Cine, pensamiento, industria y música: cuarteto habanero

Pedro de la Hoz
pedro.hg@granma.cip.cu

La nutrida cartelera del 31 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, que comenzará en esta capital el próximo 3 de diciembre, se complementará con espacios para la reflexión de conflictivos temas contemporáneos, oportunidades para la industria fílmica y un abanico de opciones musicales de primer orden, al tiempo que se dedicará un homenaje a los 50 años del ICAIC.

Foto: AINAlfredo Guevara precisó detalles sobre el Festival.

Al describir ayer ante la prensa el estado de los preparativos del evento, Alfredo Guevara, presidente del Festival, declaró sentirse en "estado de felicidad" y confiado "en que habrá una invasión de jóvenes", algo para él, representante de la generación que dio vida al Nuevo Cine de la región, en el parto de Viña del Mar (Chile) a fines de los sesenta, "sumamente esperanzador".

Precisamente para la juventud se habilitará una sede, el Pabellón Cuba, donde con el coauspicio del Ministerio de Cultura y la Asociación Hermanos Saíz, tendrán lugar debates, encuentros con personalidades, proyecciones, descargas trovadorescas y exposiciones.

En este último orden, Alfredo confesó que en ese ámbito cumpliría un sueño: convertir el túnel que une a las dos secciones del Pabellón en una galería de arte, que expondrá la obra fotográfica de Tina Modotti.

Según el creador del Festival, ese será un espacio idóneo para resaltar, a través de la audacia artística de Tina, la personalidad de Julio Antonio Mella, compañero sentimental y de lucha de la insumisa italiana, desde la más honda percepción humana.

"Ese otro Mella —precisó Guevara— se relaciona con ese otro Che, el que veremos en el filme del argentino Tristán Bauer, de estreno el 7 de diciembre, "el Che exigente, pero al mismo tiempo de una humanidad infinita".

Explicó que en ello fue de gran ayuda la colaboración de Aleida March, viuda del Che y directora del Centro de Estudios que lleva el nombre del comandante en la capital cubana, "que ha sido muy discreta en muchos años, pero que aportó ahora documentos y filmaciones, que nos permiten ver a un Che íntimo".

Las reflexiones pasarán por cuatro coordenadas: la increíble persistencia de la esclavitud que afecta al menos a 22 millones de seres humanos; las relaciones entre Estados Unidos y América Latina desde la perspectiva de lo que son, lo que han podido y lo que debieran ser; los vasos comunicantes entre el teatro y el cine; y lo que ha venido siendo una tradición de más de 20 años en el Festival: el análisis del universo audiovisual del niño en Latinoamérica.

Un apartado de interés pasará por la industria fílmica. El Premio de postproducción, que concederá por segunda vez el Fondo Cultural del ALBA, considerará 12 obras en proceso de Argentina, Chile, Ecuador, Guatemala, Perú y Cuba, que podrían hallar financiamiento para su terminación.

Este será, nuevamente, un Festival donde la música ocupará un lugar privilegiado. Incluso desde el primer día, donde antes de que se proyecte la cinta argentina en concurso El secreto de de sus ojos, de Juan José Campanella, es muy probable que se produzca el encuentro entre Omara Portuondo y Chucho Valdés.

En La Habana estarán dos destacados músicos del continente: los argentinos Fito Páez y León Gieco. A ellos se sumará el guitarrista norteamericano Gary Lucas, que complementará la exhibición del Drácula hispano de George Melford. Y se contemplará en la programación un concierto en la Basílica Menor de San Francisco de Asís, organizado por el pianista Ulises Hernández, para reanimar la obra del Grupo de Renovación Musical, que bajo la égida de José Ardévol, tuvo un notable protagonismo en la creación sonora insular en los años cuarenta del pasado siglo.

 

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