Esos otros Estados Unidos

MARTA ROJAS
marta.rr@granma.cip.cu

Del periodista e investigador Nicanor León Cotayo, la Editorial José Martí acaba de poner a circular su libro En Estados Unidos, un puente de amistad con Cuba. En breves páginas, que desde luego no agotan el tema, repasa hitos sobre la solidaridad del pueblo norteamericano hacia la Cuba asediada hace medio siglo por los gobiernos de ese país.

Carlos Muñiz Varela, mártir de la solidaridad.

El volumen aborda en sus inicios un vínculo insoslayable en cuanto al conocimiento de nuestras naciones, llevado de la mano por José Martí. El compromiso cotidiano de la emigración cubana en Nueva York, Tampa y otras ciudades estadounidenses a favor de la independencia de Cuba y las características de la esforzada nación vecina, cuyos hijos por lo regular son ejemplo de trabajadores ingeniosos, nación de inmigraciones constantes, como Martí escribe en sus Escenas Norteamericanas ponen en antecedentes al lector.

No falta la alusión a Henry Reeve, El Inglesito, quien alcanzó altos grados militares en el Ejército independentista de Cuba frente al colonialismo español. Fue y es un héroe norteamericano y un héroe cubano. Henry Reeve fue el nombre escogido por Cuba para nombrar a la brigada médica que estaba lista a prestar servicio desinteresado, solidario, a los vecinos de Nueva Orleans, cuando la ciudad fue azotada por el huracán Katrina. Pero su ingreso al territorio fue prohibido por la administración del entonces presidente George W. Bush.

El autor del libro ha logrado sintetizar los momentos más extraordinarios en la épica solidaria desde Estados Unidos hacia Cuba. No lo ha hecho cronológica —no era necesario— pero en sus páginas aparecen los momentos cruciales: colectivos y personas sirven de ejemplo.

El registro de León Cotayo recuerda el viaje de Fidel a Nueva York para participar en el acto celebrado en el Palm Garden, antes de partir a la gesta libertaria en el yate Granma. La obra describe los días en que Fidel, ya en plena Revolución triunfante habitó en el Hotel Theresa en el barrio de Harlem. Y refleja la actitud diáfana, comprensible y solidaria de muchos estadounidenses luego de la invasión mercenaria de Bahía de Cochinos. Los mártires de la solidaridad no podían faltar en este libro. Como ejemplo digamos uno: la heroica historia de Carlos Muñiz Varela.

El libro aportará al lector varias sorpresas, entre ellas la historia de El año más largo de una americana rubia: Sandra y su Centro de Estudios Cubanos de Nueva York, muy joven profesora norteamericana atacada por la contrarrevolución de Miami que envió a sicarios a Nueva York para matarla por el delito de haber exhibido un filme cubano en la modesta sede del Centro. Solo los cinco minutos de diferencia entre su salida del local y el estallido de la bomba terrorista evitaron su muerte instantánea.

Cuántas historias y cuántas personas que se arriesgan como nadie, día a día por causas justas. Y claro que no faltan tampoco la Brigada Venceremos y la caravana de los Pastores por la Paz, encabezada por el reverendo Lucius Walker.

Hermosa obra esta de León Cotayo, pues honra a quienes sobradamente lo merecen y ayuda a sembrar conciencia.

 

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