Continuar perfeccionado la labor del Partido y su
autoridad ante las masas
Intervención del Segundo Secretario del Comité Central del Partido
Comunista de Cuba, compañero Raúl Castro Ruz, en las conclusiones del
VI Pleno del Comité Central del PCC, efectuado en el Palacio de la
Revolución, La Habana, el 28 de abril de 2008, "Año 50 de la
Revolución".
Considero que hemos tenido una buena reunión. Espero coincidir con
ustedes.
El
Partido cuenta con la fortaleza y experiencia alcanzadas en estos
difíciles años de período especial. Aun así, sus dirigentes, cuadros y
militantes debemos trabajar por continuar perfeccionando su labor y su
autoridad ante las masas.
Lo examinado hoy en el Pleno y los acuerdos adoptados constituyen
un paso importante en esa dirección, y también en la de afianzar el
papel del Partido como vanguardia organizada de la nación cubana, que
lo situará en mejores condiciones para enfrentar los retos del futuro
y, como ha expresado el compañero Fidel, para asegurar la continuidad
de la Revolución cuando ya no estén sus dirigentes históricos.
En ese empeño tendremos, como meta principal, seguir mejorando
nuestro aún imperfecto pero justo sistema social, en medio de la
realidad actual, que sabemos en extremo compleja y cambiante, y todo
indica seguirá siéndolo en el futuro.
PRODUCCIÓN DE ALIMENTOS: TAREA PRINCIPAL
Baste citar el precio de los alimentos en constante ascenso y el de
los combustibles, insostenibles para los países subdesarrollados
importadores de ambos, como también el cambio climático, que de una
forma u otra los afecta. Por ello, hay quienes ya avizoran grandes
desórdenes y conflictos en este mundo ante crecientes hambrunas, a lo
que se debe agregar aquellos que se puedan desatar ante las carencias
de fuentes de abasto de agua potable.
La
producción de alimentos debe constituir una tarea principal para los
dirigentes del Partido, que es preciso estén conscientes de que en el
presente y hasta donde es posible vislumbrar el futuro, es un asunto
de máxima seguridad nacional.
En particular, exige de los primeros secretarios de municipios y
provincias brindar el máximo apoyo y controlar rigurosamente, no por
papeles y reuniones, sino en el terreno, hablando directamente con los
encargados de producir, la puesta en práctica de las medidas que han
comenzado a aplicarse en la agricultura, sobre todo la labor de las
delegaciones municipales recién constituidas.
A los factores que anteriormente mencioné y que hacen complejo el
escenario en que nuestro país se desenvuelve, sumo que si la extrema
derecha en los Estados Unidos logra imponerse nuevamente en las
elecciones de noviembre, lo que no es una certeza pero sí una
posibilidad real, el clima mundial de inestabilidad y violencia
continuará presente y pudiera incrementarse, con efectos directos para
nuestro país.
El Partido, el Estado y el Gobierno, las organizaciones de masas,
sociales y juveniles, en fin, nuestro pueblo, debe tener presente esas
realidades y perspectivas.
Ante éstas, no hay otra alternativa que la de trabajar unidos por
seguir adelante, avanzando con el mismo espíritu de lucha y firmeza de
estos casi 50 años de Revolución, transcurridos en medio de constantes
agresiones, amenazas, guerras y hostilidades de todo tipo a que nos ha
sometido el imperio.
REFORZAR LA INSTITUCIONALIDAD
En estos tiempos, y los que están por venir, resulta necesario y
decisivo contar con instituciones políticas, estatales, de masas,
sociales y juveniles fuertes. Reafirmo lo que expresé el pasado 24 de
febrero: mientras mayores sean las dificultades, más orden y
disciplina se requieren, y para ello es vital reforzar la
institucionalidad, el respeto a la ley y las normas establecidas por
nosotros mismos.
Los acuerdos que hemos aprobado dan fin a la etapa de
provisionalidad iniciada el 31 de julio del 2006 con la Proclama del
Comandante en Jefe, hasta el mensaje en que nos expresó su propósito
de ser sólo un soldado de las ideas, vísperas del 24 de febrero del
2008. Durante esos 19 meses, trabajamos colegiadamente, junto a otros
compañeros, sobre la base de la delegación de funciones que él
realizó. A esto me referí con más amplitud en el punto de la agenda
sobre la Comisión del Buró Político.
