BUENOS AIRES, 20 de julio (PL).—
Cuba y Argentina inauguraron hoy una nueva era en el terreno de la
cooperación bilateral, al poner en marcha un novedoso mecanismo
para llevar el comercio entre los dos países a 200 millones de
dólares anuales.
Representantes de ambos gobiernos
suscribieron la víspera, en la sede central del Banco de la Nación
(BNA), un Contrato de Fideicomiso, que permitirá materializar el
Convenio de Intercambio Comercial firmado entre La Habana y Buenos
Aires en agosto de 2004.
Por la parte cubana, el documento fue
estampado por el presidente de la Empresa Importadora de Alimentos
(ALIMPORT), Pedro Álvarez, y José Goicochea, en su carácter de
Secretario del Grupo Comercial del Consejo de Estado de la mayor de
las Antillas.
Del lado argentino estuvo a cargo de
la presidenta del BNA, Felisa Miceli, quien explicó que esa entidad
financiera actuará como el administrador fiduciario del
fideicomiso.
El acta establece que los montos que
produzca la venta de medicamentos y tecnología médica de la isla
serán destinados a la conformación de un fideicomiso, organizado
por el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) y administrado
por el BNA.
En ese fondo fiduciario se
depositarán los dineros provenientes de las compras que realice
Argentina, los cuales servirán, a su vez, para que Cuba pueda
adquirir los alimentos en el mercado de esta nación sudamericana.
Miceli subrayó que más allá de sus
ventajas económicas, el acuerdo con la isla caribeña trasciende
por la necesidad de apuntalar la integración de América Latina y
rescatar "esa vocación común de desarrollo que nos
caracterizó en otras épocas".
En esa misma línea, Álvarez aclaró
que al margen del crédito estrictamente comercial, la operación
propiciará la transferencia de tecnologías de productos
biofarmacéuticos que aún no se han podido alcanzar en Argentina,
pese a su alto nivel en la Medicina.
El titular de ALIMPORT manifestó la
intención de La Habana de adquirir en este mercado, al que
calificó de muy competitivo, unos 100 millones de dólares anuales
en alimentos, con algún resorte de exportaciones cubanas.
Argentina es un histórico productor
de alimentos y en la actualidad Cuba importa cerca de mil 700
millones de dólares al año en productos agroalimentarios,
enfatizó.
Acceder a nuestros avances
científicos es importante para la salud de los argentinos, como
también es vital para el bienestar de los cubanos contar con
alimentos de calidad, sentenció Álvarez.
Felizmente hay una voluntad política
que está por encima de cualquier escollo y abre una puerta a una
relación más profunda con Cuba de carácter comercial, dijo a
Prensa Latina, Eduardo Buzzi, presidente de la Federación Agraria
Argentina (FAA).
A su juicio, en este acuerdo debe
haber reciprocidad, es decir no sólo vender a La Habana sino
también comprarle.
Buzzi opinó que este instrumento
financiero (el fideicomiso) "nos da la oportunidad a los
pequeños y medianos productores de ser parte no sólo del comercio,
sino de la integración latinoamericana real, aquella que tiene como
principales banderas a Cuba y a Venezuela, que deben ser modelos a
seguir".
Nosotros debemos contribuir a que el
Cono Sur sea parte de esa integración y el intercambio es una de
las vías concretas para lograrlo, agregó.
El convenio prevé la compra por
Buenos Aires de vacunas, drogas hematológicas, inmunológicas, para
tratamientos de quemaduras e hipercolesterolemias, antibióticos,
antirretrovirales y equipos médicos, entre otros, según la lista
presentada por La Habana.
La oferta argentina, en tanto,
incluye cereales, harinas, frijoles, aceites, lácteos, pollos
congelados, carnes bovinas, pescados, frutas frescas y en conserva y
pastas.