El Secretariado de la UNEAC comparte la justa indignación de un
grupo de nuestros más importantes escritores y artistas como
consecuencia de recientes emisiones de tres programas de la Televisión
Cubana: Diálogo abierto, La diferencia y en particular
Impronta.
A partir de las mismas, se generó un intenso intercambio de
opiniones. Desde fuera de Cuba, algunos intervinieron con honestidad
en la polémica; otros, trabajando obviamente al servicio del enemigo,
han querido manipularla y sacar provecho de la situación creada.
Quedarán definitivamente frustrados, una vez más, aquellos que
pretenden ver en el debate entre revolucionarios posiciones ambiguas,
fisuras u oportunidades para su agenda anexionista.
El pasado 9 de enero se convocó una reunión del Secretariado de la
UNEAC con los creadores que habían participado inicialmente en ese
intercambio para evaluar los hechos y consensuar una respuesta. La
preocupación fundamental de los compañeros allí reunidos, consistía en
que los mencionados programas pudieran responder a una intencionalidad
y expresar una tendencia ajena a la política cultural que ha
garantizado y garantiza nuestra unidad. Fue de la mayor importancia
contar desde el primer momento con el más absoluto respaldo de la
dirección del Partido.
El 12 de enero la Presidencia del ICRT nos ofreció una explicación
detallada sobre los resultados iniciales de un análisis acerca de
estos programas. Se puso de manifiesto que no respondían a una
política del organismo y que en su gestación y realización se habían
cometido graves errores. En la discusión, se hizo evidente la
necesidad de trabajar de conjunto, el ICRT, la UNEAC y las
instituciones culturales, en la promoción a través de los medios de
obras y creadores que expresen las auténticas jerarquías intelectuales
y artísticas de la cultura cubana.
No nos dividirán ni las torpezas ni los que quieren aprovecharse de
ellas para dañar a la Revolución. La política cultural martiana,
antidogmática, creadora y participativa, de Fidel y Raúl, fundada con
Palabras a los intelectuales, es irreversible.
Secretariado de la UNEAC