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![]() La República nació en Guáimaro PEDRO A. GARCÍA
Rolando Rodríguez (Santa Clara, 1940) es una de las más relevantes figuras de la historiografía cubana actual. Entre sus obras se cuentan República angelical (1989), Cuba, la forja de una nación (1998) y Dos Ríos: a caballo y con el sol de frente (2000). "Después de 30 años de lucha, cuando parece que por fin el Estado se manifestará en una república independiente, viene la intervención de Estados Unidos; una guerra imperialista se superpone a una de liberación nacional, y ocurre la ocupación, imponen la enmienda Platt". Entonces, pregunto, ¿qué centenario conmemoraremos? "El 20 de mayo de 1902 se instituye el Estado nacional, pero en buena parte se frustran sus expectativas porque queda expresado en una república dependiente que, por supuesto, no es la continuación de la república independiente nacida en Guáimaro, sino la república neocolonial burguesa". LUCES Y SOMBRAS Para Rolando Rodríguez, la Enmienda Platt, disposición que creó la neocolonia, constituyó la mayor afrenta que se le pudo inferir al pueblo cubano. "Gracias a ella, su suelo más de una vez lo hollaron con sus botas los soldados de Estados Unidos y permitió una nueva intervención estadounidense entre 1906 y 1909. Gracias también a ella se estableció la base naval de Guantánamo, que todavía permanece en territorio cubano contra la voluntad de nuestro pueblo". "Casi peor aún, creó durante muchos años un sentimiento de inferioridad en muchos cubanos, que para todo veían la necesidad de la aprobación del Tío Sam. Esa pérdida de la autoestima, significó un retroceso en el camino de la nacionalidad. Además, la política fue lastrada brutalmente por el miedo a la intervención." Pero todo no fue sombras en aquella república. "Digamos que representa, de todos modos, en alguna medida, un cierto avance en relación con el estatus de colonia española o la posibilidad de una dependencia desembozada respecto a Estados Unidos, como la de Puerto Rico". "La creación del Estado nacional propio permitió cierto margen de acción para que se movieran las fuerzas de rescate. Estas fuerzas vendrán de la nación para, en medio de aquella república, de la que a veces uno se siente tentado a decir que fue la mediocridad y todo lo grande se hizo a pesar de ella o contra ella, lograr que se retomara el camino de la independencia, que venía marcado por el 68 y el 95. "De ahí todo el proceso de crecimiento de fuerzas políticas limpias, patrióticas y antiimperialistas y, también, sociales, de madurez intelectual, de consolidación de una conciencia ética, de afirmación de ideas, de orgullo por una historia heroica, de un intenso movimiento de las artes y las letras, y, en fin, de acumulación de la cultura en general que se produce en su marco. "Es de la nación de donde sale todo el proceso recuperativo que insurge, por ejemplo, en 1923, con la Protesta de los Trece, la constitución de la FEU, el Congreso Estudiantil; en el 25 con el gigantesco Mella y la creación del primer Partido Comunista y la Confederación Nacional Obrera de Cuba, o la Revolución del 30, con ese otro paladín que es Guiteras y su Joven Cuba y, con el Directorio Estudiantil Universitario (DEU) y el Ala Izquierda, en pugna no solo contra Machado, sino contra la Enmienda Platt." Hay algo que quiere puntualizar especialmente: "Fue de las fuerzas ideológicas, de la conciencia de una historia de luchas, de una cultura emancipadora, de sentimientos y emociones, de fuerzas síquicas y morales, de donde salieron las posibilidades de la recuperación independentista de Cuba". BREVES CARACTERIZACIONES Le pido que me caracterice brevemente a los períodos presidenciales de aquella república. "De la mano de Estados Unidos llegó la retorsión de los ideales de Independencia. La mejor muestra resulta el gobierno de Estrada Palma. Era la servidumbre anunciada, porque junto con el Tratado de reciprocidad y la dependencia al mercado norteamericano, comenzaron a llegar los torniquetes arancelarios, las tarifas ferrocarrileras y fletes, los empréstitos con determinados bancos y muchas otras medidas que significaron obstáculos, incluso, para el desarrollo de una burguesía nacional. "Después de una nueva intervención yanki, que repletó el gobierno de corrupciones y venalidades de toda naturaleza, un mayor general, José Miguel Gómez, llegó al poder. Pudo comprobar de inmediato que EE.UU. no le permitiría tener muchas decisiones propias. Dos muestras: quiso contratar un