La
Doctora Olga Miranda Bravo, jurista, diplomática y profesora
universitaria, de vasta y notable trayectoria en defensa de la
Revolución, fue sepultada ayer en el Panteón de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de la Necrópolis de Colón, con la misma sencillez y
modestia que la distinguieron en vida.
Ricardo Alarcón, quien en sus tiempos de Ministro de Relaciones
Exteriores tuvo a su lado a la Doctora Miranda, calificó a la
destacada revolucionaria como a una de esas personas que nunca se
retiran, siempre resultan útiles y luchan todo el tiempo; por eso
logran convertirse en imprescindibles.
El integrante del Buró Político y presidente de la Asamblea
Nacional del Poder Popular también señaló en la despedida de duelo que
la Doctora, fallecida repentinamente este jueves, murió en plena faena
profesional, mientras estaba en la Dirección Jurídica del Ministerio
de Relaciones Exteriores, a cuya fundación había contribuido hace
varias décadas atrás, cuando era una mujer muy joven. Ello, dijo
Alarcón, nos deja un mensaje inolvidable, de consagración al trabajo.
Cientos de personas, representantes de varias generaciones de
revolucionarios y patriotas, se congregaron en el cementerio para
rendir homenaje a la prestigiosa comunista. Los que estamos aquí,
subrayó el Presidente del Parlamento, asumimos el compromiso y la
obligación renovada de ser como ella, siempre útiles y de luchar hasta
el último aliento.
Entre las numerosas distinciones que mereció está el Premio
Nacional de Derecho Carlos Manuel de Céspedes 2006, cuya entrega se
había fijado para el próximo 27 de febrero, fecha que recuerda la
muerte en combate del gran jurista y Padre de la Patria. Olga, dijo
Alarcón, no estará presente físicamente en ese momento, pero sí el
ejemplo que ha dejado para todos y en especial para las nuevas
generaciones de profesionales del Derecho, diplomáticos y
revolucionarios cubanos.
Ofrendas florales enviadas por el Comandante en Jefe Fidel Castro y
por el General de Ejército Raúl Castro, Segundo Secretario del Partido
y Ministro de las FAR, acompañaron al féretro colocado en el Panteón
de las Fuerzas Armadas, como muestra del especial aprecio hacia la
distinguida combatiente por la soberanía nacional y los intereses de
nuestro país, quien era al fallecer Presidenta de la Sociedad Cubana
de Derecho Internacional, Profesora Titular Adjunta del Instituto
Superior de Relaciones Internacionales Raúl Roa García, miembro del
Consejo Científico de ese centro de estudios y Asesora del Presidente
del Grupo Hotelero Gran Caribe.
A la ceremonia fúnebre asistieron, entre otros dirigentes, el
canciller Felipe Pérez Roque, José Miyar Barruecos, secretario del
Consejo de Estado, Jaime Crombet, vicepresidente de la Asamblea
Nacional, y Eusebio Leal, Historiador de la Ciudad.