Ecos de Siboney

La herencia del son

OMAR VÁZQUEZ
omar.vc@granma.cip.cu

Foto: YANDER ZAMORADe la mayoría de los integrantes del conjunto Ecos de Siboney pudiera decirse que bebieron el son desde la mismísima cuna, y uno de ellos, su líder, bajo la guía de un maestro insuperable. Quienes lean su nombre develarán prontamente el secreto: Ernesto Morales Repilado. En efecto, es uno de los nietos de Francisco Repilado, el inmenso Compay Segundo. Fue en honor a su abuelo que el conjunto, al apellidarse Siboney, recordó la comunidad santiaguera donde Compay nació el 18 de noviembre de 1907.

Ecos de Siboney se fundó el 26 de septiembre de 1997. Con Ernesto, contrabajista, también estuvieron inicialmente sus hermanos: Alejandro y Leonardo (en las voces y los bongoes y percusión menor). Con el conocimiento de una historia que tiene más de una hermosa arista, iniciamos la conversación con Ernesto, quien era graduado de mantenimiento eléctrico industrial y estudiaba en el Politécnico de Ciudad Libertad, antes de sumergirse profesionalmente en el ámbito sonero.

"Era una responsabilidad doble, pues había que mantener una ética tanto musical como personal. El apellido Repilado no lo hemos tomado como bandera para abrirnos paso. Entonces abuelo vivía y su grupo ponía bien en alto nuestras tradiciones. Obviamente fuimos influidos por él, quien tuvo la oportunidad de vernos actuando y aconsejarnos."

"Amparo Repilado, mi madre —subraya—, nos daba su criterio ante cada montaje, pues abuelo no lo hacía directamente. Ella es una sonera de pura cepa pues desde niña lo escuchaba en la calle Salud no. 578, donde mi abuela Ana María Labrada Martínez hacía dúos con el viejo Compay."

"Te cuento que de pequeños —recuerda—, cuando no queríamos dormir, mi abuelo cogía el ‘armónico’ y se ponía a cantarnos sones y boleros, hasta que caíamos rendidos. Nos apoyó desde el primer momento. Asistía a todos los ensayos y de vez en cuando hacía una que otra sugerencia, pero con mucho tacto. Las cosas que de verdad veía mal, se las comentaba a mi mamá, para que luego ella las transmitiera en familia. Eso sí, nunca intentó hacernos más fáciles las cosas, valiéndose de su fama."

"Además, él quiso montar con nosotros Versos diabólicos que hacía años no cantaba. Cogió el armónico y dijo que yo conocía su línea melódica y por ello somos los únicos que lo interpretamos."

La primera presentación del grupo fue en la sede provincial de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), donde mantuvieron una Peña durante meses. Actúan todos los martes en la Peña Chan Chan (Casa de la Amistad) y también en el hotel Ambos Mundos.

Ecuador marcó recientemente la primera confrontación internacional, donde el rotativo El Comercio y bajo el título "En Quito se bailó ‘a lo cubano’", destacó elogiosamente su presentación en el teatro Variedades.

Con el tiempo, Ecos de Siboney ha ido variando su formato hasta llegar a los diez integrantes actuales, entre los que se destacan también José Luis Arregoitía, un excelente sonero que pasó por la Ritmo Oriental y otras conocidas agrupaciones; Oscar Aguilera (trompeta), Mario Cruz y Darían Pérez (clarinetes), Juan Carlos Alcázar (tres), entre otros; mientras que Reinier Morales Repilado (por cierto, el único al que Compay enseñó a tocar el "armónico") se desenvuelve como sonidista.

"Aunque estamos contentos con el nivel del grupo —apunta Ernesto—, tenemos que seguir mejorando. Este enero debe salir el disco Ecos de Siboney. La saga de Compay (Sello Autor de la SGAE), que nos produjo Manolito Simonet y el cual ya promovimos en Ecuador."

 

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