Dos estrenos en un instante

Amelia Duarte de la Rosa

Cincuenta años sobre la escena han motivado la renovación y ampliación del contenido coreográfico de Danza Contemporánea de Cuba (DCC), compañía que cierra los festejos de su aniversario con la presentación de los estrenos Casi casa y Mambo 3XXI, en la Sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana desde este último fin de semana hasta el próximo día 20 de diciembre.

Foto: Yaimí Ravelo. Crece la labor coreográfica de George Céspedes.

Dos elencos alternos de once bailarines conforman la puesta de Casi casa, composición del bailarín y coreógrafo sueco Mats Ek considerado uno de los mayores exponentes de la danza mundial. El hilo argumental de la coreografía, basada en la formación de un grupo danzario, pone a prueba el vasto margen de expresión de los cuerpos de los bailarines quienes amplían las fronteras de sus movimientos con una dramaturgia bien definida. La obra, mezcla de creaciones anteriores de Ek, recrea el interior de una casa a través de tres ejes centrales, una cocina, una puerta y un sillón en torno a los cuales se mueven los solistas para fundirse luego como colectivo.

Ek, quien se desempeñó en la década del 70 como director artístico del Cullberg Ballet y tiene alrededor de 40 obras de teatro danza, entre ellas las versiones contemporáneas de Giselle y Carmen, llegó a la isla para iniciar una serie de proyectos futuros con la compañía. Miguel Iglesias, director de DCC, explicó a Granma el proceso de montaje con el prestigioso coreógrafo, "nos encanta el trabajo de Mats y buscamos la manera, en complicidad con la Fundacion Ludwing, de realizar el proyecto juntos. Cuando vino a Cuba se enamoró de la compañía y a partir de ese enamoramiento mutuo surgió la posibilidad de trabajar. Como su agenda es muy apretada decidimos montar fragmentos de El apartamento y Fluye, así comenzamos el trabajo en octubre con una de sus asistentes y su esposa Ana Laguna, también bailarina. Esperemos que este sea el comienzo y que exista la posibilidad de crear una obra exclusivamente para nosotros."

En tanto, Mambo 3XXI, del joven bailarín George Céspedes, llega a la escena con derroche de equilibrio, coordinación, movimiento y dinamismo combinados, de una manera conceptual, con melodías de ese ritmo tradicional cubano. La entrega de Céspedes, coreógrafo de otras obras como Carmina Burana, El peso de una Isla, Uno, La separación, potencia la gramática de la excelente técnica de la compañía cuyo lenguaje escénico se articula en una unidad plural de música, vestuario, escenografía y danza. La pieza, que tuvo algunas presentaciones en la plataforma del Festival Internacional de Teatro, según George debe su nombre a la referencia epocal, "tercer milenio, siglo veintiuno."

 

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