ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
La sangre es un componente que se utiliza en la ayuda para muchas enfermedades hematológicas. foto: José M. Correa

Se llama Alain Andrés. Probablemente no sepa bien lo que tiene, o tal vez sí. A los siete años, un niño vivaz, como lo describe su mamá, se percata de muchas cosas, incluso de las que no le di­cen, incluso de las que no entiende.

No hablamos con él, pero le vemos a través de la puerta de cristal que nos separa de su cubículo, en la sala 6to B del Ins­ti­tuto de Hematología e Inmunología. No debemos entrar, por los gérmenes con que lo podríamos contaminar. Ya es difícil preguntar, intrusamente, lo básico, lo obvio.

En su cabeza, redonda y pequeña, ya no hay rastro de pelo, efecto de la quimioterapia. La lucha empezó en el 2010 cuando, ex­plicó su progenitora, debutó con leucemia linfoide aguda.

El primer tratamiento lo recibió en Santa Clara, de donde es la familia. En ese entonces, cuenta Madilexys, su mamá, el niño se recuperó. Hasta un día en que tuvo fiebres altas. Y todo co­menzó otra vez. “En esta ocasión decidimos venir a La Habana, mudarnos para acá”.

Alain no nos mira. Está entretenido con su laptop en la cama y a ratos conversa con el niño de enfrente, también con su laptop en la cama. Parecen adultos, serios, responsables. Estos ni­ños aprenden muy pronto el lenguaje de los médicos, de los pa­dres, y hasta la actitud.

En esta sala, todos mencionan al doctor Machín, así le llaman a quien se convierte en la viva encarnación de la esperanza, de la buena noticia que ellos esperan. Es confianza, o algo mayor que se desborda en las crisis que viven: es la fe hecha persona.

Él lo sabe. Tal vez por eso, su principio, nos dijo, de no mentirles si ellos preguntan lo que tienen aún contra la voluntad protectora de sus padres. Sus palabras son irreductibles, son sabias, este hombre iría contra el mundo por defenderlas, pienso.

“Después que lo saben, son más cooperativos. Mientras piensan que es un catarro no entienden el porqué de tantos pinchazos y se resisten. Aquí todo es doloroso, nada se cura con un­güentos y gotitas”, dijo. La frase también duele, pero está llena de op­timismo, de seguridad, de certeza en que se curan. Y sí lo hacen.

Una de las estrategias de este médico es llevarles las historias de los que —siendo niños o adolescentes— pasaron por ahí y hoy son hombres y mujeres sanos.

El doctor Sergio Machín, quien es el jefe de Servicios de Pe­diatría del Instituto, fundado en 1966, y a partir del cual se comenzó el desarrollo de las especialidades de Inmunología y Hematología en el país, comentó algunas características del centro de referencia nacional y de las afecciones que se tratan.

“Aquí se asisten pacientes de todo el territorio nacional, mayormente de las provincias occidentales, que padecen todo tipo de enfermedades oncológicas malignas y no malignas, desde el punto de vista hematológico.

“Nuestro servicio consta de dos salas con 22 camas. Una de aislamiento en la que se atienden enfermedades puramente oncopatológicas, y otra en la que además de las de este tipo se tratan no oncológicas, como la enfermedad hereditaria denominada anemia falciforme o drepanocitosis, esa que las personas conocen comúnmente por sicklemia, así como otros padecimientos de la sangre”.

Advierte que la sangre es un componente que se utiliza en muchas de las enfermedades hematológicas, las cuales en al­gún momento necesitan transfusión: la drepanocitosis, en ge­neral, es de las que más la requiere, pero también la talasemia, bastante inusual en Cuba, la leucemia, entre otras.

“La incidencia de esta última en nuestro país no cambia con respecto al resto del mundo. Nosotros estamos diagnosticando como promedio 80 casos en pediatría al año, que son tratados en seis hospitales, los cuales están diseminados por las provincias de Santiago de Cuba, Camagüey, Holguín, Santa Clara, Pi­nar del Río, y La Habana”.

