El término joven existe en nuestro idioma desde el siglo XIII; sin embargo, hasta el XVII fue palabra de poco uso —se empleaba mozo, que hoy es prácticamente un arcaísmo—. Procede del latín |jûvênis| y entre sus derivados se encuentran: jovenzuelo, jovencito, juvenil, juventud, rejuvenecer, rejuvenecimiento.
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