Fidel consideró que las mujeres podían realmente empuñar las
armas y serían incluso mejores y más disciplinadas que los hombres.
Convocó entonces a una reunión a los miembros del mando del Ejército
Rebelde, que tuvo por escenario la Comandancia de La Plata, en plena
Sierra Maestra, el 4 de septiembre de 1958. El debate se prolongó
unas siete horas.
Aunque Fidel encontró el apoyo de varios compañeros, en
particular el respaldo de la heroína Celia Sánchez Manduley, sabía
que hallaría oponentes al tomar tal decisión, porque prevalecía en
algunos la desconfianza en la capacidad combativa de la mujer.
Luego de hacer un recuento histórico de las luchas de la mujer
cubana, el Comandante, con su proverbial poder de persuasión,
convenció a todos de la idea. Al término del encuentro se dirigieron
a Radio Rebelde, y allí quedó constituido el pelotón de mujeres del
Ejército Rebelde Mariana Grajales, integrado por 13 decididas y
audaces combatientes: Isabel y Lilia Rielo, Olga Guevara, Angelina
Antolín, Rita García, Ada Bella Acosta, Normita Ferrer, Flor Pérez,
Eva Palma, Orosia Soto, Juana Peña, Edemis Tamayo y Teté Puebla. La
historia demostró que había sido una sabia decisión.
Como prueba de su confianza, Fidel las entrenó y les enseñó a
tirar. Luego de varios días de preparación, las convocó para elegir
la jefa, y al término de una prueba de tiro, Isabel Rielo resultó la
mejor, y fue designada al frente del pelotón.
Transcurridas algunas semanas, y ya armadas, comenzaron a
participar en combates dirigidas por el comandante Eddy Suñol, pese
a que inicialmente él se había opuesto a que las mujeres fueran
armadas.
El combate de Guisa, el más violento de los que libraron, tuvo
una duración de diez días, y en él, hombres y mujeres hicieron
derroche de heroísmo. Ellas demostraron que eran buenas en la pelea
como cualquier hombre. El propio Suñol, en una carta que envió al
Comandante en Jefe, le reconoció el acierto en la decisión tomada.
La perspectiva política de Fidel hizo posible que hoy la historia
recoja en sus páginas la valentía y el coraje del pelotón Las
Marianas en sus acciones combativas.
Terminada la guerra todas las integrantes del pelotón se
incorporaron al lugar asignado para la construcción de la nueva
sociedad.
A 50 años de aquel suceso histórico, el pueblo les rinde homenaje
a las Marianas de la Sierra porque supieron usar sus fusiles contra
el enemigo, y demostraron que la mujer, con la liberación de su
pueblo, se libera también.