Aportes de la silla a la Medicina

José A. de la Osa
delaosa@granma.cip.cu

Un famoso internista español, autor de numerosas obras científicas, señalaba que el médico antes de realizar la inspección, la palpación, la percusión y la auscultación, debe realizar la "escuchación", y son mayoría los especialistas adheridos al criterio de que el aparato que más ha hecho avanzar a la Medicina es la silla (léase el lugar donde se sienta el paciente para un interrogatorio cuidadoso y exhaustivo).

Foto: Raúl López Profesor Roque Roque Frías.

En un artículo recientemente publicado en estas páginas se subrayaba que con el llamado método clínico —sustentado fundamentalmente en el interrogatorio al enfermo y el examen físico— es posible establecer un diagnóstico correcto en un elevado porcentaje de los casos. Ello permite no tener que someter a los pacientes a exámenes innecesarios, algunos de los cuales, como ocurre con los Rayos X o la Tomografía Axial Computarizada (TAC), pueden originar perjuicios adicionales a la salud.

Lo expuesto motivó una llamada a Granma de un reconocido especialista cubano, el profesor Roque Roque Frías, Máster en Atención Integral a la Mujer y profesor Consultante de la Universidad Médica de La Habana, para reafirmar que, por definición, la clínica es el corazón de la Medicina y debe ser el elemento central y primario en la formación del médico. "Ella es la que nos pone realmente en contacto con la realidad individual de un paciente y sirve tanto para diagnosticar como para tratar", dijo.

Reconoció que los avances tecnológicos han representado la oportunidad de rebasar, con mucho, las posibilidades de una Medicina basada solo en los "meros sentidos del médico". Sin embargo, apreció que esta creciente tendencia tecnológica viene contribuyendo a "esclavizar el trabajo médico en esa vertiente, a deformar su imagen, a disminuir la confianza en su propia capacidad", en la medida que los desarrollos tecnológicos se han ido convirtiendo en el gran sustituto del juicio clínico.

Se considera que casi el 50% de las enfermedades de la Medicina Interna se pueden diagnosticar o sospechar solamente con un buen interrogatorio al paciente. Y en el caso de las enfermedades digestivas ese porcentaje se eleva hasta un 80, el examen físico aporta un 5% y las exploraciones endoscópicas fundamentalmente, complementadas con la Imagenología, un 15%.

Para el doctor Roque no se trata de elegir entre una Medicina científica y una Medicina humana como si se tratara de aspectos antagónicos y excluyentes. Se requieren las dos por igual. La población necesita una atención médica científica y humanizada.

 

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