El especialista distingue distintos tipos de esta enfermedad: linfoide aguda, la más frecuente en los niños, leucemia mieloide aguda y la mieloide crónica, ambas de rara aparición en me­nores de edad y muy usuales en adultos.

Sobre el tratamiento de la leucemia linfoide aguda, subraya que se sigue el protocolo de un grupo internacional del que es parte la institución y que tiene sede en Alemania, con resultados favorables que avalan del 70 al 80% de su curación.

Refirió que el tratamiento completo de las leucemias dura aproximadamente dos años y que su costo, a escala internacional, está valorado entre los 45 000 a 50 000 dólares por cada pa­ciente. “Los medicamentos que se importan son muy caros, pues la leucemia mieloide crónica, por ejemplo, requiere un fármaco mensualmente que cuesta alrededor de los 2 000 dólares”, acotó.

Enfatiza también en la drepanocitosis o sicklemia, dolencia que produce una destrucción de los glóbulos rojos más rápida que lo normal y la obstrucción de los vasos sanguíneos. Lo peculiar que el doctor remarca es que por complicaciones asociadas a ella se pueden requerir volúmenes considerables de sangre para la práctica de un tratamiento que se llama exanguíneotransfusión y que las personas comúnmente conocen co­mo cambio de sangre.

El especialista reconoce que sin este componente no sería posible. La sangre que otros donan, dicho de una manera hu­mana más que científica,  es la que corre por muchos de los que están ingresados allí.

Y ese acto de regalar de tu propia vida, es la más valiosa filantropía. Esa que todos, sin excepción, agradecen.

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Alex Eugarrios dijo:

1

9 de junio de 2016

14:15:04


soy testigo y sobreviviente a ese acto de regalar vida, en los años 80 me trataron en el instituto de hematóloga por linfoma hodking y esferositosis congenita en esa ocacion recibi transfusion sanguinea cubana por esa razon agradesco y me siento cubano, gracias a la solidaridad de la revolucion

zairis dijo:

2

9 de junio de 2016

14:24:53


Es indescriptible el dolor de los padres de esos niños, que tan pequeños se tienen que crecer para poder hacer frente a la realidad en las que están inmersos, pero quen tienen el derecho de saber su padecimiento, falta que todos tomemos conciencia y pongamos en su restablecimiento nuestro granito de arena al ser capaces de aportar nuestra donaciones de sagre y plasma que ellos tanto nececitan.

José Antonio Gell Noa dijo:

3

14 de junio de 2016

18:14:00


Muy importante para el desarrollo, análisis, investigaciones, entre otras importantes misiones, también en especial, todo lo relativo a las donaciones voluntarias de sangre aportadas por la organización de masa más numerosa del país, los Comités de Defensa de la Revolución, (CDR) junto a otras hermanas organizaciones, que suman millones el aporte realizado en este preciado líquido que "Es una de las misiones más hermosas y generosas realizadas por los Comités de Defensa de la Revolución" como señaló El Líder Histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz. Este año en que el Instituto de Hematología e Inmunología arriba al cincuentenario de su fundación y que los CDR, junto al Ministerio de Salud Pública, a cada nivel hasta la base rinden homenaje a los donantes voluntarios y organizaciones de base (CDR-Zonas) así como a municipios y provincias más destacadas en esta trascendental labor humana junto a los médicos, enfermeras de la familia, trabajadores de cada uno de los bancos tanto fijos o móviles, municipios y provincias de la salud, aprovechamos esta ocasión para rendir emotivo reconocimiento al Instituto en su cincuentenario. Felicidades a todos los trabajadores y cederistas que día a día dan lo máximo de si para aportar su sangre voluntaria y para los trabajadores de la salud que laboran en su procesamiento, cuidado y la calidad de este vital líquido.