No lee un libro, así lo confesó. Donald Trump adora los Twitter, son su zona de confort, arena donde se explaya hasta perder la etiqueta presidencial. Ante el teclado, guadaña en mano, ofende a troche y moche.
No se lee un libro… no soporta que le corrijan… no fue un deportista famoso. Sin embargo, tras descender la efervescencia de su puño contra puño frente a la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) por la controversia sobre el saludo de la bandera al inicio de los partidos, ahora el mandatario retomó el episodio y le otorgó categoría de internacional.
Recuerden que el pasado 22 de septiembre, durante un discurso en Alabama, llamó «hijos de puta» a los jugadores de la NFL por manifestarse en contra de la discriminación racial y el abuso. Un grupo de esos futbolistas, en lugar de saludar a la bandera de pie y con la mano derecha en el corazón, aún muestran su indignación arrodillándose para escuchar el himno de los Estados Unidos.
Después de una tregua —sin poder sesgar esas manifestaciones— Trump voló días atrás hasta los 100 grados de temperatura cuando vio que Marshawn Lynch, del equipo Oakland Raiders, permaneció de pie mientras era interpretado el himno mexicano y se sentó cuando tocó el turno al de su país, en una presentación de la NFL en el estadio Azteca, de México.
El episodio ocurrió en el choque entre el mencionado elenco y los New England Patriots, actuales campeones de la liga.
Sobre Marshawn pesa la petición del presidente de que sea separado de la competencia el año próximo, dossier agigantado a tenor de que el 1 de octubre, antes de que los Raiders jugaran contra los Denver Broncos, Marshawn había vestido una camiseta con la frase Todos contra Trump, en su repetida protesta desde que regresó al evento en esta contienda.
Fuertes tonalidades tomaron las llamas entre los protagonistas de este desencuentro en el que no ha salido ileso Roger Goodell, comisionado de la NFL, pues el inquilino de la Casa Blanca –mientras descansaba en su club de lujo Mar-a-Lago, Florida, el 23 de este mes– le dedicó al directivo un twitter cargado de vinagre: «La NFL está pensando ahora en una idea nueva: mantener a los equipos en el vestuario, la próxima temporada, durante la interpretación del himno nacional. ¡Eso es casi peor que arrodillarse!... ¿Cuándo este bien remunerado comisionado va ser firme e inteligente?» Así dijo el ocupante de la Oficina Oval respecto a la acción que algunos dueños de equipos han contemplado como una posibilidad.
La NFL reconoce que los equipos «deben» mirar a la bandera, con la mano derecha sobre el corazón mientras es interpretado el himno. El texto no contempla la palabra «tienen» como obligatoriedad.
Las protestas de al menos dos docenas de jugadores continúan, a pesar de que el comisionado Goodell sugirió, en los últimos días, que todos los integrantes de los 32 elencos debían saludar la enseña nacional.
PARA CAMBIAR DE DEPORTE
Tres baloncestistas estadounidenses, integrantes del seleccionado de la Universidad de California, Los Ángeles, fueron liberados este mes por China después de haber sido detenidos por hurto en una tienda de Hangzhou.
El padre de uno de ellos consideró exagerada la exaltación hecha por Trump a su desempeño para que los jóvenes retornaran a Estados Unidos, el 14 de noviembre. Al progenitor de LiAngelo Ball, LaVar Ball, el mandatario lo llamó «estúpido ingrato»… «es una versión pobre de Don King, pero sin pelos». (Don King es un veterano promotor del boxeo profesional que llama la atención por usar una cabellera «erizada»).
En medio de esta balacera en distintas direcciones contra el deporte en su país –entre otros frentes abiertos por el mundo– el inquilino de la Casa Blanca gastó 10 000 dólares de la Fundación Donald Trump en la pintura de un cuadro de «mi mismo» de cuatro metros de altura, que colgaba de la barra de deportes de su club de golf de Doral, al Sur de la Florida.
La Fundación está en proceso de disolución, debido a las acusaciones de irregularidades financieras conocidas desde la campaña presidencial del magnate inmobiliario, quien violó una regla del Servicio de Impuestos Internos que prohíbe a los líderes de empresas sin fines de lucro emplear el dinero de su organización de caridad para ayudar a sus negocios, a los familiares o a ellos mismos.
Claro, la entidad no puede simplemente disolverse y limpiarse las manos, pues la investigación todavía no ha concluido.
¿Qué dirá Trump si la guadaña lo alcanza a él?
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Anibal garcia dijo:
1
29 de noviembre de 2017
07:51:52
leo nuver dijo:
2
29 de noviembre de 2017
07:58:21
Obregon dijo:
3
29 de noviembre de 2017
08:54:23
Wilfredo dijo:
4
29 de noviembre de 2017
09:48:33
rmontoto dijo:
5
29 de noviembre de 2017
11:39:47
pablo Respondió:
18 de diciembre de 2017
02:47:52
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