Mercedes Sampietro, actriz española

Me encantaría volver a filmar en Cuba

Cecilia Crespo, estudiante de Periodismo

La reconocida actriz española Mercedes Sampietro, protagonista de La edad de la peseta se encuentra en La Habana invitada por el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.

En esta ocasión asiste al evento por encarnar a la Violeta de la ópera prima en ficción del joven realizador Pavel Giroud, ya que en la pasada edición se desempeñó como jurado.

Con una amplia filmografía, experiencia en el teatro y gran cantidad de lauros internacionales como el Premio Nacional de Cine de su país, Mercedes apostó por protagonizar un filme cubano, coproducido por España y Venezuela. Sobre sus principales impresiones acerca de la cinta declaró a Granma:

"Todo está en enamorarse de la historia, si eso ocurre da lo mismo quién te dirija, cómo está compuesto el elenco, o a qué país pertenece; todo esto influye pero no determina. Trabajar con Pavel fue una maravilla al igual que con el resto del equipo. A pesar de ser su primer largometraje, estaba muy seguro en cada acción; su aplomo y serenidad me llegaron mucho, tenía muy bien estudiado cada personaje y sobre todo las relaciones que se entretejían entre ellos. Él sabía de qué iba y lo sabía bien. Es uno de los pocos directores que logran convencerte de que eres la única persona en el planeta capaz de hacer el papel y llegas a creértelo en verdad."

Pavel ha mencionado en varias ocasiones que él no dirigió a Mercedes, que solo la monitoreó y siempre estuvo abierto a cualquier sugerencia de la actriz. Al interrogarla sobre el filme no pudo dejar de comentarme su amor por el cine latinoamericano y su admiración por Tomás Gutiérrez Alea, lo que siempre la atrajo a nuestra cinematografía, sueño que al fin pudo materializar.

"El personaje de Violeta me fascinó desde el primer vistazo que le eché al guión, lo que atribuyo al buen trabajo de Arturo Infante a la hora de escribirlo y colocarla en esa trama tan emotiva. Es una mujer bastante inflexible que no da su brazo a torcer, lo cual la ha conducido a una serie de pérdidas y frustraciones en su vida, y a mostrarse hasta cierto punto huraña por lo que ha sufrido. Me pareció muy interesante, diferente a todo lo que he hecho, un papel nada convencional, temperamental e intransigente, muy atractivo para cualquier intérprete. Violeta difiere mucho de mi personalidad, lo único que nos une es el amor por la fotografía, una de mis grandes pasiones.

"Con el niño, Iván Carreira, me fue mejor de lo que esperaba, superó mis expectativas. Nos quedábamos todos con los ojos cuadrados al ver cómo se sabía hasta mis textos; es un actor brillante sin contar lo guapo que es, nos la pasábamos todo el día piropeándole, le auguro un buen futuro en esta carrera, al igual que al resto de principiantes del equipo.

"Si tuviera que destacar algo, fundamentalmente sería esa mezcla de entusiasmo, energía positiva e ilusión que se respiró durante el rodaje, impregnada por el director. De inmediato establecimos una gran confianza, todos íbamos por la misma cuerda y con mucha generosidad fuimos afrontando todas las dificultades, como el calor de julio y agosto en aquella casona. Trabajé muy a gusto por lo que tengo que agradecer esta experiencia como un regalo inolvidable. No sé si el espectador percibió el cariño y la fraternidad con que fue hecho todo, creo que eso se nota, que es muy difícil esconder cuando te sientes bien y en armonía. Ese buen espíritu que nos rodeaba logró traspasar la pantalla para que el público pudiera respira esa calidez, pues la cinta huele a eso en todo momento. Es algo que no puedo describírtelo con palabras, quedó allí plasmado en cada plano, el aquello de que lees los textos y te encantan, la primera escena también, sigues y te gusta aún más, estoy encantada con esta experiencia, tanto que me gustaría repetirla."

 

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