empréstito en Europa y lo obligaron a hacerlo en Nueva York, pretendió armar con fusiles Máuser alemanes el ejército y le impusieron adquirir Springfield estadounidenses. "Con Menocal, un general negociante, vino el crecimiento azucarero, pero siempre con la burguesía subordinada a Estados Unidos. El dominio financiero del imperialismo sobre Cuba se hizo entonces total mediante el crack de 1920. Zayas, quien no era precisamente un amigo de Estados Unidos, no iba a ser mejor. Toda su zorrería la empleó para un gobierno corrupto y nepotista, nunca en bien del pueblo. "Machado, el otro general negociante, traía la ilusión de un cierto reacomodo de intereses, para que la burguesía dependiente cubana tuviese un margen de maniobra en la economía un poco mayor. El tiro le salió por la culata y solo logró concitar en su contra, con su prórroga de poderes y su represión brutal, a casi todas las fuerzas sociales. "La liberación nacional tuvo en la Revolución del 30 un mayúsculo intento de lograr un mayor margen de independencia y progreso social. Hasta se dio el curioso golpe, involuntariamente revolucionario, de los sargentos el 4 de septiembre. No obstante, llegó un nuevo período sombrío con Mendieta, quien resultó la mula dócil del cuartel de Columbia y, más todavía, de la Embajada de EE.UU. Tras él hubo un carrusel de presidentes inocuos o inicuos. Detrás de todo, el sargento coronel Batista, controlado por si fuera poco por la mafia estadounidense. "Llegó la hora lamentable de los gobiernos auténticos. Tuvieron su oportunidad histórica, que solo les sirvió para corromperse hasta los huesos y defraudar al pueblo. Hasta que de nuevo apareció Batista. Pero con este y su golpe de Estado llegó el final de la república ignominiosa e inmerecida." LA HONROSA EXCEPCIÓN Le hago ver que en ese recuento ha soslayado el Gobierno de los 100 días. Sonrió como si esperara la pregunta. "Con el llamado Gobierno de los 100 días, la república establece medidas sociales sin parangón en las décadas anteriores: la jornada de 8 horas, jornal mínimo, nacionalización del trabajo, derecho de sindicalización, sistema de seguros y retiro obrero, voto a la mujer, reparto de tierras, rebaja de precios de artículos de primera necesidad y de la tarifa eléctrica, y, en fin, algo no escrito: una política pro obrera. "Por si fuera poco interviene una sacrosanta empresa yanki, la Compañía de Electricidad, y el ministro de Gobernación, Guerra y Marina, Antonio Guiteras, expulsa de un campamento militar al embajador de Estados Unidos. Los revolucionarios y el pueblo, las fuerzas de la nación, llevaron a tal grado su repudio al sistema de dominio que el imperialismo se dio cuenta que tenía que cambiar la fórmula de sujeción. Admitió la abrogación de la Enmienda Platt; desde luego, la cambió por el Tratado de Relaciones de 1934. "Mas, aquella revolución había plasmado sin duda un cambio en las conciencias y las mentalidades. Los cubanos fueron más cubanos y más independientes. Comenzó a retroceder el complejo de inferioridad. A partir de este momento la lucha del pueblo se traduce en otras conquistas reconocibles que se instauran en aquella república. "Al mismo tiempo que no podía haber ya un injerencismo tipo Crowder, y aunque no cambia en esencia el carácter neocolonial de su relación con EE.UU., la república, sin dejar de ser instrumento de la burguesía dependiente y servidora del imperialismo, adopta fórmulas de mayor equilibrio político y social. "Ellas fueron recogidas en la Constituyente de 1940. La proscripción del latifundio y una tenue declaración sobre reparto de tierras a manera de reforma agraria, el respeto a los derechos de los trabajadores, que habían avanzado gracias a su denodada lucha a lo largo de esas décadas a un nivel más alto que otros de la región, la creación de una institucionalidad para proporcionar nuevas garantías al pueblo, la inclusión detallada de derechos políticos, civiles y hasta sociales, fueron logros indudables. "Desde luego, esto no puede ocultar que muchos de ellos iban a quedar en el papel y las buenas intenciones, porque no había voluntad política en las clases dominantes de cumplirlos. Faltaban las leyes complementarias, se decía. Pero el cuartelazo del 10 de marzo dio por clausurados estos caminos, y se dio paso a la gran Revolución de 1959. Entonces el Estado nacional retoma el hilo que hace que nuestra República independiente sea heredera de la iniciada en Guáimaro, y cancele la república neocolonial." |
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