En rueda de prensa, efectuada ayer en el Centro Cultural Fresa y
Chocolate, Pablo Pacheco, vicepresidente del ICAIC, comentó que este
trabajo es el número 23 que realiza la institución cinematográfica
acerca del ballet cubano en los 50 años de su existencia. Y
especificó que era una deuda, pues aunque por distintas razones no
pudo hacerse el pasado año cuando fue el cumpleaños del BNC, se
entrega ahora coincidiendo con el aniversario 50 del ICAIC. Una
manera de perpetuar la historia de Alicia y el BNC para la memoria
de la cultura cubana, expresó.
Por su parte, Pedro Simón, director de la revista Cuba en el
Ballet, especificó que para suerte de todos, la filmografía del
ballet en Cuba crece y en su gran totalidad se debe al ICAIC. Ahora
vamos a tener completa La bella durmiente, una de las
versiones más importantes realizadas por Alicia Alonso, a tal punto
que fue montada en la Scala de Milán y la Opera de París, donde se
mantuvo durante largos años. Entre los méritos del documental, Simón
destacó el hecho de que muestra la praxis artística de Alicia en
pleno montaje, una labor constante que ha llevado siempre de la mano
con el baile. Interesantes testimonios—dijo— de esa parte del
trabajo coreográfico de la directora del BNC, que está en constante
cambio. Es que siempre se está replanteando pasos, ideas para los
personajes, buscando algo nuevo en el ballet, desde los salones de
ensayo, para enriquecerlo y acercarlo al presente. El BNC agradece
este trabajo del ICAIC.
Luis Ernesto Doñas, quien en la edición ha dejado sus marcas en
obras como Rapsodia sobre un tema de Paganini, Salvador de
Cojímar, La Anunciación... de este, su primer trabajo de
realización, quiso reconocer, primero, la confianza de la
institución cinematográfica en brindarle la oportunidad de filmarlo
durante el Festival, y el apoyo recibido por todos en el ballet. Y
también dio crédito en sus palabras a las personas que lo
acompañaron en esta aventura del celuloide: Raúl Rodríguez
(fotografía), Joanna Montero (montaje), Camilo Ferrera (banda
sonora), Ahmed Piñeiro (idea original y asesoría del ballet), y
Rubén Carreño (producción), entre muchos otros.
El despertar de un sueño aborda el clásico, de forma
inteligente, y a partir de la exploración de los diversos procesos
de montaje, vestuario, diseño escenográfico y la propia coreografía,
desde diferentes ópticas brindadas por sus protagonistas directos.
El documental está acompañado por una selección del propio ballet en
la temporada presentada en abril pasado, en el GTH.