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Hasta siempre, Presilla
Alexis
Rojas Aguilera
nacionales@granma.cip.cu
HOLGUÍN.—
La industria cubana del níquel y sus trabajadores están de luto.
En la madrugada del viernes, falleció en Moa, a los 91 años de edad,
Demetrio Presilla López, Héroe del Trabajo de la República de
Cuba, quien encabezó la proeza técnica de poner en producción la
planta niquelífera Comandante Pedro Sotto Alba, para propinar así
un Girón tecnológico al imperio yanki.
Desde aquel memorable 21
de julio de 1961, Presilla, ingeniero Químico y Licenciado en
Farmacia, era considerado el padre de la Metalurgia en el país, por
sus aportes al desarrollo de la industria cubana del níquel.
Desde que se graduó con
relevantes calificaciones y mientras se diplomaba como doctor en
Farmacia, vivió varios años en los Estados Unidos donde conoció
la discriminación a la que se ve sometido el inmigrante latino.
Hombre de carácter,
noble, fiel a sus ideas, ostentaba con orgullo la Orden Carlos J.
Finlay y el título de Doctor Honoris Causa del Instituto Superior
Minero-Metalúrgico Antonio Núñez Jiménez, de Moa.
Nació en Mayarí el 25
de febrero de 1915, y también fue perito agrícola. Desde 1942 se
vinculó al proceso constructivo de la industria de Lengua de
Pájaro (Nicaro), para no abandonar más el sector de la minería.
Con el triunfo de la
Revolución, Presilla comprendió que la nueva situación política
se avenía con su modo de pensar, y rechazó ofertas para abandonar
el país. Se mantuvo junto a su pueblo hasta el día de su muerte.
Varias generaciones de
técnicos y trabajadores fueron educados en el ejemplo de sencillez
y laboriosidad del ingeniero Presilla, cuyo sepelio se realizó en el cementerio de Mayarí. |