Antes de concluir quisiera abordar otros dos importantes temas. El
primero es informarles que en uso de las facultades que me confiere la
Ley, he decidido designar al Vicepresidente del Consejo de Ministros,
compañero José Ramón Fernández Álvarez, para atender, orientar,
controlar y coordinar la labor de los ministerios de Educación y
Educación Superior, además del INDER, así como las actividades
relativas a la educación que desarrollan otros organismos de la
Administración Central del Estado, incluyendo los centros de enseñanza
y universidades militares.
En el ejercicio de estas facultades, me mantendrá plenamente
informado, especialmente de las actividades que por su importancia y
trascendencia requieran ser consultadas previamente o informadas de
modo inmediato.
Todos conocemos las cualidades del compañero Fernández y los
resultados alcanzados en las numerosas tareas cumplidas, la mayoría
asociadas a la educación, tanto en las FAR como en instituciones
civiles.
Hemos tenido el privilegio de contar en nuestra larga lucha con su
dinamismo y capacidad organizativa, a lo que se agrega su honestidad,
experiencia y conocimientos.
Confiamos en que su trabajo ayudará a hacer más coherente y
efectiva la labor del Gobierno en un campo de significación
estratégica para el presente y el futuro de la Revolución. Deseamos
que surjan muchos inspirados en su ejemplo.
LA REVOLUCIÓN LA HA ANIMADO SIEMPRE EL ESPÍRITU
DE JUSTICIA
El segundo asunto es sensible y hasta polémico. Esta mañana, a
propuesta del Buró Político, el Consejo de Estado acordó conmutar la
pena de muerte a un grupo de sancionados.
Les corresponde, en su lugar, la de privación perpetua de libertad,
excepto los que cometieron el hecho delictivo antes de establecerse
esta sanción en nuestro Código Penal, que les sería aplicable la de 30
años de prisión. Algunos condenados llevaban varios años en espera del
pronunciamiento del Consejo de Estado.
Esta situación se produce, principalmente, por la política aplicada
desde el año 2000, de no ejecutar ninguna sanción de este tipo, la que
sólo fue interrumpida en abril del 2003 para frenar en seco la oleada
de más de 30 intentos y planes de secuestro de aviones y barcos,
alentados por la política de los Estados Unidos, en la recién iniciada
guerra en Iraq.
Los sancionados, en su mayoría, cometieron delitos comunes de
máxima gravedad, esencialmente contra la vida. Son crímenes que si
volviéramos a enjuiciarlos, resultaría difícil no aplicarles la misma
pena. Conocemos también que la opinión mayoritaria de nuestro pueblo
ante estos casos, es favorable a mantenerla.
Tenemos pendientes de tramitar los recursos de apelación por el
Tribunal Supremo Popular de tres acusados, los que serán analizados
próximamente.
Un salvadoreño y un guatemalteco por actos terroristas con bombas
contra hoteles en 1997, uno de los cuales causó la muerte del turista
italiano Fabio di Celmo, ambos financiados y dirigidos por el
connotado criminal Luis Posada Carriles, quien hoy se pasea libremente
por las calles de Miami.
También el de un cubano procedente de los Estados Unidos, autor del
asesinato del compañero Arcilio Rodríguez García, que se produjo
durante la infiltración de un comando terrorista armado por la zona de
Caibarién.
Sólo puedo afirmar dentro de nuestras prerrogativas, que la
decisión final del Consejo de Estado no estará en contradicción con la
política expresada anteriormente –me refiero a los tres casos
anteriormente mencionados.
CUBA REVOLUCIONARIA NO CONOCE UN SOLO CASO DE TORTURA,
DESAPARECIDOS, EJECUCIONES EXTRAJUDICIALES NI CÁRCELES CLANDESTINAS
Se ha adoptado esta decisión no por presiones, sino como un acto
soberano, en consonancia con la conducta humanitaria y ética que
caracteriza a la Revolución cubana desde sus inicios, animada siempre
por un espíritu de justicia y no de venganza, conociendo además que el
compañero Fidel es favorable a eliminar, cuando existan las
condiciones propicias, la pena de muerte por cualquier tipo de delito
y se opone a los métodos extrajudiciales que algunos países bien
conocidos practican impúdicamente.
