"Es obligación del Consejo de Seguridad impedir que se agrave la
situación", dijo el embajador de Palau, Stuart Beck, a los delegados
que participaron de la reunión en la Asamblea General sobre cambio
climático, hace unas semanas.
Al describir el devastador impacto del cambio climático en las
pequeñas islas del océano Pacífico, Beck dijo que muchas personas que
viven a lo largo de la costa abandonan sus tierras ancestrales y se
mudan más al centro porque han perdido sus fuentes de supervivencia
debido al incremento del nivel del mar.
"Aunque no tenemos todas las respuestas, somos conscientes de la
certidumbre científica de que las excesivas emisiones de gases
invernadero son la causa de esta amenaza a la seguridad internacional
y a la existencia de nuestros países", dijo Beck.
Hablando en nombre de las pequeñas naciones insulares, instó al
Consejo de Seguridad de la ONU, de 15 miembros, a considerar la
imposición de límites obligatorios a las emisiones y usar su poder
para aplicar sanciones con el fin de hacer que se respeten.
"Los países más grandes pueden construir diques y trasladar su
infraestructura a terrenos más altos. Esto no es posible para las
pequeñas naciones insulares que simplemente pueden pararse y mirar
cómo sus culturas se desvanecen", señaló.
Pero Beck no estuvo solo al instar al Consejo de Seguridad para que
considerara el tema del cambio climático. Hablando en nombre del Foro
de Islas del Pacífico en el debate del año pasado, el embajador de
Papúa-Nueva Guinea, Robert Aisi, expresó posiciones similares.
En un discurso, Aisi sostuvo que el cambio climático es para los
pequeños estados insulares "no menos amenaza que los peligros de las
armas y de las bombas de países más grandes", informó IPS.
Además, sostuvo que sus naciones podrían sufrir desplazamientos
masivos de su población, similares a los causados por conflictos
bélicos.
El debate de dos días fue organizado por el presidente de la
Asamblea General, Srgjan Kerim, para quien el foro mundial debe
aprovechar la actual preocupación sobre el tema, sobre todo después de
la conferencia celebrada en la isla indonesia de Bali en diciembre.
En Bali, 187 países acordaron iniciar un proceso de dos años de
negociaciones formales para elaborar un pacto sucesor del Protocolo de
Kyoto, único instrumento internacional contra el recalentamiento
planetario que expira en el 2012.