Después
de la Guerra Hispano-estadounidense en 1898, España perdió la
posesión de Isla de Pinos, reclamada por Cuba y Estados Unidos,
hasta que el Tratado Hay-Quesada confirmó el derecho de nuestro país
sobre el territorio pinero, hoy Municipio Especial Isla de la
Juventud.
El 2 de marzo de 1904, el Tratado sobre la Isla de Pinos, firmado
en Washington por Mr. John Hay, Secretario de Estado del gobierno
yanqui, y Gonzalo de Quesada, Ministro de Cuba, contemplaba que el
territorio pinero "pasaba a formar parte del territorio cubano", y
que los Estados Unidos "renunciaban a toda reclamación de título a
la Isla".
La decisión tardó 21 años en confirmarse, pues aunque el Senado
cubano ratificó el Tratado Hay-Quesada el 8 de junio de 1904, no fue
hasta el 13 de marzo de 1925 cuando el gobierno norteamericano,
después de incontables vejámenes y menosprecios a nuestra nación,
otorgó la definitiva soberanía de Cuba sobre Isla de Pinos.
A pesar de la realidad histórica de que la isla situada en el Mar
Caribe, al suroeste de nuestro país, siempre había sido considerada
territorio cubano, se mantenía en litigio por los gobernantes
norteamericanos, que durante el periodo de 1899 a 1925 dieron más de
una evasiva para el no reconocimiento del Tratado.
El intento de anexión de la entonces Isla de Pinos estuvo apoyado
en la publicación de un mapa militar, en 1899, que presentaba a esa
porción de nuestro archipiélago como territorio de la Unión.
Como parte de la estrategia para adueñarse de la ínsula, en
Estados Unidos se desarrolló una intensa campaña para promover la
emigración hacia ella de ciudadanos norteamericanos, con el objetivo
de convertir a ese pedazo de tierra cubana en un nuevo Estado de la
Unión. Pero las protestas y reclamos de los patriotas cubanos
obligaron a la firma del Tratado y a su ratificación 21 años
después.