No significa que suprimamos la pena capital del Código Penal. En
diversas ocasiones hemos discutido sobre el tema y siempre ha
prevalecido el criterio de que en las actuales circunstancias no
podemos desarmarnos frente a un imperio que no cesa de acosarnos y
agredirnos.
El terrorismo contra Cuba ha gozado de total impunidad en los
Estados Unidos. Se trata de un verdadero terrorismo de Estado.
No olvidemos que cuando en el año 1959 la suprimimos, en cierto
modo constituyó un estímulo para cometer actos contra la Revolución,
por aquellos que pensando que nuestro proceso sería efímero la prisión
les permitiría fabricarse un expediente de héroe ante el futuro
interventor yanqui.
Nuestros enemigos fomentaron decenas de bandas de alzados que
enlutaron a nuestro pueblo, asesinando jóvenes alfabetizadores y
campesinos; lanzaron ataques piratas; sabotearon los principales
sectores de la economía y desarrollaron cientos de planes de atentados
contra nuestros dirigentes, especialmente contra el Jefe de la
Revolución.
Sería ingenuo e irresponsable renunciar al efecto disuasivo que
provoca la pena capital en los verdaderos terroristas mercenarios al
servicio del imperio, porque pondría en peligro la vida y la seguridad
de nuestro pueblo.
En todos estos años se han producido 713 actos de terrorismo contra
Cuba, 56 de ellos a partir de 1990, organizados y financiados desde
territorio norteamericano, con un saldo de 3 478 muertos y 2 099
incapacitados.
Hemos sido forzados a escoger, en legítima defensa, el camino de
establecer y aplicar leyes severas contra nuestros enemigos, pero
siempre apegados a la más estricta legalidad y con respeto de las
garantías judiciales.
Cuba revolucionaria no conoce un solo caso de tortura,
desaparecidos, ejecuciones extrajudiciales, ni cárceles clandestinas,
mientras que, como ustedes conocen, en algunos de los autotitulados
gobiernos democráticos que abolieron o mantienen la pena de muerte y
nos critican, estas situaciones ocurren con frecuencia.
Algunos además permiten vuelos clandestinos de la Agencia Central
de Inteligencia norteamericana obre su territorio, con la carga de
detenidos hacia distintos centros de tortura, pero se rasgan las
vestiduras cuando aplicamos nuestras leyes.
Aun cuando la pena de muerte está prevista en nuestra legislación,
debido a las razones específicas explicadas y sobradamente
justificadas, Cuba comprende y respeta los argumentos del movimiento
internacional que propone su eliminación o moratoria. Por esa razón
nuestro país no ha votado contra tales iniciativas en las Naciones
Unidas.
Estamos seguros que nuestro pueblo, incluyendo los familiares de
las víctimas, comprenderá las razones que fundamentan esta decisión,
como una prueba más de la fortaleza de la Revolución.
REALIZAR EL VI CONGRESO DEL PARTIDO EN EL AÑO 2009
Finalmente expresarles que el Buró Político considera necesario
llevar a cabo el VI Congreso del Partido.
En reunión efectuada en la mañana de hoy, valoramos proponerle a
este Pleno del Comité Central realizarlo a finales del segundo
semestre del año próximo, aunque la convocatoria oficial se dará a
conocer en el momento oportuno.
Valoramos realizarlo a finales del segundo semestre del año
próximo, aunque la convocatoria oficial se dará a conocer en el
momento oportuno.
Constituirá una magnífica oportunidad para meditar colectivamente
acerca de las experiencias de estos años de Revolución en el poder y
un momento importante para conformar, con proyección de futuro, la
política del Partido en los diferentes ámbitos de nuestra sociedad.
Compañeras y compañeros:
Si se ha trabajado fuerte en estos últimos meses, habrá que hacerlo
mucho más en los que están por delante. Confío que cada cual sabrá
hacerlo desde la responsabilidad o tarea que tenga, con la entrega,
sabiduría y fidelidad que exige el momento que vivimos.
La reunión ha concluido.
Muchas gracias. |