchos materiales, desde el yeso al cemento,
pasando por la madera y el alambre. Ya desde entonces sus obras
destacaron por su ingenio, irreverencia y un agudo sentido social.
Con motivo de la X Bienal de La Habana, la Casa de las Américas
exhibió obras suyas y le rindió homenaje. También en el 2009 mereció
el Premio ALBA de las Artes.